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Marque con una cruz

tomado del blog Segunda Cita

Creo que este excelente dibujo de Ernesto Padrón recoge el sentir de muchos. Buena parte del mundo lo viene expresando desde hace semanas… Por lo que se me ocurre preguntar: ¿Qué sería mejor?
1.- ¿Que este señor usara correctamente el nasobuco?
2.- ¿Que, en aras de la sacrosanta democracia, lo use como él quiera?
3.- ¿Que el planeta no tenga que pagar las consecuencias de los caprichos de un Emperador?
Marque con una cruz.

Este domingo se corre desde casa

Tomado del blog El joven Cubano

Por: Lilian Cid Escalona

Si de algo no se nos podrá acusar, cuando todo esto pase, es de haber pecado por falta de creatividad. Y es que quedarnos en casa ha puesto a prueba la imaginación humana, empujándonos a cumplir todo tipo de retos y hacer hasta malabares para amenizar los días de confinamiento que nos ha obligado a asumir la pandemia de coronavirus que azota al planeta.

Una de las iniciativas que toma fuerza en Cuba por estos días es la I Carrera desde Casa, convocada por la Federación Cubana de Atletismo y el Comité Organizador de la Media Maratón de Varadero en saludo al 59 de la victoria de Playa Girón.

Esta redactora conversó en exclusiva con Aaron de la Cuadra, CEO de la empresa española Evedeport, y uno de los artífices de esta idea quien refirió que lo importante es lograr que la gente entienda la necesidad de mantenerse en casa y que experiencias como esta valen para amenizar el confinamiento.

“Queremos que la gente se muestre. Al final es un evento cuya virtud es la oportunidad de reunir a cientos de personas haciendo deporte por una causa”.

De la Cuadra significó que le ha motivado enormemente el poder ver cómo se reúnen en un mismo sitio atletas de élite y aficionados.

“Ha sido una experiencia única el poder haber visto participar tanto a atletas de élite como a personas que no hacen deporte nunca. Los pelos de punta”, sentenció.

Apenas la pasada semana, Aaron y su equipo llevaron adelante una iniciativa idéntica en España cuyo impacto superó sus expectativas al conseguir la participación de más de 2000 corredores que se dieron cita en Facebook.

En Cuba, la noticia se ha expandido, contando con el apoyo incondicional de glorias deportivas como Javier Sotomayor, Yipsi Moreno, Alberto Juantorena, Ana Fidelia Quirot, Dayron Robles y María Caridad Colón, quienes han exhortado a la comunidad amante o no de la actividad física periódica a sumarse.

Al cierre de esta información, se reportaban 1130 inscritos desde diversas partes del planeta como México, España, Colombia, Estados Unidos, Venezuela, Italia y Alemania, además de todas las provincias de la Isla.

¿CÓMO SER PARTE?

Pues basta con inscribirse en el grupo de Facebook creado para la ocasión I Carrera en Casa en saludo al 59 aniversario de la victoria Playa Girón. Hay opciones de personalizar tu dorsal partiendo de un diseño macro que presentan los organizadores. Lo demás es obra del ingenio propio de cada cual.

El próximo 19 de abril a las 10.00 a.m. (hora de Cuba) se dará la salida en directo desde el grupo de Facebook y cada participante puede correr un kilómetro, tres kilómetros o los que estime conveniente.

Según dice la convocatoria: “Puedes realizar la distancia corriendo, trotando, caminando, saltando, en cinta de correr… como prefieras. No es competitiva, se trata de participar y disfrutar”.

COVID-19 Y LA DIPLOMACIA DE LAS CAÑONERAS. JOHN SAXE-FERNÁNDEZ

tomado del blog: El Ciervo Herido

Con la gunboat diplomacy (diplomacia de cañoneras) a mano, Trump intenta neutralizar la eficaz y bienvenida proyección médica de la Revolución cubana contra la pandemia del Covid-19, sin dejar la brutal ofensiva económica y paramilitar contra Venezuela. Para hacer el anuncio, Trump suspendió una conferencia de prensa en la Casa Blanca sobre la epidemia en Estados Unidos (EU) y se hizo acompañar de Mark Esper, secretario de Defensa de Estados Unidos. Hizo a un lado a médicos y especialistas en epidemiología para anunciar que estaba lanzando una operación mejorada contra el narcotráfico en el hemisferio occidental y proteger a su población del azote mortal de los narcóticosilegales.

MÉDICOSM CUBANOS LLEGANDO A ITALIA

El anuncio se hizo luego que el Departamento de Justicia, de manera unilateral y haciendo gala de una extraterritorialidad hemisférica mejorada, al incluir ahora al Covid-19 al lado de un despliegue naval en aguas cercanas a Venezuela, una intimidación propia de la diplomacia de las cañoneras, fuera de la institucionalidad y legalidad internacional instauradas desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. La justicia de EU acusó al presidente Maduro y otros altos cargos de su gobierno de tráfico de drogas y otros delitos. Así lo informó la BBC (bbc.com) en su edición del 2 de abril.

Desde el arribo de Trump a la Casa Blanca, en 2017, el pueblo bolivariano de Venezuela ha sido sometido, por la vía de letales e ilegales sanciones económicas, a un castigo colectivo que hasta 2018 llevaba unas 40 mil bajas civiles, mujeres, niños y hombres inermes. Todo un castigo que hasta nuestros días se estima en 100 mil almas junto a millones expulsados por los brutales efectos de las sanciones, presentados al público de CNN como fallas de Maduro,siguiendo el guion de atribuir todo, incluido el sabotaje al sistema eléctrico o hidráulico, al presidente.

Si el Covid-19 enseña algo es la debacle moral del horror infligido a la población por una diplomacia de cañoneras enfilada a contener la proyección hacia América Latina, el Caribe y, en verdad, al mundo de los amplios cuadros de médicos y científicos educados por la Revolución cubana, que siempre veló por la educación y la salud –toda una gesta bajo un implacable bloqueo de EU–, que permite enfrentar la explosión del Covid-19 dentro y más allá de la isla.

A los crímenes de lesa humanidad y de guerra, impunes hasta ahora, EU agrega medidas deleznables, por ejemplo, entorpecer el apoyo cubano a países latinoamericanos en su combate al Covid-19. Es todo un compendio de bajezas y criminalidad de Estado lanzados al rostro de las Naciones Unidas, de la Corte Penal Internacional, de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos localizada, of all places, en Washington sin ratificación.

Con el Covid-19 amenazante en el mundo, en medio de sanciones e intimidaciones, una pandemia que arrecia, cuyos costos humanos abarrotan morgues de hospitales y los cementerios repletos, es así como el coronavirus visibiliza lo que es la diplomacia de cañoneras al lado de la mortandad.

La operación en pos del petróleo venezolano incluye despliegues para-militares en territorios cercanos a Venezuela concertados por el Comando Sur con Bolsonaro y fuerzas y grupos del narcotráfico de Colombia, el mayor exportador de cocaína a Estados Unidos. La mejorada estrategia se refiere a adicionar despliegues navales a las (esas sí) ilegales y letales sanciones económicas, realizadas bajo la noción neonazi del castigo colectivo en momentos en que desde Cuba se envían brigadas médicas al mundo. Son brigadas sanitarias en 59 naciones, 37 de ellas con presencia de la pandemia ( La Jornada, 27/3/2020, p 31).

Cuba denunció a EU por “entorpecer la ayuda médica, y con otros países, China, Rusia, Irán y Venezuela… aboga en la ONU contra la politización de la pandemia. El canciller Bruno Rodríguez Padilla hizo la denuncia, ya que la isla apoya a decenas de naciones contra el Covid-19. Para Rodríguez, es Lamentable que mientras el Covid-19 amenaza a la humanidad, el gobierno de EU, en vez de poner fin al sistema ilegal de aplicar medidas coercitivas unilaterales, como el bloqueo a Cuba, dificulte el combate de la epidemia atacando a países que practican la solidaridad y cooperación internacional. ( Ibid)

Es precisamente esa solidaridad y cooperación contra el Covid-19 lo que Trump trata de neutralizar. Tal parece que usa el Covid-19 como arma de guerra y la fortaleza médica de Cuba le estorba en el dominio de territorios y recursos. La isla denunció en la ONU las presiones de EU para poner fin a las misiones médicas cubanas en Bolivia, Brasil y Ecuador.

EU amenazó a las naciones receptoras de la ayuda médica cubana. A la diplomacia médica de La Habana, Trump responde con buques, destructores, barcos de combate, aviones y helicópteros armados.

www.jsaxef.blogspot.com

Facebook: JohnSaxeF

Fuente: LA JORNADA

CUBA MERECE QUE LEVANTEN LAS SANCIONES.

PETER KORNBLUH

Tomado del Blog: El Ciervo Herido

Personas caminan en calles de la Vieja Habana usando cubrebocas, como medida sanitaria ante el Covid-19. Foto: AP.

PETER KORNBLUH

PETER KORNBLUH 2

El 25 de marzo, mientras un equipo de médicos y técnicos de salud cubanos instalaban hospitales de campo en la región de Lombardía, en el norte de Italia, para atender a miles de italianos infectados con el Covid-19, el Departamento de Estado emitió una alerta absurda, vía Twitter, contra aceptar la ayuda humanitaria cubana.

Los países que busquen la ayuda de Cuba para el Covid-19 deben someter los acuerdos a escrutinio y poner fin a los abusos laborales, declaraba el mensaje, y aseguraba que las misiones médicas internacionales cubanas llevan la única intención de compensar el dinero perdido el año pasado, cuando países como Brasil y Bolivia expulsaron a miles de médicos cubanos… decisión que ha venido a costarles caro ahora que el coronavirus se expande.

No importa que los miembros del equipo médico cubano en Italia estén arriesgando sus propias vidas para salvar las de los ciudadanos de una nación europea importante. O que Cuba, con un historial altamente exitoso de brindar apoyo de rápida respuesta a las víctimas de epidemias y desastres naturales, sea una aliada muy necesaria en la lucha internacional contra la peor amenaza que el mundo haya confrontado desde la Segunda Guerra Mundial. Para el gobierno de Donald Trump, lograr puntos políticos con burdos e injustificados ataques contra el compromiso humanitario de Cuba sigue siendo una alta prioridad.

Sin embargo, en este momento funesto, los esfuerzos punitivos de Washington por descarrilar la revolución cubana jamás han parecido más ruines y contraproducentes para los verdaderos intereses de seguridad nacional estadunidenses que ahora. Más que condenar los esfuerzos humanitarios de Cuba, Washington debería apoyarlos activamente. La forma más inmediata de hacerlo es suspender las sanciones estadunidenses, que ponen en serias dificultades los esfuerzos cubanos por salvaguardar a sus propios ciudadanos y llevar servicios médicos a muchos otros en el extranjero.

Como todas las naciones del planeta, Cuba lucha por contener la expansión del virus. El número de casos confirmados ha crecido de un puñado el 11 de marzo pasado –todos llevados a la isla por turistas extranjeros– a 186 al 31 de ese mes. Se ha internado a más de mil 500 personas que han presentado síntomas. El gobierno ha cerrado escuelas y hoteles, así como las fronteras del país.

Pero, a diferencia de la mayoría de las naciones, la capacidad de Cuba de enfrentar la pandemia es coartada por las severas sanciones estadunidenses. El embargo comercial de casi seis décadas continúa obstruyendo su capacidad de exportar e importar materiales necesarios de países como México.

Entre otras medidas punitivas, el gobierno de Trump ha penalizado a las compañías transportistas extranjeras que llevan carga de otros países a Cuba, lo que impide el flujo de comercio esencial para las necesidades cotidianas de los cubanos. De hecho, un embarque reciente de suministros médicos procedente de China fue puesto en riesgo cuando la compañía transportista estadunidense, citando las restricciones por el embargo, se negó a entregar los materiales a Cuba.

Dada la amenaza globalizada que enfrentamos, la seguridad del mundo depende de la contención humanitaria internacional. Una política exterior estadunidense de base humanitaria es el único enfoque que permitirá ganar la guerra contra este enemigo existencial.

Por estas razones, ahora está en marcha un movimiento para liberar a Cuba de las sanciones. El secretario general de la ONU, António Guterres, ha llamado a levantar sanciones contra países como Cuba, Irán y Venezuela para asegurar que puedan obtener provisiones esenciales. En este momento crucial, advirtió la alta comisionada para Derechos Humanos, Michelle Bachelet, tanto por razones de salud pública global como para apoyar los derechos y las vidas de millones de personas en esos países, las sanciones sectoriales deben ser aligeradas o suspendidas.

Temerosos de que las sanciones estadunidenses podrían costar la vida a sus familiares en la isla, cubano-estadunidenses están instando al gobierno de Trump a levantar las restricciones comerciales y económicas impuestas a Cuba por Estados Unidos. Una petición en español, publicada en Change.org, implora al presidente Trump que deje de obstruir la capacidad cubana de obtener alimentos, medicinas y equipo médico y, en cambio, extender la mano de la amistad y la solidaridad al pueblo cubano. Al primero de abril, más de 10 mil personas habían firmado la petición.

Y en Washington, una coalición de promotores de políticas, asociaciones y de derechos humanos ha llamado a suspender todas las restricciones y requerimientos de licencia que limitan las remesas, obstruyen la capacidad cubana de importar bienes comerciales y bloquean los donativos de suministros médicos como ventiladores, equipos de prueba, máscaras y guantes, necesarios para mitigar los efectos de la pandemia.

Estos tiempos sin precedente nos obligan a reconocer nuestra humanidad común y adoptar acciones inmediatas para limitar el sufrimiento humano, señala la declaración elaborada por el Centro para la Democracia en las Américas. Hacerlo demostrará la compasión estadunidense por el pueblo cubano.

Además, el levantamiento de sanciones demostrará también el reconocimiento de Cuba como un aliado invaluable en una lucha mundial que está redefiniendo el significado tradicional de la seguridad nacional e internacional. Más allá de Italia, Cuba tiene un papel vital en la batalla global por la supervivencia. A diferencia de Estados Unidos, en la confrontación con el coronavirus Cuba presta atención al llamado del secretario general de la ONU: Es la hora de la solidaridad, no de la exclusión.

*Coautor de Diplomacia encubierta con Cuba, publicado por el Fondo de Cultura Económica, y analista sobre Cuba en el Archivo de Seguridad Nacional, en Washington. Una versión de este artículo apareció en la revista The Nation.

Fuente: CUBADEBATE LA JORNADA

LA ENORMIDAD DE CUBA

por Abel Prieto

Tomado del Blog El vuelo del Gato

Con este título, “La enormidad de Cuba”, Roberto Fernández Retamar escribió en 1995 un penetrante ensayo sobre el destino de nuestra nación. ¿Cómo es posible referirse así a una diminuta isla del Caribe?, pudiera preguntarse cualquiera, sorprendido. Pero enseguida Roberto nos explica que se inspiró en La enormidad de España de Unamuno y en su tesis de que “enorme es lo que se sale de la norma”.

Desde 1959 Cuba “se salió de la norma”. Ya no aceptó jamás “la normalidad” colonial, capitalista y dependiente que según la geopolítica yanqui le estaba fatalmente reservada. El largo castigo recibido por la Isla rebelde ha incluido, como sabemos, las modalidades más variadas y perversas: invasiones, atentados terroristas, hostigamiento mediático, guerra biológica, un bloqueo más y más despiadado y todo tipo de agresiones.  

Aparte de su portentosa resistencia, señala Roberto, Cuba ha prestado ayuda con sus médicos a los países del Sur y acogido gratuitamente a miles de becarios de esos mismos países:

“Cuba contribuyó además a preservar la independencia de Angola y a obtener la de Namibia, y a la erradicación del apartheid (esto último lo reconoció noblemente Nelson Mandela); ha defendido en muchos campos la soberanía y la dignidad de los pueblos de Nuestra América.”

Esta vocación generosa e internacionalista no es en lo absoluto “normal”, según los patrones imperiales. El MINREX acaba de denunciar las ofensivas declaraciones del Departamento de Estado de EEUU, como parte de “la campaña de descrédito y mentiras contra la cooperación médica internacional que brinda Cuba”. En una circunstancia en la que el mundo requiere con urgencia de un frente unido, integral, ante la pandemia, basado en la cooperación, el Gobierno de Trump sigue convirtiendo a nuestros médicos en blanco de su capacidad ilimitada para embestir contra todo lo que vale la pena.

Una ex funcionaria de Macri, al propio tiempo, llamó “espías” y “comisarios” a los profesionales cubanos que podrían apoyar a las instituciones de salud de la provincia de Buenos Aires en su estrategia para frenar la pandemia del coronavirus. “No voy a polemizar, estamos trabajando”, replicó el gobernador bonaerense Axel Kicillof, según el diario Página 12.

En menos de dos semanas, once brigadas médicas cubanas se han trasladado a Venezuela, Nicaragua, Surinam, Italia, Granada, Jamaica, Belice, Antigua y Barbuda, San Vicente y Las Granadinas, Dominica y Santa Lucía. Próximamente partirá otra hacia Angola.

De Córdoba, Andalucía, nos llega el análisis de Pedro García Jiménez sobre cómo médicos y enfermeros de Cuba han venido colaborando con las naciones del Sur, desde hace al menos cincuenta años, cada vez que ha habido una tragedia, en Pakistán, en Haití, en la lucha contra el ébola en África, en todas partes. Y agrega: “Seguramente jamás habréis visto ni una sola noticia en ningún medio de comunicación europeo sobre esta circunstancia, ¿casualidad? Seguro que no.”

Tiene razón. En la agenda de los medios hegemónicos nunca ha sido una prioridad ofrecer una imagen objetiva de la Cuba revolucionaria. Aparte de eso, la “anormalidad”, la “rareza”, de llevar ayuda solidaria a los desamparados contrasta demasiado con la filosofía neoliberal que concibe como un negocio la industria farmacéutica y los servicios de salud.

“Hoy (afirma García Jiménez) será difícil ocultar para los medios de comunicación occidentales la llegada de la brigada a Italia, era mucho más fácil cuando iban a cualquier país pobre del mundo, pero hoy los médicos y el personal sanitario cubano llega a una de las regiones más ricas del mundo, la Lombardía italiana. (…) Cuba va a compartir lo poco que tiene, en uno de los mayores actos de solidaridad y colaboración de la historia reciente. Lo realmente sorprendente, es que este hecho no es nada nuevo para ellos y ellas, sin embargo, es tan novedoso para nosotros…”

Patricia Zapata, desde México, comenta el significado de la misión cubana en Italia:  

“Con esta acción, el pueblo y el gobierno de Cuba dan una lección al mundo gracias a una conciencia solidaria que sólo un régimen socialista pudo construir. Este tipo de acciones, surgidas desde la izquierda internacionalista y no desde el capitalismo neoliberal, son las que pueden enfrentar de mejor manera esta pandemia.”

Y describe otros “actos humanos y solidarios” nacidos de una “isla tercermundista bloqueada”: la Operación Milagro, la atención a los niños de Chernóbil, las misiones de la Brigada Henry Reeve, y el más reciente, asociado al crucero británico MS Braemar.  

Sandra Russo le dirige desde Argentina “Una breve carta de amor a Cuba” bajo el título “Cuba es el ejemplo de lo que son esos valores que el mundo perdió”:  

“Hoy veo tus médicos llegando a Italia y escucho los aplausos que los reciben. (…) Tus médicos siempre están donde se los necesita. En paz, en guerra, en pandemia. Cuba, mi amada isla orgullosa, quería decirte hoy, que todos tenemos miedo, que el amor que te tenemos es porque desde hace más de medio siglo sos la gema que se refleja en los arroyos tranquilos del alma. Mientras afuera ruge el mal.”

Más lejos, desde la India, Ben Burgis publica el artículo “La respuesta del coronavirus en Cuba está avergonzando a otros países”, donde recuerda que la Isla ofreció enviar asistencia médica a los EEUU tras el paso del huracán Katrina (propuesta que Bush rechazó) y expone otras pruebas del “espíritu internacionalista” de Cuba. Y destaca “el enfoque admirablemente humano y solidario” que ha mostrado ante la pandemia actual.

Lula, por su parte, hizo llegar una hermosa carta al Presidente Díaz-Canel:   

“Escribo para hablar sobre la emoción que sentí al ver la imagen de los médicos cubanos llegando a Italia, para ayudar a socorrer las víctimas de la pandemia de coronavirus en aquel país. Una vez más el Gobierno y el pueblo de Cuba dan al mundo un ejemplo de solidaridad, venciendo todas las barreras…”

En este texto se refiere de algún modo a “la enormidad de Cuba”: “Es en los momentos de crisis (dice Lula) cuando conocemos a los verdaderamente grandes. Y en estas horas el pueblo de esa isla siempre se agiganta ante el mundo.”

Aunque apenas he citado a unas pocas, son muchas, muchísimas, las personas honestas, que no toleran por principios la mentira, genuinamente conmovidas por vislumbrar una anticipación de la utopía en medio de tanta vileza.    

Hay que releer el ensayo “La enormidad de Cuba”, que cumplirá 25 años en diciembre, y utilizarlo para revisitar el combate recreado por Martí entre el monstruo colosal y bárbaro, en apariencia invencible, y el pequeñísimo David, armado solo por una honda y su grandeza moral, agigantado, “enorme”.