Category: Economía

Pensando como país

tomado del blog Segunda Cita

Por Rolando López del Amo
Uno de los mayores gastos en las importaciones cubanas es el combustible. El gobierno cubano, acertadamente, busca el desarrollo de otras fuentes renovables de energía: solar, eólica, hidráulica. También la biomasa, con el empleo como combustible del bagazo de la caña de azúcar y el marabú y se promueven los biodigestores para la obtención de gas.

El uso de la tracción animal para el laboreo de la tierra y el transporte es otra opción que se promueve. Sin embargo, olvidamos un medio muy utilizado durante la década de los noventa, que es también muy utilizado en Europa en países muy desarrollados, como Holanda. Me refiero a la bicicleta. En pueblos y ciudades pequeñas la bicicleta es sumamente práctica como transporte personal y como transporte de cargas no muy pesadas. Creo que su venta debe estimularse por todos los medios posibles con precios asequibles al cubano medio.

Las motos eléctricas también parecen ser una buena solución para ciudades grandes, como La Habana. Y el resto del transporte eléctrico, Además, no contamina la ciudad. El equipamiento automotor que circula por nuestras calles está, por regla general, muy envejecido y es alto consumidor de combustible. Y es muy contaminante. NO SÉ SI LOS MOTORES QUE FUNCIONAN CON ETANOL SON MÁS EFICIENTES O NO Y CUÁNTO CONTAMINAN. Nunca escuché una explicación convincente para que no produjéramos etanol en grandes cantidades cuando disponíamos de 160 fábricas de azúcar y otros derivados importantísimos, desde los alcoholes, tableros de bagazo, papel gaceta, alimento animal. Felizmente, parece existir una nueva política gubernamental encaminada hacia la recuperación cañera.

Pero regresando a los medios de transporte, ¿no sería altamente beneficioso proceder a la renovación del transporte público y privado más allá de los autobuses Yutong y las gacelas rusas? Con autos que hacen 20 kilómetros por litro de gasolina, ahorraríamos la mitad del combustible actual. Y los carros viejos se utilizarían como chatarra para nuestra industria o para exportar. Hoy, en la calle, un Lada viejo se vende por 30,000 CUC o más, al igual que los almendrones. Tal vez una de las ofertas que podrían completar las más recientes medidas sobre el comercio de piezas de repuesto y equipos eléctrodomésticos podría ser la venta, a personas naturales propietarias de vehículos viejos, autos nuevos de bajo consumo a precio normal con la condición de entregar el vehículo viejo. ESO ES LO QUE GANARÍA el Estado en lugar de impuesto en metálico.

Lamentablemente seguimos aplicando el 10%% de gravamen al cambio de dólares físicos en las CADECAS, lo que hace que la gente los cambie con particulares  que no lo gravan así. Se pierde el banco ese dinero.

El gobierno ha manifestado preocupación con los especuladores que quiran acaparar para revender. Esto me recuerda lo que el padre de la exitosa reforma económica china, seguida después por VIETNAM, decía en los años 80 del siglo pasado: estabilizar el mercado es asunto primordial. Supongamos que un especulador quiere aprovecharse de nuestras nuevas medidas y compra cien motos eléctricas.  Si al día siguiente la tienda dispone de otras cien y así día tras día, de modo que la mercancía no se agote, el especulador se auto liquida. La clave está en mantener la oferta. EL MERCADO SIGUE SIENDO VÁLIDO EN EL SOCIALISMO, SÓLO QUE MEJORADO CON LA JUSTICIA SOCIAL.

El reajuste de horarios de trabajo   y demás medidas evidencia la potencial reserva existente. Todo empleado de ministerios  sabe que las 8 horas oficiales de trabajo se reducen a 5 en la práctica debido a la girovagancia y el palique ambulatorio como calificó el Canciller Raúl Roa García a este mal oficinesco. Las bodegas de barrió resolverían  su cometido con un horario corrido más breve en lugar de los dos turnos actuales.

De lo que se trata es de hacer las cosas bien con el mayor ahorro posible con la seguridad de que si todos hacemos lo mejor, todos tendremos lo mejor. 

Cuba: El aumento salarial todos contentos menos los Melchoras

Tomado del blog PostCuba

Por: Marco Velázquez Cristo.

El anuncio del aumento salarial para el sector presupuestado ha disparado la creatividad de determinados personajes que, al quedarse sin argumentos para poder criticar la medida, teorizan mejor fantasean sobre las posibles implicaciones de la misma.

No me voy a adentrar  en los detalles técnicos del tema que ya es objeto de análisis y debates en las redes sociales, sino en la conducta de los “inconformes de siempre” de esos que, varita mágica en mano y bola de cristal delante, ajustan, deforman o manipulan la realidad a su antojo para presentar “salvadoras soluciones” para los problemas de nuestro país.

Cuando no estaban creadas las condiciones para  implementar una medida de ese alcance e impacto en la sociedad y la economía cubana, abogaban por su aplicación. Cualquier argumento que se les presentara no lo consideraban valido, para ellos era el ahora o nunca sin importar las posibles implicaciones.

Paradójicamente ahora les “preocupan” las que consideran potenciales consecuencias negativas que pudiera tener la decisión de aumentar los salarios al sector presupuestado sobre la situación del país, algo que revela la hipocresía, la falta de seriedad y el grado de irracionalidad que encerraban y encierran sus propuestas.

Lo cierto es que, las vinculadas al tema salarial como otras que lanzaban al espacio mediático, carecían del respaldo de los resultados de estudios serios, ejecutados con información confiable y por lo tanto estaban planteadas sobre bases subjetivas y especulativas, amén de la mala intencionalidad que escondían las medidas complementarias que sugerían para apuntalarlas.

En sus análisis obvian intencionalmente que, Cuba es un país socialistas donde los principales actores con capacidad de influencia en la vida económica del país están en manos del Estado por lo tanto este tiene su control (que está ejerciendo con rigor) y puede determinar su comportamiento.

Son unos Rupertos que, como el popular personaje humorístico de la TV cubana tienen un andar trastabillante y pretenden vivir del cuento interneniano. Vaya que se comportan como Melchoras que de todas formas lloran.

Es evidente que la dirección del país no está improvisando; las intervenciones del Presidente, ministros y otros funcionarios del Estado demuestran que, la mencionada decisión  se ha tomado luego de  haberse valorado a profundidad todos los factores que pudieran incidir en el comportamiento posterior de la economía y definida la estrategia para su control. Pudiéramos decir que se ha actuado  siguiendo una de las tantas enseñanzas de Fidel de que, las cosas deben hacerse cuando hay que hacerlas nunca antes ni después del momento exacto.

Por eso cuando veo: El empeño de la dirección del país por encontrar fórmulas realistas para solucionar los problemas que afectan a la nación, a nuestros campesinos y obreros luchar por aumentar sus producciones a pesar de los obstáculos y limitaciones que enfrentan, a mi pueblo que, ni se amedrenta, ni se arrodilla ante el imperio que pretende rendirlo por hambre mediante un cruel bloqueo;  y lo contrasto con la conducta de los que, desde posiciones que intentan disfrazar de revolucionarias tratan de sembrar el desaliento, la desconfianza y la incertidumbre siento que con esos no puedo entenderme.

Comprendo que para poder enfrentar la hostilidad del norte revuelto y brutal que nos desprecia es cardinal la unidad. La unidad tal y como la concebía Martí,  no a partir de una subordinación del pensamiento sino como una búsqueda de aquellos elementos que nos unen, que nos pueden llevar a un proyecto común. La que Fidel construyó de acuerdo con esa concepción martiana de la misma y que nosotros tenemos la obligación de mantener y fortalecer.

Entonces  en consonancia con ese precepto bienvenida la unidad con los que no pugnan por reinstaurar el capitalismo en nuestra nación, con los honestos que con matices conciben como viable y justo el rumbo socialista de Cuba, con nuestros emigrados dignos y patriotas que quieren el bien común y lo mejor para la patria; pero con seudorevolucionarios no, porque no piensan como país, sino que  piensan como el país de enfrente y eso hace que no tengamos ningún proyecto común.

A los que consideren que esta posición puede ser sectaria y fomenta la desunión, vale recordarles que hasta en la biblia se rechaza la falsa unidad, una cita, “…¿Qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?…”, Apóstol Pablo (2 Cor. 6:14-18)

Las cooperativas dignifican el trabajo

tomado del blog: El Pinero

Por Sergio I. Rivero Carrasco
Hoy el mundo celebra el Día Internacional de las cooperativas bajo el lema “Un trabajo digno”, dedicado en esta ocasión a demostrar una vez más que las cooperativas son organizaciones productivas o de servicios centradas en las personas, su protección y desarrollo,  caracterizadas por un control democrático que da prioridad al desarrollo humano y la justicia social en el lugar de trabajo en el que se desempeñe cada una.

Según se estima por las estadísticas internacionales, las cooperativas de todo el mundo emplean o son la principal fuente de ingresos para más de 279 millones de personas, que representan casi el 10% de la población activa total de la humanidad.  Pero más allá de estos números, muchos estudios realizados a este nivel revelan que, en comparación con el empleo en otros sectores, los trabajos cooperativos tienden a ser más sostenibles con el tiempo, mostrar una brecha más pequeña en las ganancias entre las posiciones más altas y más bajas; y están distribuidos más equitativamente entre las áreas rurales y urbanas.
En nuestro país las cooperativas  fueron creadas hace 40 años para la producción agropecuaria (CPA), como una forma colectiva de producción social a partir de la decisión de los campesinos de unir sus tierras y otros medios de producción fundamentales. Hoy están recogidas en la nueva  Constitución de la República  en el Artículo II Inciso b), como una forma de propiedad cooperativa: la sustentada en el trabajo colectivo de sus socios propietarios y en el ejercicio efectivo de los principios del cooperativismo; de ahí su importancia en el Modelo de Desarrollo Económico y Social que se emprende, muy importante en los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo Económico-Social hasta el 2030. En él se conceptualizan las cooperativas Agropecuarias y No agropecuarias, dedicadas a diferentes formas de gestión No estatal vinculadas con el transporte, las construcciones, la gastronomía y los servicios.

En la Isla de la Juventud funcionan hasta el momento un total de 28 cooperativas y entre agropecuarias no agropecuarias, las  cuales ocupan a un número elevado de asociados y tributan de manera decisiva a la producción de alimentos, la ganadería la gastronomía y los servicios en el marco de la economía local. Todo lo anterior distingue la voluntad  de su atención, normativa y conducción por parte del gobierno territorial y nacional en la protección y garantía a esos trabajadores y sus organizaciones, las cuales demuestran cuánto se puede avanzar  en todos los sectores en donde ellas actúan. En Cuba las cooperativas tienen un distingo particular en relación con otras en el mundo porque el propósito ha sido que ellas sean socialistas con beneficio social, se ajusten a nuestras condiciones específicas del país e incluso a las características propias del cubano.
Según ha declarado  Ariel Guarco, presidente de la Alianza Cooperativa Internacional, “Las cooperativas ayudan a preservar el empleo y a promover el trabajo decente en todas las ramas de la economía. A través de la participación, los miembros (…) tienen una motivación para cambiar sus vidas, sus comunidades y el mundo”, de ahí la importancia de vincular a estas formas a las estrategias de desarrollo local, a su prominencia en el desarrollo y aporte a las comunidades y como expresó Ramón Labañino, Héroe de la República de Cuba y Vicepresidente de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC) “las cooperativas (…) llegaron a la realidad económica nacional para quedarse y actuar en beneficio de todos y por el socialismo cubano”.

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La concepción socialista del Che, ayer y hoy

Tomado del blog: Dialogar, dialogar

Elier Ramírez Cañedo

(Palabras de presentación del libro: “El pensamiento económico del Che”, de Carlos Tablada)

I

Quisiera comenzar estas palabras recordando hoy a Fernando Martínez Heredia, uno de los intelectuales cubanos que más estudió las ideas y las batallas del Che y que fue también un guevariano en la vida. Lamentablemente  lo perdimos físicamente hace dos años, cuando aun su mente luminosa seguía aportando muchísimo al pensamiento social cubano. Gracias Fernando, por tu ejemplo.

Creo ha sido una idea muy feliz que la editorial Ciencias Sociales haya decidido relanzar El pensamiento económico del Che, de Carlos Tablada. Con 38 ediciones realizadas y más de 600 000 mil ejemplares impresos en 14 países y 9 idiomas, esta obra continúa siendo un clásico entre los estudios del pensamiento revolucionario cubano y latinoamericano, al abordar las ideas de uno de los marxistas más descollantes del siglo XX.

Esta nueva edición aparece ahora con una excelente carta de presentación, los prólogos a impresiones anteriores realizados por Aurelio Alonso, Celia María Hart y Fernando Martínez Heredia, quienes no se limitan a destacar los valores del libro de Tablada, sino que lo complementan y dialogan con él a través de vivencias personales y análisis muy oportunos.

Esta es una obra finalizada en 1984, luego de 15 años de laboreo científico y cuyos resultados de investigación tuvieron que  enfrentarse de manera audaz y valiente a poderosas fuerzas internas, en una época donde el Che era recordado y estudiado como guerrillero, internacionalista, hombre de excepcionales cualidades éticas y políticas, pero desconocido en lo más valioso de su pensamiento teórico sobre la transición socialista. Muy poco era lo que se había publicado tanto de la propia obra del Che, como estudios  sobre su pensamiento en el período 1967-1987, hasta la aparición del libro pionero de Tablada.

Es justo mencionar como excepciones de esta etapa, la compilación de buena parte de la obra del Che en 7 tomos,[i] bajo la coordinación de quien en ese momento era su viceministro primero, Orlando Borrego. Estos tomos contaron con el privilegio de haber sido revisados por el Che en 1966 cuando se entrenaba para la lucha en Bolivia, sin embargo saldrían en 1970 en una tirada reducida solo para cuadros de dirección.[ii] En 1972 el Instituto Cubano del Libro tomando como fuente la compilación realizada por Borrego, publicaría Ernesto Che Guevara. Escritos y discursos.[iii] En el exterior, un año antes, había salido a la luz el libro El pensamiento del Che Guevara, de Michael Lowy.[iv] Pero lo cierto es que las ideas del Che durante años continuaron siendo patrimonio exclusivo de algunos especialistas. Si aún hoy existe desconocimiento y distorsión de sus ideas, hay que imaginarse el contexto de aquellos años, en que la mayor parte de su obra permanecía inédita o ignorada.

Quizás algunos subvaloraron –ya fuera por desconocimiento o mala intención- los aportes teóricos y prácticos del Che a la construcción del socialismo, considerando en espacios íntimos al Che de voluntarista e idealista, asociando su pensamiento al modelo económico asumido en la segunda mitad de los años 60. Vale la pena insistir en que nada tuvieron que ver aquellos errores y distorsiones económicas, con la aplicación del Sistema Presupuestario de Financiamiento (SPF) creado por el Che. De hecho, el SPF nunca llegó a aplicarse a escala nacional y hasta 1965 convivió junto al modelo del Cálculo Económico defendido fundamentalmente por Carlos Rafael Rodríguez.

A partir de los análisis críticos de las fallas cometidas en la conducción de la economía se pasó a otro modelo diseñado a inicios de los años 70, pero implementado a partir de 1976: el llamado Sistema de Planificación y Dirección de la Economía (SPDE), tomando como base la experiencia de los países del campo socialista. Recordar que Cuba había entrado al Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME) en 1972. Con el nuevo modelo comenzarían a sentirse entonces en pocos años los efectos nocivos del pragmatismo economicista: la ganancia y rentabilidad al margen de las consecuencias sociales; el estímulo material como único instrumento para incentivar a los trabajadores –deformado además en su comprensión y aplicación-, confianza excesiva en los mecanismos, entre otros males muy similares a aquellos que desde mucho antes venían corroyendo las bases ideológicas y culturales de las sociedades del llamado “socialismo real” y que el Che tan premonitoriamente como 1965 había advertido:

Creemos importante la tarea porque la investigación marxista en el campo de la economía está marchando por peligrosos derroteros. Al dogmatismo intransigente de la época de Stalin ha sucedido un pragmatismo inconsistente. Y, lo que es trágico, esto no se refiere solo a un campo determinado de la ciencia; sucede en todos los aspectos de la vida de los pueblos socialistas, creando perturbaciones ya enormemente dañinas, pero cuyos resultados finales son incalculables (…) Nuestra tesis es que los cambios producidos a raíz de la NEP han calado tan hondo en la vida de la URSS que han marcado con su signo toda esta etapa. Y sus resultados son desalentadores: la superestructura capitalista fue influenciando cada vez en forma más marcada las relaciones de producción, y los conflictos provocados por la hibridación que significó la NEP se están resolviendo hoy a favor de la superestructura. Se está regresando al capitalismo”.[v]

Aquellas armas melladas del capitalismo utilizadas para construir el socialismo, lejos de ser eliminadas o controladas, fueron robustecidas con la Perestroika y la Glásnot de Gorbachov y penetraron hasta el corazón mismo del sistema soviético, terminando en aquel derrumbe vergonzoso que conocemos.

Fue en ese convulso y peligroso contexto de mediados de los años 80[vi] que el libro de Tablada adquirió una fuerza inusitada, luego de caer en las manos de quien más podía comprender a cabalidad su importancia y trascendencia: Fidel Castro. El líder de la Revolución se convirtió en el principal divulgador de la obra. En discurso pronunciado el 8 de octubre de 1987 expresaría: “Recientemente se hizo una compilación de todas estas ideas y un economista escribió una obra por la cual recibió un premio en la Casa de las Américas, que tiene el mérito de haber recopilado, estudiado y presentado en un libro la esencia de las ideas económicas del Che, recogidas de muchos de sus materiales hablados o escritos, artículos y discursos sobre cuestión tan decisiva para la construcción del socialismo. La obra se titula El pensamiento económico de Ernesto Che Guevara”.[vii]

El libro se convirtió en una referencia obligada para acometer en la Isla a partir de 1986 lo que se conoció como Proceso de rectificación de errores y tendencias negativas. Así el Che, con esa capacidad de seguir naciendo, vino nuevamente a combatir junto a nosotros todas las deformaciones que podían conducirnos irremediablemente hacia el capitalismo, en un momento donde muchos se ilusionaban y defendían la posibilidad de extrapolar las reformas impulsadas por el liderazgo soviético a nuestra realidad. Gracias al empeño de Tablada las ideas del Che sirvieron entonces no solo para rectificar en la búsqueda de nuestro propio camino, sino también como muro de contención a los entusiastas del calco y la copia.

II

Recientemente se hizo público un discurso inédito de Fidel en un encuentro con el Consejo Nacional de la Asociación Hermanos Saiz, el 12 de marzo de 1988, donde se observa claramente la fuerte conexión de Fidel con las ideas del Che, que evidentemente había vuelto a analizar a partir del libro de Tablada. Me permito citar algunos fragmentos:

Nosotros no vamos a descuidar, ni en lo más mínimo, todo lo que se refiere a la eficiencia económica, pero habíamos caído en un mercachiflismo terrible; ni se sabe las consecuencias que habíamos tenido con esas empresas que actuaban como empresas capitalistas, es decir, tuvimos un bache serio.

Yo me imagino lo que ha pasado en algunos países por ahí, porque todos esos mecanismos estuvieron funcionando veinticinco o treinta años; aquí estuvieron diez y por poco acaban con nosotros, esa es la verdad, en el cual se estaba aplicando una experiencia de otros países. Pudiéramos decir que el Che previó, porque el Che –y nunca había vivido esa experiencia por un país del Tercer Mundo- tenía una desconfianza terrible en aquellos mecanismos y decía que no se podía construir el socialismo a base de aquellas categorías capitalistas.

Cuando en el año 1975 se empezó a aplicar aquí el sistema similar a los demás países socialistas, tuvimos todas esas cosas. Después las empresas no querían terminar un edificio porque ganaban dinero moviendo tierra, poniendo columnas y no ganaban dinero terminando, que es lo más difícil, lo que menos ganancia daba, y se empezaron a convertir en unos capitalistas de pacotilla. Yo digo, bueno, podemos decir que la Revolución pasó un período de eso, iba en estancamiento y descenso. Esa es la realidad.

(…)

¿Qué, nos vamos a poner a competir con la sociedad de consumo yanqui? ¿Vamos a entrar en la competencia para que la gente se quede aquí a base de darle más zapatos, más lujos, más cosas? ¿Cuántos se quedarían aquí, si el cemento que une al ciudadano a su patria no es otra cosa que el bienestar material?

(…)

Recuerdo lo que dije que significaba la cultura cuando había los criterios de que “esto cuesta tanto”, “esto es improductivo”, como si lo único productivo fuera aquello que produjera cemento, acero, cosas materiales.

(…)

Si se cree en el hombre, y es un punto de vista del que yo parto, ¿es un animalito que obedece solo al palo o a la zanahoria? Yo no creo que el hombre sea esa porquería realmente. Yo creo que el hombre es mil veces superior a eso”.[viii]

III

A pesar de que el Che se adelantó como nadie en la crítica al socialismo real existente y alertó sobre la restauración del capitalismo en los países europeos, todavía hoy algunos siguen considerando la visión del Che sobre lo que debía ser y lo que no debía ser el socialismo, como idealista. Creo que tener esa valoración a estas alturas solo es posible sobre la base del desconocimiento o la tergiversación de la propuesta teórica y práctica del Che sobre la transición socialista. Basta con leer el libro de Tablada para entender cuanto realismo había en las propuestas del Che. Ese Che realista es que llega a plantear: “pensar que un país entero va a responder a estímulos superiores teniendo hambre…., eso a mí me parece un sueño (…); hay una cantidad de necesidades que son vitales, y ésas hay que satisfacerlas, si no las satisfacemos, difícilmente podamos avanzar”.[ix] Pero para leer y entender al Che hay que hacerlo desde su visión totalizadora del socialismo, donde no se pueden segmentar sus propuestas económicas, de la ideología, la política y la cultura. El Che tomó distancia tanto del idealismo voluntarista como del pragmatismo economicista.

“El socialismo económico sin la moral comunista no me interesa –expresaba el Che-. Luchamos contra la miseria, pero al mismo tiempo luchamos contra la alienación”.

Marx se preocupaba tanto de los hechos económicos como de su traducción en la mente. El llamaba a eso un “hecho de conciencia”. Si el comunismo descuida los hechos de conciencia puede ser un método de repartición, pero deja de ser una moral revolucionaria”. [x]

Y es que para el Che, como destaca Tablada: “los éxitos económicos serían realmente tales en la medida en que, tanto por sus resultados finales como por la manera en que fueran logrados, implicaran un impulso decisivo a la formación de nuevas relaciones sociales más humanas y, por tanto, de nuevas formas de conciencia social”.[xi]

Siendo uno de los grandes humanistas del siglo XX al igual que Fidel, para el Che siempre estuvo claro que la meta fundamental no era solo crear una nueva sociedad como antípoda de la sociedad capitalista, sino crear seres humanos distintos y que, de hecho, era imposible llegar al comunismo si por el camino no se forjaba al “hombre nuevo”. El Che colocaba al hombre en el centro de toda su concepción del socialismo, como actor consciente de la historia, y al factor subjetivo como la palanca principal para crear nuevas realidades. El Che no solo rechazaba al orden de subordinación que realizaban algunos teóricos al subordinar el desarrollo de la conciencia al “gradual aumento de los bienes de consumo para el pueblo”, sino que incluso defendía el criterio que el desarrollo de la conciencia ayudaba a que el individuo pudiera comprender, controlar y guiar los hechos económicos y acelerar más la creación de la base económica en función del proyecto social.

A lo largo de todo el libro de Tablada, se nos presenta a un Che enfrentado a la vulgarización más extendida del marxismo: el  llamado determinismo económico. Para el Che no había economía sin política, tampoco política sin economía, pero era fundamental que la política fuera la que condujera a la economía y no viceversa. No desconocía los límites impuestos por las condiciones objetivas, pero tampoco se subordinaba a ellas. El Che entendía que las circunstancias hacen al hombre, pero también éste es capaz de hacer sus circunstancias. La herejía de la Revolución Cubana y del propio Fidel, ante los supuestos imposibles históricos, habían sido para él mejor ejemplo práctico.

Por supuesto, eso no significa –y estoy seguro que nunca fue la intención de Tablada- que estemos llamados a adoptar como camisa de fuerza las fórmulas en el sistema de dirección económica que el Che ideo para un contexto muy particular, como era aquel de la Cuba de los años 60, pero sí a profundizar en un pensamiento que aun tiene mucho que decirnos en las circunstancias actuales para evitar que “los árboles nos impidan ver el bosque”. Hay esencias en el pensamiento del Che que son y serán útiles para todos los tiempos, y en cualquier circunstancia de un proyecto que pretenda convertirse en una alternativa real y superior al capitalismo.

La enseñanza del Che, como también se desprende de este libro, es que debemos incentivar siempre el pensamiento crítico y por supuesto –si nos decimos revolucionarios y marxistas-, no contentarnos solo con interpretar el mundo, sino transformarlo. “¿Por qué pensar que lo que “es” en el período de transición, necesariamente “debe ser?”[xii] Es una pregunta que continuamente se hacía el Che y que debiera acompañarnos siempre para evitar el anquilosamiento y las verdades eternas, y a que prevalezca la “creación heroica” que proponía también ese gran marxista latinoamericano que fue Carlos Mariátegui.

IV

La influencia que desempeñó el libro de Carlos Tablada en la política cubana de la segunda mitad de los años 80, constituye una muestra ejemplar del papel que pudieran -y están llamadas a desempeñar- las ciencias sociales en nuestro país en la coyuntura actual, en tiempos de trascendentales cambios y transformaciones en nuestra realidad económica, política y social. En un momento en que se han multiplicado los diversos actores y estructuras que hoy intervienen en nuestra economía, sigue teniendo gran vigencia el llamado que hizo Tablada a partir de sus profundos estudios del pensamiento del Che: “La forma en que cada una de las nuevas estructuras económicas e instituciones condiciona y se expresa en las motivaciones del hombre corriente, resulta un aspecto vital que debe ser estudiado en cualquier ensayo sobre el período de transición”. [xiii]

El libro de Tablada que es más que el pensamiento económico del Che, pues aborda su concepción amplia y sistémica del socialismo, nos reafirma que el pensamiento y el ejemplo Ernesto Guevara siguen siendo actuales y necesarios para encarar los viejos y nuevos entornos subjetivos que vienen reproduciéndose en nuestro país –acompañados de nuevas expectativas y paradigmas de éxito, que se alejan del ideal de socialismo al que aspiramos y por el que luchamos; para enfrentar además del imperialismo y el capitalismo, al colonialismo cultural más sutil que nos invade, ya sea en la educación, en el lenguaje, en las costumbres o en los métodos. El Che sigue convocándonos a combatir el burocratismo, la corrupción, el derroche, las indisciplinas sociales, la doble moral, la apatía y el derrotismo. El Che sigue motivándonos a que a contracorriente nos aferremos a lo mejor el humanismo y a que junto al desarrollo de las fuerzas productivas desatemos las fuerzas espirituales de la nación cubana. El Che sigue llamándonos a ser patriotas, solidarios e internacionalistas.

Este es un libro pertinente para Cuba, pero también para toda la izquierda mundial, en especial en Latinoamérica. Las derrotas que han sufrido los procesos progresistas en América Latina y el Caribe,  han demostrado que el cambio revolucionario más trascendente y perdurable no está en lograr mejores patrones de distribución, en crear nuevos consumidores, sino en forjar nuevos sujetos para el cambio revolucionario, consientes y protagonistas de las principales transformaciones. Muchas de esas ideas ya fueron adelantadas desde el siglo pasado por el Che y podemos verlas nítidamente en esta obra que presentamos hoy.

¡Muchas Gracias¡

Para luchar contra los demonios, no queda más remedio que ser otro demonio

tomado de Segunda Cita

Por Esteban Morales
Los demonios no creen en cruces, oraciones, lamentos ni lágrimas.
Yo alerto en un artículo mío publicado por IPS internacional hace unos días. Que a pesar de que nadie está de acuerdo, ni Europa, ni todos los aliados de Estados Unidos, en la aplicación del título III de la Helms-Burton; ni en todas las medidas que ahora han comenzado a ponerse en práctica, ya todos se preparan para contrarrestar la escalada que está ejecutando Trump. 
¿De dónde vienen esas medidas de Trump?
No queda más remedio que entender que la razón de que ellos crean que ahora tienen una oportunidad de triunfar con esa política que siguen contra nuestro país, se la hemos dado nosotros mismos. Desde la declaración del Cro.  Raul en la reciente Asamblea Nacional, de que en los meses que vienen la situación económica se pondrá difícil para Cuba. Hasta de que nuestro PIB del 2019 será si acaso como el del 2019. Dicho por nuestro ministro Gil; y también que a lo más que podemos aspirar es a no decrecer. Sin poder dar plazos de hasta cuando durará esa situación. No podemos demeritar la posibilidad, de que también hayan llegado a sus oídos las múltiples críticas que internamente se escuchan sobre la necesidad de variar el rumbo de la política económica. El cúmulo de críticas que se hicieron en el proceso de debate de nuestra constitución. Y en general, las opiniones de nuestra población sobre situaciones de larga data que no se solucionan, como la insuficiencia de los salarios, los precios que no dejan de aumentar, la falta de algunas medicinas, etc.  
Las escaseces y las medidas “nerviosas” que se adoptan ahora con la distribución de los productos de consumo de primera necesidad, etc. Los múltiples accidentes que hemos tenido a partir del avión rentado que se cayó, el tornado que nos afectó y otros accidentes de tránsito, así como la agudeza adoptada por la corrupción. Que se expresa claramente en los desfalcos recientemente anunciados y el robo de la gasolina que no se soluciona aún. Que alimentan preocupaciones y daños no resueltos. Lo que da una imagen de dificultades que no se solucionan. Y que ponen de manifiesto una realidad interna que se nos complica.
Desde los años 90 en que construí un “modelo para el análisis de la  confrontación Cuba-Estados Unidos”, dije que la variable determinante de ese Modelo, es la “Dinámica Interna de la sociedad cubana” y dentro de ella, de manera especialmente determinante, como se comporta nuestra economía. Por tanto, si creemos otra cosa, estamos equivocados. Ahora se justifica que Trump crea que este es el momento propicio para hacernos daño. Además, porque el pensamiento dominante en nuestro pueblo, y su estado de ánimo, también dominante, es que nos acercamos a un nuevo Periodo Especial. Eso lo decimos nosotros y ellos lo escuchan y adoptan como una señal de que este es el momento propicio para irnos con todo encima, con todo lo que puedan utilizar. Fíjense la escalada de medidas contra nosotros; esas medidas no son aisladas. Continuarán incrementándose, hasta que quienes la aplican logren ver sus efectos.
Estamos cogidos en una trampa. No nos queda más remedio que informar y alertar al pueblo de las dificultades, que ya están o se aproximan aún más. Mientras que, al mismo tiempo, esos anuncios sirven para que nuestros enemigos se afilen los dientes. Y consideren que no hay mejor momento para estrechar el cerco sobre nosotros, que este de ahora.
¿Qué podemos hacer nosotros? Creo que todo lo que muchos hemos estado diciendo, por largo tiempo ya, y que no acabamos de hacer, o de lo contrario, puede ocurrir lo imprevisiblemente negativo.
Luego entonces, ya no valen preocupaciones ideológicas, ni miedos, ni preocupaciones de hacia dónde nos pueden llevar las medidas a adoptar. Ya se trata de que o enrumbamos el camino de la recuperación económica, o tal vez otros vengan a hacerlo por nosotros y no precisamente para beneficio de nuestro pueblo.
El tiempo ya se acabó. Anduvimos muy lentos y hemos esperado demasiado. Ahora lo más que podemos hacer es tomar la guía de cambios que tenemos elaborada y comenzar a aplicarla de verdad. Con el acicate de que o sobrepasamos exitosamente la coyuntura en que nos encontramos, o no vamos a sobrevivir para contar la historia. 
Junio 4 del 2019.