Category: Opinión

Me quedo conmigo

tomado del blog: Segunda Cita

Por Laidi Fernández de Juan
A Nancy
Cuando salimos de la Isla del ardiente sol, además del traslado físico del cuerpo, suceden muchas otras cosas. Recibir cariño de amistades de toda la vida, que hoy viven fuera, funciona como un alivio de difícil descripción, y ha de admitirse que es casi imposible evitar sentimentalismos. Esa amiga que nos recibe en un lugar desconocido por nosotras, con el mismo ardor de cuando éramos niñas inocentes, felices e indocumentadas, acaricia heridas recientes, y se alcanza algo parecido a la felicidad. Lágrimas, hipos, abrazos y besos incluidos en aeropuertos igualmente desconocidos, conforman solo el inicio de la aventura que nos espera. Los primeros días son los más agitados, entre preguntas, relatos y todo aquello que significa actualizarse: “¿Te acuerdas de…?”; “Si vieras ahora…”; “¿Cómo has podido…?”; “¿Y tú, cómo puedes tú…?”; ¿Eres feliz de verdad, de verdad?”; “¿Y tú, acaso lo eres tú?” y largas charlas que más o menos satisfacen curiosidades inevitables, luego ceden paso a recorridos con vistas hermosísimas. Paisajes diferentes a los nuestros, fenómenos de la naturaleza marina y boscosa, joyas arquitectónicas modernas, impresionantes edificios que en cualquier momento tocarán las nubes, carros que nos parecen supersónicos, comidas deliciosas y un ambiente relajado y asombroso a la vez, poco a poco logran el milagro de apaciguarnos ansiedades, angustias, dolores.

Acudir a las tiendas, es parada obligatoria. Comprar “lo que se pueda” es un acto del cual no nos gusta hablar, pero que todos hacemos. Mi buen amigo Doimeadiós, en su inolvidable espectáculo “Aquicualquier@”, lo demostró como nadie. Dice: “Nos llevan al Prado, al Reina Sofía, y en lugar de disfrutar de los enanos de Goya, de Las Meninas, o del Guernica, nuestra mente va repitiendo zapatos…zapatos…zapatos bajitos para abuela, con cordones para el niño, de tacones para la quinceañera y tenis para mi hermano. Honesto como es, Doime siempre nos hace reir.

Hasta que entramos a los gigantescos almacenes llamados mall o galerías comerciales, algunos de los cuales tienen cien restoranes y diez salas de cine, no entendemos cómo será posible decidirnos por una cosa o por otra, por tal artículo o por aquel otro. Nos abruman las opciones. No estamos acostumbrados a la variedad, y acaso ni siquiera a la existencia de algunas “cosas”. Debemos mantener cierta dignidad, mientras la realidad nos abofetea, y nos quedamos con los ojos fuera de las órbitas, la boca en un rictus, sudoroso el cuello y con picazón en las manos. Debe ser una especie de pánico tenderil. La amiga, ya curada de espanto, y con una generosidad increíble, se divierte con la cara de quéhagoyoaqui que no sé esconder. Después de recorrer dos o tres pisos, ciento vente perchas, miles de anaqueles, subir y bajar en elevadores transparentes que parecen cápsulas espaciales, cuando ya me duelen los pies, la espalda, y la migraña maldita anuncia su aura, pronuncio al fin “No puedo con tanto. Llévame a un café, por tu santa madre”.

Apenas he comprado un par de sartenes, el pijama de mi padre, la trusa de mi hijo y los destornilladores que mi esposo pidió, pero estoy exhausta. Al dia siguiente, empiezan a llegar mensajes de Cuba que me obligan a repetir la experiencia de pasmarme en esas tiendas descomunales: “Se rompieron tres bombillos…la perra tiene hongos…no encuentro benadrilina… y etc.” Llega el momento en que no me dejo impresionar -o eso creo-, y, cual si fuera una yegua con orejeras, aprendo a ir directamente al estante de bombillos ahorradores, a la hilera de antimicóticos más baratos, y a la de antihistamínicos más antiguos, sin mirar nada más. Mi amiga, sabia en muchas cuestiones, que ya “le ha cogido el tumbáo a la cosa”, me va explicando el mecanismo mediante el cual “ellos” saben satisfacer demandas que ignorábamos, y lo hacen con una sutileza asombrosa. Por ejemplo: en las áreas destinadas a los alimentos, lo primero que ve el consumidor (en este caso, una incauta como yo) es todo natural, fresco, apetitosamente sano. Y claro…después de echar en el carrito de la compra media frutabomba, una mano de platanitos y un puñado de dátiles, ya se siente que se ha cumplido con las normas higiénicas recomendables en la alimentación. Entonces es menor la culpa al añadir un frasco de Nutella, el más pequeño envase de helado Häagen-Dazs y una flauta de pan viena.

Inevitablemente, pienso en Cuba. No de forma abstracta, ni por el simple hecho de haber nacido y querer morir en el mismo suelo de mis padres, sino más bien de modo más que concreto, roñoso. En específico, pienso en las tiendas que suelo visitar en mi ciudad natal con una frecuencia aterradora porque lo que hay el lunes, desaparece el jueves, se encarece el sábado, y en una semana, ya las tenderas ni lo recuerdan. Entrando en la parte de comestibles del FOCSA, por ejemplo, somos bautizados por una gota que con puntería de campeonato, cae en el centro del cráneo de cuantos entramos, sin importar la hora del dia, ni el ateísmo que se profesa, ni la calvicie disimulada. Lo más probable es que dicha gota proceda de las aguas albañales del edificio de encima de la tienda, pero esa es cuestión que no se piensa. Hay que entrar y punto. Ya una vez dentro, un vaho torturante nos recuerda que estamos en verano. Si fuera invierno, nos congelaríamos, pero desde mayo, ya se sabe que los aires se rompen en cines y tiendas. Si no hubiera tanto calor en dicha tienda, los abofados del techo, los cartones que regados por el piso señalan que algo sucede bajo nuestros pies (¿humedades, aceite o mayonesa derramada?), pasarían más o menos inadvertidos. Pero claro, cuando el malestar se emperra, adquirimos vista de águila y olfato de sabueso para averiguar qué más anda mal. Galerías Paseo, otra de las más concurridas tiendas de la capital, además del calor inherente a lo ya explicado del FOCSA, tiene los suelos rotundamente ahuecados. Más que grima, produce lástima, y más aún: miedo. Agujeros lunáticos ayudan a creer que pisamos otra superficie ajena a la tierra. Ir a Galerías es como visitar un planeta adonde no ha llegado ser humano. Pero no nos satisface la visita ni el descubrimiento, sino más bien nos aterra la idea de quedarnos a vivir allí, entre cráteres alienígenas. Todos estos pensamientos en medio de un mall, producen pena ajena y propia.

Mi amiga me sacude, me invita a seguir mirando vidrieras, me brinda café, y al atardecer caminamos juntas bordeando un agua que si bien no es bonita como la cubana, al menos no atiza añoranzas. Por mi cara, mi amiga sabe que ya el deslumbramiento inicial ha concluido. Y que la compulsión que me caracteriza, ha llegado, y me obligará a regresar cuanto antes por donde mismo vine. El tiempo, que suele volar, cuando estamos fuera se enlentece, o eso me parece a mí. Será que La Habana sigue siendo la ciudad de mis sueños a pesar de todo, Será que echo de menos el aroma del mar, la brisa del malecón, las moscas, el calor, el maltrato y el ruido, como muestra de un masoquismo inexplicable, Será que una extraña culpa me estrangula, como si hubiera abandonado a mi gente en medio de un incendio, Será que mis ojos solo miran aquellas pequeñas cosas que disfrutarían más y mejor mi padre, mi hijo menor, mi compañero, y por tanto, me siento usurpadora, Será que el poema de Benedetti me martilla “No te salves…no te salves…no te salves”. No me quedan claras las razones, pero, y a pesar de la burla de mi amiga, desgarro frases que en ese contexto suenan a ridiculez, sin que pueda evitarlo. No puedo quedarme inmóvil al borde del camino, le digo. No puedo llenarme de calma, ni puedo congelar el júbilo, ni reservo del mundo un lugar tranquilo, porque yo quiero con ganas, y no dejo caer los párpados. Ella sabe que cito al gran uruguayo, y me perdona. Al cabo, volvemos a abrazarnos en el ya no tan desconocido aeropuerto, con la misma pasión de hace más de medio siglo, cuando nos conocimos con aparaticos en los dientes y zapatos ortopédicos, y de nuevo nos decimos adiós, vuelve pronto, te extraño, regresa tú, coño, que esta jugada es muy cara, te quiero siempre, cuídate, llámame, escribe a cada rato. Regreso con sartenes, miconazol, pijamas y otros aperos. No pasan ni dos días, y ya recupero el hábito de criticar, señalar y denunciar, tres verbos practicados con letanía, sin remedio. Hablando en plata, llevo en mí la complicada existencia de un país que embruja. Bajo el hechizo de su amenazante derrumbe, La Habana, más que una ciudad, es un estado de ánimo, y a su emanante suerte me rindo, como siempre.

LA PELEA CUBANA CONTRA LOS DEMONIOS

tomado del blog: Moncada, Lectores

Por Pedro Martínez Pírez
Quienes siguen de cerca la batalla que libra Cuba contra la intensificación del bloqueo de Estados Unidos y el simultáneo perfeccionamiento de la sociedad, destacan los principales hechos de la última semana.
El presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez mantuvo en estos días su batallar en todos los frentes, y subrayó durante el Congreso de la Asociación de Economistas y Contadores, celebrado en La Habana, que junto con la defensa la tarea fundamental de la Revolución es hoy la economía.
Indicó Díaz-Canel que se recrudece el bloqueo, que calificó de cruel, inmoral y genocida, y es necesario enfrentarlo con una creatividad a la altura de la gran masa profesional de que dispone Cuba.
Recalcó que el país no ha renunciado a hacer que la economía cubana, pequeña y asediada hace 60 años, sea próspera y sostenible, y en la vanguardia de ese objetivo deben estar los profesionales de las Ciencias Económicas.
Y mientras en La Habana el presidente Díaz-Canel convocaba a trabajar por la eficiencia y la cultura del detalle, y criticaba la inercia, la indolencia, la burocracia y la falta de sensibilidad e inquietud revolucionarias, el Canciller Bruno Rodríguez participaba en Guyana en la Reunión Ministerial Caricom-Cuba, y visitaba otras naciones caribeñas llevando la denuncia cubana contra el bloqueo yanqui.
En Panamá la vicepresidenta del Parlamento cubano, Ana María Mari Machado, aseguraba en la Asamblea General del Parlamento Latinoamericano y Caribeño que lo que salva a Cuba frente al incremento de la hostilidad de Estados Unidos es la democracia participativa y la conciencia política del pueblo.
Y no menos importante en los últimos días ha sido la visita a Vietnam de una delegación encabezada por Homero Acosta Álvarez, Secretario del Consejo de Estado de Cuba, quien desempeñó un papel muy activo en el proceso hacia la aprobación de la nueva Constitución, que fue recientemente aprobada en referendo por el pueblo cubano.
Y este accionar de la Revolución Cubana frente a la intensificación del criminal bloqueo yanqui, me recordó el largometraje dirigido hace 48 años por el laureado cineasta cubano Tomás Gutiérrez Alea, realizador de la película titulada UNA PELEA CUBANA CONTRA LOS DEMONIOS.
Y en realidad se trata de una verdadera batalla cubana contra los demonios instalados en la Casa Blanca en la actual administración del Republicano Donald Trump.
La Habana, 17 de junio de 2019

CHERNÓBIL. JULIO MARTÍNEZ MOLINA

tomado del Blog: El Ciervo Herido


JULIO MARTÍNEZ MOLINA

julio-martinez-molina

Durante el siglo XX tres hechos trágicos fundamentales vinculados al factor nuclear estremecieron al planeta. De los dos primeros, el responsable directo fue el gobierno de los Estados Unidos, cuyo presidente, Harry S. Truman, ordenó lanzar los bombardeos atómicos sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki el 6 y el 9 de agosto de 1945, respectivamente.

Más de 120 mil personas muertas -de una población de 450 mil-, además de otras 70 mil heridas y la destrucción instantánea de la ciudad casi en su totalidad provocó la bomba en Hiroshima. En Nagasaki asesinó a  50 mil inocentes -de una población de 195 mil habitantes- y causó más de 30 mil heridos. A dichas víctimas precisa sumarse las derivadas, a lo largo de años y décadas posteriores, de los efectos de la radiación nuclear.

El bombardeo atómico contra civiles en ambas urbes niponas constituye el genocidio más atroz, bárbaro e injustificado de la historia de la humanidad. Estados Unidos guarda la deshonra indeleble de ser el único país del mundo en haber empleado el poder nuclear contra una población civil.

El tercer hecho aludido en el primer párrafo, sin parangón con los dos anteriores en razón del carácter alevoso y taimado de aquellos, es el accidente en el reactor RBMK # 4 de la planta de Chernóbil, Ucrania, el 26 de abril de 1986, originado por el error humano; no por razones intencionales. Dos motivos básicos concatenados viabilizaron la explosión: el primero, de relieve mayúsculo, tanto la desidia y falta de profesionalidad de la dirección al mando de los controles aquella fatídica madrugada, como de los directivos centrales de la propia planta; y el segundo, la inobservancia en el diseño de ese tipo de reactores de todos los requisitos establecidos para instalaciones similares a lo largo del resto del mundo, fundamentalmente la carencia de un edificio de contención.

De acuerdo con los datos oficiales conclusivos del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) de Naciones Unidas, hubo 31 muertes directas por el accidente, a las que se sumaron otras 4 mil como consecuencia del suceso. Decenas de miles de personas sufrieron efectos, a distinto grado. Entre 1990 y 2011, Cuba atendió a 26 mil 114 víctimas (el 84 por ciento de estas niños ucranianos, bielorrusos y rusos), en diferentes áreas médicas. De 1998 a 2011 una brigada de doctores cubanos atendió aproximadamente a seis mil personas, cada año, en la ciudad de Evpatoria, Crimea. Dicho programa de asistencia médica integral masiva y gratuita, respuesta solidaria de nuestro país a solicitudes de organizaciones sociales de la Unión Soviética, fue silenciado por los grandes consorcios mediáticos corporativos encargados de escribir la historia que le conviene a los ejes de poder.

Es algo que también suelen hacer los emporios audiovisuales, los cuales hallan su camino todavía más abierto cuando en los propios países donde se suscitan los hechos no se toman las iniciativas para emprender la realización de materiales que reflejen sus circunstancias de la forma objetiva. Así, se comprende mejor el surgimiento de una miniserie como Chernóbil (Chernobyl, 2019), coproducción entre la cadena norteamericana HBO y la británica Sky, propiedad del ultrarreaccionario magnate australiano de las comunicaciones Rupert Murdoch.

CHERNÓBIL 3

A resultas, sobre la serie basada en el libro Voces de Chernóbil, escrito por la periodista y escritora bielorrusa Svetlana Alexievich, Premio Nobel de Literatura conocida por su postura adversa a la Unión Soviética y su lapidario axioma “el comunismo es el opio de los intelectuales”, gravitan dos signos contradictorios: la calidad técnica y narrativa marca de fábrica del sello estadounidense y la decisión irrenunciable -del primero al quinto episodios, pero sobre todo en los dos últimos- de introducir una tesis política y contribuir a la satanización de todo cuanto se relacione con el universo socio-político-económico soviético, contextualizado ello dentro de la actual y muy poderosa tendencia del audiovisual occidental hacia la demonización rusa. No sería fútil recordar aquí que, desde el imaginario forjado por los materiales de las casas productoras de Occidente situadas en la misma línea de pensamiento instaurada por los poderes hegemónicos, Rusia representa la continuación directa de la Unión Soviética; no importan las sustanciales diferencias entre ambos modelos.

De tal, los notables valores de producción de Chernóbil tienden a languidecer ante su imperiosa necesidad de mensaje, expresada en un irrefrenable ataque a la URSS en todos los costados (dirigencia, ética -ese dirigente partidista del episodio 2 que humilla y se burla de la científica, en cuyo pleno rostro apura un trago por “los obreros del mundo”; ese villano de manual, puro cartón, al frente de la KGB; esos burócratas y redomados mentirosos del Kremlin-, explotación de estereotipos -zafiedad y alcoholismo de los rusos-, honestidad política -la matriz fundamental injertada por la serie es que la Unión Soviética vivió en su totalidad a base de mentiras, algo muy curioso proveniente de un material facturado en los Estados Unidos, imperio consolidado a base del sofisma y cuyo equipo directivo actual es el culmen de la falsía-; estructuras de poder…), lo cual le quita hierro a la pieza, al demeritarla por su proclividad a la inducción.

Resulta pueril que en una obra que en diferentes apartados exude redondez artística, en el capítulo 4 ubique a la KGB en posición de decidir el mismísimo camino nuclear de la Unión Soviética; si bien esto no resulte nada gratuito, en tanto ha sido resorte esencial de la propaganda occidental anti socialista la impugnación de los aparatos de seguridad e inteligencia de los países de Europa del Este y su calificación como sistemas diabólicos, sanguinarios y hasta supraestatales, aunque en realidad ninguno se comparó ni de lejos con otros como los norteamericanos e israelí, por citar dos ejemplos.

La información epilogar del episodio quinto refiere que las víctimas del accidente podrían alcanzar las 93 mil y que el gobierno soviético (no la OIEA) fijó su cifra en 31. Para provocar un efecto de seriedad por mecanismo de contraste y sensación de exhaustividad factual, introducen el elemento de que “se ha difundido ampliamente que los tres buzos de los tanque murieron como resultado de su operación heroica. En realidad, sobrevivieron los tres. Dos siguen vivos en la actualidad”.

Si el trabajo televisivo se hubiese contenido un poco en su anatema político, en su compromiso ideológico, confiriendo más peso a la evolución psicológica de un mayor grupo de personajes y eludiendo pasajes ridículos como la campesina que mientras ordeña su vaca le cuenta al soldado que la va a buscar para evacuarla una versión siniestra de la historia soviética condensada en un minuto,Chernóbil podría haber constituido otro título remarcable del prestigioso formato de las miniseries sajonas. Podría, habida cuenta del verismo cuasi documental de sus imágenes, del exquisito diseño de producción (es magistral el trabajo de reconstrucción histórica y la atención al detalle: vehículos, tecnología, edificaciones…), la fotografía de tonos plúmbeos del sueco Jakob Ihre, la banda sonora de la islandesa Hildur Guðnadóttir, la encomiable labor de sonido (tributa con fuerza a configurar el perseguido clima de miedo, desolación, peligro), la elección del elenco y la organicidad en la narración.

Uno de los principales méritos del material dirigido por el sueco Johan Renck consiste en su fluencia, su sentido del ritmo de la narración, con cuanto entraña ello de prescindir de zonas muertas y ejecutar buenos pasos en las soluciones dramáticas y la inserción de las elipsis. En buena medida debido a al pulso del guion del norteamericano Craig Mazin, estas cinco horas son un trabajo bastante limpio, sin hojarascas ni trompicones, expedito en la sugerencia propositiva y su capacidad de resolución. Salvo excepciones, porque todas las escenas de los cazadores de animales del segmento postrero nada aportan al desarrollo del relato y antes bien lo entorpecen.

CHERNÓBIL 2

La construcción y desarrollo de los momentos climáticos evidencia la asimilación de los postulados de la mejor escuela del cine de catástrofes, de consuno con el thriller y hasta la pantalla de terror, porque, esencialmente, esta es una historia de catástrofe y terror.

El actor británico Jared Harris y el sueco Stellan Skarsgård, en los roles centrales del físico nuclear Valeri Legásov y del dirigente del Partido Comunista Boris Shcherbina en igual orden, registran par de composiciones memorables. Al menos quien escribe no alberga dudas de que esta figura como una de las más rotundas encarnaciones históricas del intérprete escandinavo, acaso la mejor. Delicioso trabajo el suyo, cuyo componente facio-gestual, sobre todo a partir del momento cuando Legásov le participa que en cinco años ambos estarán muertos debido a la radiación, deviene digno de estudiarse en las escuelas de cine.

Ninguna de las anteriores ponderaciones alcanza, por supuesto, para respaldar a la harto sospechosa calificación de Chernóbil como “la mejor serie de la historia, por arriba de Breaking Bad”, como ya apuradamente certifican en algunos sitios, pero sí para apreciarla y sopesarla -sin entusiasmos mediáticos contaminantes-, en posición críticamente objetiva de verificar sus aquí citados aciertos u otros, pero también reparando en su carga de tintas ideológica y su proclividad manipuladora.

¿Fin de cuál ciclo?

tomado del blog Segunda Cita

Por Atilio Borón
Fueron muchas y muchos los que a mediados de esta década y en coincidencia -¿casual, involuntaria?- con el despliegue de la ofensiva restauradora del imperio se apresuraron a anunciar el “fin del ciclo” progresista en Latinoamérica. La derrota del kirchnerismo en el 2015 y el ilegal e ilegítimo derrocamiento de Dilma Rousseff en 2016 así como el grotesco juicio y encarcelamiento de Lula aparecían como signos inequívocos del inicio de un nuevo ciclo histórico. Sólo que los profetas de esta epifanía jamás se aventuraron a arriesgar algo muy elemental: ¿qué venía después? Terminaba un ciclo, bien, pero: ¿quería esto decir que comenzaba otro? Silencio absoluto. Dos alternativas. O bien adherían a las tesis de Francis Fukuyama sobre el fin de la historia, cosa absurda si las hay; o como los más audaces insinuaban, con fingida preocupación, estábamos al comienzo de un ciclo largo de gobiernos de derecha. Digo fingida porque, hipercríticos con los gobiernos del ciclo supuestamente en bancarrota in pectorepreferían la llegada de una derecha pura y dura que, supuestamente, acentuaría las contradicciones del sistema y mágicamente abriría la puerta a quien sabe qué … porque, sorprendentemente, ninguno de esos acerbos críticos del ciclo progresista hablaba de revolución socialista o comunista, o de la necesidad de profundizar la lucha antiimperialista. Por lo tanto, su argumento meramente retórico y academicista moría en la mera certificación del presunto cierre de una etapa y nada más.

Ahora bien: todos esos discursos se derrumbaron abruptamente en las últimas semanas. En realidad, ya venían cuesta abajo desde el inesperado triunfo de López Obrador en México y su tardía incorporación al “ciclo progresista”. Su victoria demostraba que si bien herido seriamente éste no había muerto. La debacle del macrismo y su casi segura derrota en las presidenciales de octubre de este año y la reciente revelación de las ilegales e inmorales argucias fraguadas entre el corrupto juez Sergio Moro y los fiscales del poder judicial brasileño para enviar a la cárcel a Lula asestan un duro golpe a los dos puntales sobre los cuales reposaba el inicio del supuesto ciclo “pos-progresista”. En la Argentina los macristas esperan lo peor, sabiendo que sólo un milagro los salvaría de una derrota. Y Bolsonaro está al borde del abismo por la crisis económica del Brasil y por haber designado como super-ministro de justicia a un letrado inescrupuloso que da un rotundo mentís a su pretensión de ofrecer un gobierno transparente, impoluto, inspirado en los más elevados principios morales del cristianismo que le inculcaron los pastores de la iglesia evangélica cuando -apropiada y oportunísticamente- lo rebautizaron en el río Jordán como Jair “Mesías” Bolsonaro. Las filtraciones de los chateos por WhatsAppy conversaciones entre Moro y los fiscales dadas a conocer por The Intercept, amén de las múltiples denuncias por corrupción en su contra y sus hijos, revelan que este santo varón llamado a lavar de sus pecados a la política brasileña no es otra cosa que el jefe de una banda delictiva, un impostor, un charlatán de feria, un energúmeno cuyos días en el Palacio del Planalto parecen estar contados. Y mantener a Lula en prisión será cada día más difícil habida cuenta de la farsa jurídica perpetrada en su contra y ahora exhibida a plena luz del día. Y Lula libre es un peligro de marca mayor para el actual gobierno de Brasil.

¿Se trata de que sólo Argentina y Brasil están incumpliendo con los pronósticos de los teóricos del “fin de ciclo”? No. ¿Qué decir del desastre colombiano, una verdadera “dictablanda” pseudoconstitucional donde según el tradicional periódico El Tiempo“durante los primeros 100 días de mandato del presidente Iván Duque se han registrado 120 asesinatos de líderes”, un baño de sangre comparable o peor que el de las dictaduras que asolaron países como Argentina, Brasil, Chile y Uruguay en los setentas y ochentas (https://www.eltiempo.com/colombia/otras-ciudades/el-mapa-de-los-lideres-sociales-asesinados-en-colombia-184408).Y qué decir del caso del Perú, en donde todos sus ex presidentes desde 1980 (Alberto Fujimori, Alejandro Toledo, Ollanta Humala, Pedro Pablo Kuczynski y Alan García están presos, fugados o suicidados, lo que junto con la catástrofe colombiana y la deserción de México humedeció irreparablemente la poca pólvora que quedaba en manos del “Cartel de Lima” como lacayo regional del Calígula estadounidense. Mismo el caso chileno no está exento de dudas toda vez que la deslegitimación de su sistema político ha llegado a niveles sin precedentes. En efecto, ante la escandalosa capitulación de esa frágil democracia frente a los grandes intereses corporativos, en cuyo nombre exclusivamente se gobierna, la mayoría de la población adulta ha optado por el abstencionismo electoral con el consecuente vaciamiento del proyecto democrático. En pocas palabras: lo que supuestamente vendría una vez consumado el agotamiento del “ciclo progresista” es por lo menos problemático y está muy lejos de constituir una alternativa superadora del “extractivismo” o el “populismo” que supuestamente habrían caracterizado los gobiernos precedentes.

Lo anterior no debe interpretarse como una aseveración de que el ciclo iniciado con el triunfo de Chávez en las presidenciales de Diciembre de 1998 en Venezuela prosigue su marcha imperturbable. Mucho ha sufrido en los últimos tiempos. El cambio en el clima económico internacional le juega en contra; la obra de destrucción llevada a cabo por Macri, Piñera, Duque, Bolsonaro y la infame traición de Moreno, esa verdadera “armada Brancaleone” que Trump y su predecesor instalaron en Latinoamérica, ha socavado muchos de los avances del pasado. Pero la realidad es porfiada y un traspié no es derrota, como tampoco lo es un retroceso puntual. El viejo topo de la historia prosigue incansable su labor, favorecido por la exasperación de las contradicciones de un capitalismo cada vez más salvaje y predatorio. La larga marcha por la emancipación de nuestros pueblos -que nunca fue lineal e invariablemente ascendente- sigue su curso y acabará por desalojar a esos gobiernos entreguistas, reaccionarios y cipayos que hoy agobian a Latinoamérica y nos avergüenzan ante el mundo. Y no habrá que esperar mucho para verlo.

¿Obedece más Huawei al gobierno chino que Google al norteamericano?… y otras preguntas prohibidas (+ video). Por José Manzaneda

Tomado del blog La Pupila insomne

La prensa corporativa nos informa sobre los 18 cargos que presentará el gobierno de EEUU contra Julian Assange (1). Sin escándalo. Ni condenas a la “violación de la libertad de prensa” que supone la persecución y caza del periodista que informó al mundo de los crímenes del ejército estadounidense.

Pero sí es un “acto de hostigamiento al periodismo” que, en La Habana, la policía interrogue –no detenga ni encarcele- a una periodista pagada por el gobierno de EEUU (2).

¿Qué dirían los medios si el Gobierno cubano enviara a su policía a ocupar la embajada de EEUU en La Habana? Pues cuando el gobierno de EEUU, violando la Convención de Viena, ocupa la de Venezuela en Washington, no hay el menor escándalo (3).

Para detener la ventaja imparable de China en la tecnología 5G, el matón yanqui ha decidido vetar a la empresa Huawei. Alega –con la complicidad de la prensa occidental- su vinculación con el Gobierno chino (4). Pero sobre la vinculación de Google y otras empresas con la Casa Blanca, de la que han obedecido la orden directa de vetar a Huawei (5)… ¿a que no han leído ni una palabra?

El enviado de la ONU Ghassan Salamé expresó que “Libia está al borde de una guerra civil” (6). Es un estado fallido, con dos gobiernos que se pelean por el control del petróleo. ¿Han leído algún artículo en la gran prensa que nos recuerde que Libia, antes de la intervención de la OTAN en 2011, era el país de África con el mayor Índice de Desarrollo Humano (7) y la mayor renta per cápita (8)? Ni lo leerán.

Ya han fallecido en EEUU, bajo custodia policial, seis menores inmigrantes de Centroamérica, tras la deportación de sus progenitores (9). ¿Se imaginan que esto ocurriera en Cuba, Venezuela… o Rusia? ¿Verdad que entonces sí tendríamos un escándalo mediático internacional?

A los congresos de la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA) viaja siempre una amplia delegación de intelectuales de Cuba: cerca de 400 acudieron a Barcelona en 2018 (10). Pero este año se ha celebrado en Boston y EEUU ha concedido apenas 15 visas para personalidades de Cuba, a quienes previamente se interrogó sobre su pertenencia al Partido Comunista (11). Nada que haya sido noticia en la prensa que tanto nos habla de “control ideológico” y “falta de libertades”… en Cuba (12).

Al menos tres niños venezolanos han muerto en espera de un trasplante de médula ósea, debido al bloqueo financiero de EEUU a su país (13). En febrero, una transferencia de casi 5 millones de dólares desde Caracas a la “Asociación para el Trasplante de Médula Ósea” de Italia, fue cancelada por Novo Banco, banco portugués perteneciente al fondo estadounidense Lone Star (14), que a su vez tiene retenidos 1.600 millones del Estado venezolano (15).

Pero diarios como “El Mundo” nos dicen que el culpable de estas muertes es Nicolás Maduro, por “suspender” el programa de trasplantes (16).

El reportaje lo firma su corresponsal Daniel Lozano. Que no es un periodista, sino un criminal de guerra (17). La guerra por petróleo que hoy sufre Venezuela.

(Cubainformación)

(1)  http://www.rtve.es/noticias/20190524/eeuu-presenta-17-nuevos-cargos-contra-julian-assange/1944740.shtml

(2)  https://www.europapress.es/internacional/noticia-detenida-periodista-luz-escobar-cinco-horas-cuba-20190509015146.html

(3)  https://elpais.com/internacional/2019/05/16/estados_unidos/1558019527_017976.html

(4)  www.rtve.es/noticias/20190520/google-rompe-huawei-no-podra-acceder-actualizaciones-aplicaciones-propietarias-ni-servicios/1941720.shtml

(5)  https://www.elperiodico.com/es/economia/20190520/google-suspendera-algunos-negocios-con-huawei-7463388

(6)  https://www.diariovasco.com/agencias/201905/21/enviado-libia-borde-guerra-1413695.html

(7)  https://www.undp.org/content/undp/es/home/librarypage/hdr/human_developmentreport2011.html

(8)  https://www.telesurtv.net/telesuragenda/libia-muamar-gadafi-avances-sociales-politicos–economicos-20180607-0014.html

(9)  https://www.lavanguardia.com/internacional/20190520/462369727673/muere-menor-guatemala-frontera-eeuu.html

(10)       https://www.telecinco.es/informativos/internacional/desfile-menores-adoptar-repudia-brasil_18_2760720068.html

(11)       http://www.cubadebate.cu/noticias/2018/05/24/cuba-es-el-pais-con-mayor-presencia-en-congreso-lasa-2018/#.XOvV_f7tbcs

(12)       http://www.cubadebate.cu/noticias/2019/05/24/academicos-cubanos-no-podran-asistir-a-lasa-2019-por-negacion-de-visas/#.XOvVSf7tbcs

(13)       https://www.abc.es/internacional/abci-cuba-cambio-tirano-mismo-regimen-201804161903_noticia.html

(14)       https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=278839&SEO=venezuela-denuncia-muerte-de-segundo-nino-victima-del-bloqueo-ee.uu

(15)       https://actualidad.rt.com/actualidad/315809-nino-venezolano-muere-espera-trasplante-medula-sanciones

(16)https://elpitazo.net/investigacion/pdvsa-debe-cancelar-10-millones-de-euros-para-reactivar-programa-de-trasplante-de-medula-osea/

(17)https://www.elmundo.es/internacional/2019/05/26/5ceac13cfc6c831d138b45c4.html

(18)http://www.cubainformacion.tv/index.php/lecciones-de-manipulacion/78297-paramilitares-informativos-contra-venezuela-y-cuba-el-guion-del-comando-sur-italianofrancaisenglishdeutschportugues-