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Es momento de educar sobre la medicina intensiva y la dignidad humana


Tomado del blog: Segunda Cita
Por el Dr. Anselmo A. Abdo Cuza  Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas
Las unidades de cuidados intensivos surgen para la vigilancia y tratamiento de pacientes con elevada probabilidad de muerte, pero con razonable probabilidad de recuperación. Son áreas de trabajo que cuentan con personal de alta calificación, gran concentración de equipos y tecnología de avanzada para lograr sus objetivos.

Existe el consenso de que los pacientes estables (referido a funciones vitales) no se benefician de sus servicios ni tampoco los pacientes con deterioro avanzado de funciones orgánicas en los que la muerte es inminente. En ocasiones decidir sobre un paciente del último grupo se hace complejo. Ante la duda se recomienda ingresar al paciente y en 48 – 72 horas intentar definir la posibilidad real de recuperación.

El avance tecnológico en la especialidad nos brinda la posibilidad de sustitución transitoria de funciones vitales a través de soportes extracorpóreos, pero requiere de discusiones colectivas objetivas que permitan definir los beneficios de mantener la vida con calidad sin prolongar la agonía al paciente y familiares, término definido como distanasia (sinonimia: mal morir, encarnizamiento terapéutico).

Establecer un pronóstico con objetividad y en discusión colectiva, garantiza adecuar el esfuerzo terapéutico. Conductas como aliviar, consolar, hidratar, entre otras siempre estarán presentes en respeto a la dignidad humana. En contraste, por ejemplo, realizar maniobras de reanimación cardio-pulmonar cerebral a un paciente sin probabilidad de recuperación es una conducta en contra de la dignidad humana.

Ni la edad ni el diagnóstico de enfermedad neoplásica como criterios aislados, son predictores absolutos de no recuperación. Datos del Proyecto Multicéntrico Nacional Disminución de la Infección Nosocomial en Unidades de Cuidados Intensivos (DINUCI) muestran que, en nuestras unidades de cuidados intensivos de adultos, 43,5 % de los pacientes ingresados son adultos mayores y más de 10 % tienen diagnóstico de enfermedad neoplásica. De ellos 80 % egresan vivos, con tasa estandarizada de mortalidad en correspondencia al riesgo de muerte al ingreso.

Lograr los beneficios de la medicina intensiva e impedir la distanasia no es tarea fácil en algunos pacientes. Países desarrollados han logrado implementar la adecuación del esfuerzo terapéutico amparados en bases legales, pero sobre todo con educación tanto del personal sanitario como de la población.

La actual pandemia por SARS-CoV-2, situación sanitaria compleja y mediática, donde los pacientes ingresados en cuidados intensivos, las actuaciones sobre ellos y las situaciones al final de la vida son seguidos en tiempo real, puede ser momento y espacio para educar sobre el tema.

Con todo respeto, es mi opinión que de igual forma en que la población es instruida sobre novedosos proyectos de fármacos en investigación y sus efectos sobre inmunidad y citoquinas, debe también conocer las bondades terapeúticas reales de la medicina intensiva y el límite de actuación que evite cruzar hacia la distanasia. Utilicemos el momento.

EL RÉGIMEN DE PROPIEDAD INTELECTUAL FRENA LA CIENCIA Y LA INNOVACIÓN. JOSEPH STIGLITZ Y JOHN SULSTON EN 2008

Tomado del Ciervo Herido

MANCHESTER, REINO UNIDO- El marco básico del régimen de propiedad intelectual (PI) pretende “obstaculizar el acceso al conocimiento” en lugar de permitir su difusión, según afirmó el Profesor Joseph Stiglitz durante una conferencia que tuvo lugar el 5 de julio sobre “¿Quién posee la ciencia?”. Stiglitz, Premio Nobel 2001 de Economía , y el Profesor John Sulston, Premio Nobel 2002 de Fisiología y Medicina, inauguraron el nuevo Instituto para la Ciencia, la Ética y la Innovación de la Universidad de Manchester.

Ambos criticaron duramente el actual sistema de patentes por considerar que frena la ciencia y la innovación.

La propiedad intelectual a menudo se compara con los derechos de propiedad física pero el conocimiento es fundamentalmente diferente, dijo Stiglitz. Se trata de un bien público con dos atributos : “una competencia sin rivalidad” y la no exclusión, lo que significa que es difícil impedir que otros disfruten de sus beneficios. Eso es contrario a los regímenes de propiedad intelectual, que son peores que la exclusión porque crean un poder monopolista sobre el conocimiento que a menudo se utiliza indebidamente, señaló.

Se considera que los monopolios de patentes impulsan la innovación, pero en realidad dificultan el avance de la ciencia y la innovación, afirmó Stiglitz. La actual “maraña de patentes”, en la que cualquier persona que elabora un exitoso programa de software es demandada por supuesta infracción de patentes, pone de manifiesto que el sistema de propiedad intelectual existente no permite fomentar la innovación, añadió.

Otro problema es que los beneficios sociales derivados de la innovación no concuerdan con los ingresos privados relacionados con el sistema de patentes, dijo Stiglitz. El beneficio marginal de la innovación es que se puede tener acceso a una idea antes de lo que se podría de otro modo. Pero la persona que adquiere la patente sobre esta idea obtiene un monopolio de largo plazo, creándose así una brecha entre los beneficios privados y los beneficios sociales.

El Proyecto del Genoma Humano identificó un gen que permite predecir el cáncer de mama y que fue patentado por una compañía estadounidense, según afirmó Stiglitz. El costo real de la realización de pruebas para determinar el gen es mínimo, pero los costos de los pacientes son tan elevados en los EE.UU. que las personas sin recursos no están en condiciones de efectuar la prueba, dijo. Esto pone en tela de juicio la equidad y la justicia del sistema de patentes, añadió.

Stiglitz planteó dos preocupaciones. Los países desarrollados se hallan separados de los países en desarrollo debido a la disparidad en materia de acceso a los conocimientos, y la propiedad intelectual está haciendo más difícil cerrar la brecha, dijo; es la razón por la que las naciones en desarrollo miembros de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) solicitaron (y obtuvieron) un programa para el desarrollo. Aún más, el resultado de la PI es un menor acceso a los servicios sanitarios, añadió. Afirmó asimismo que los medicamentos genéricos cuestan una fracción de aquellos de nombres comerciales, pero con el acuerdo sobre PI y comercio de la Ronda Uruguay de la Organización Mundial del Comercio se dictó una sentencia de muerte para millones de personas al dificultarles el acceso a estos medicamentos de menor costo.

Stiglitz sugirió que los regímenes de propiedad intelectual deberían ajustarse a determinados países y sectores. Nadie cree que el sistema de patentes debería ser abandonado en su totalidad, pero la cuestión es si otros mecanismos, como el otorgamiento de premios o la financiación pública, podrían utilizarse para promover el acceso a los conocimientos y estimular la innovación en áreas donde hay objetivos bien definidos, como, por ejemplo, el tratamiento curativo para la malaria, dijo. Stiglitz tiene la esperanza de que haya reforma porque muchos en los EE.UU. están buscando cambios en el sistema de propiedad intelectual.

Sulston dijo que la ciencia puede impulsarse por la necesidad y la curiosidad, lo que requiere un importante grado de apertura y confianza entre los agentes. Lo que ocurre, sin embargo, es que la propiedad privada de la ciencia y la innovación aumenta cada vez más, una situación acogida con beneplácito por gobiernos e inversores que controlan la orientación de las actividades de investigación, dijo. Pero, según Sulston, la consecuencia de ello es un encauzamiento de la ciencia hacia ámbitos rentables y el alejamiento de los que no lo son.

Esta tendencia tiene varias consecuencias, entre ellas el abandono de actividades de investigación sobre enfermedades que afectan a personas sin recursos y la producción de medicamentos innecesarios que se venden a través de una comercialización intensiva, afirmó Sulston. No se ha podido llevar a cabo una distribución equitativa de los bienes derivados de la actividad científica, pero, añadió, la solución no es “un empecinamiento constante en la equidad”.

La propiedad intelectual es una cuestión ideológica en organizaciones como la OMPI, dijo Sulston. Las compañías farmacéuticas consideran que cualquier mejora del sistema lo debilita, pero nadie está diciendo que tienen que cederlo todo, señaló. El sistema debe ser un “buen siervo” no elevado a un “nivel teísta”, añadió.

La falsificación se ha convertido en una cuestión importante, dijo Sulston. La tendencia es vincular la falsificación con la IP pero no están relacionadas, señaló. Si los medicamentos se vendieran al precio del costo de producción o apenas por encima, los falsificadores no tendrían mucho margen de maniobra. El sistema de propiedad intelectual es el que está generando la producción de productos falsos, dijo.

Sulston propuso un retorno a la vieja práctica de separar las actividades de investigación y desarrollo de las de producción, al considerar que la mezcla de ambas conduce al cabildeo y la publicidad en la I + D. Separarlas permite una distribución equitativa de productos y facilita el acceso a la I + D, pero sólo si los que comparten la ciencia también comparten sus beneficios, explicó.

Esta separación parece estar sucediendo hasta cierto punto a medida que empresas privadas como la Fundación Bill y Melinda Gates canalizan dinero hacia el sector de la salud pública, dijo Sulston, pero advirtió en contra del retorno a la época victoriana en la que la asistencia sanitaria dependía de la filantropía. Instó a que las cuestiones sanitarias mundiales sean coordinadas por la Organización Mundial de la Salud, pero dijo que este organismo no cuenta con suficiente financiación y sufre una gran presión por parte de los gobiernos y los intereses comerciales.

Sulston también desea que se reflexione de manera más coherente sobre un tratado de cuestiones biomédicas examinado en la OMS, y que haya una mayor participación de las organizaciones no gubernamentales transnacionales.

Es fundamental invertir la tendencia hacia la privatización de la ciencia, señaló Sulston. El mundo debe centrarse en la supervivencia y la prosperidad de la humanidad, y en la exploración del universo, dijo. El resultado, agregó, dependerá en gran medida de “quién posea la ciencia”.

Con Alejandro Rodríguez y las revelaciones de su vida tras cada jugada

tomado del blog: Deporcuba

Por: Reynier Batista

Alejandro Rodríguez, comentarista para temas deportivos en el Sistema Informativo de la Televisión Cubana lanzó los dados para abrir la segunda semana de la I Liga de Béisbol Virtual que organizamos junto a Reynier Batista. Por sus tiradas Las Tunas se sostuvo en la cima, al tiempo que conocimos su historia, de primera mano.

Una vida de muchas profesiones antes de aparecer en los medios

  • Antes de ser comentarista deportivo, tuve varios empleos, varios de ellos en mi etapa de estudiante. Trabajé en un Silvain, en un mercado, igualmente en el ballet acuático del Acuario. Igualmente fui profesor de béisbol para niños. Mi mundo como comentarista inició con el curso y mi paso por la Radio Coco. En mi etapa de la COCO aprendí mucho.

La COCO decisiva en tu formación

  • Amanecer deportivo es un programa que dura 3 horas, se hace en la madrugada de Lunes a sábado, ese es un programa del que aprendí muchísimo. Te enseña mucho, te obliga a prepárate. Le estaré siempre agradecido a la Coco por abrirme las puertas.

El Sistema Informativo

  • La llegada al Sistema Informativo, está dada porque se iba a abrir el Canal Caribe. Se hicieron pruebas a varios interesados y quedé entre los aceptados. Ya al comenzar el trabajo fue aprender sobre la marcha, y a enfrentarse por primera vez a una cámara.

La experiencia de unos juegos multideportivos

  • Estuve en Lima, en los Juegos Panamericanos, tuve la oportunidad de compartir con varios colegas de Telerebelde como del sistema informativos y otros medios de prensa que nos unimos en la cobertura del evento. Es un regalo ver de cerca y en directo a los deportistas de tu país, poder después contar esa historia. Es una experiencia que no voy a olvidar y ojalá que se repita. Es bueno aclarar que el concierto internacional ha cambiado en el deporte, y no es fácil el panorama competitivo.

William Morgan, de agente CIA a estrella de Hollywood.

Tomado del blog: Golpeando el Yunque

Los especialistas en guerra psicológica de Estados Unidos, manipulan la historia mundial para vender a sus soldados como súper héroes, aun cuando lo que hacen es asesinar a miles de personas en nombre de una supuesta libertad.

Recordamos las declaraciones del presidente de Estados Unidos, resaltando a sus pilotos después del lanzamiento de las bombas nucleares sobre Hiroshima y Nagasaki, con la pretensión de hacerle creer al pueblo que, con ese monstruoso crimen “habían salvado” a miles de jóvenes yanquis, omitiendo los muertos japoneses por aquel bombardeo injustificado.

Otras manipulaciones fueron los filmes de Hollywood sobre héroes latinoamericanos, como los mexicanos Emiliano Zapata y Pancho Villa; la intervención yanqui en la guerra hispano cubana y muchas más, que llegan hasta nuestros días con historias distorsionadas.

La finalidad es cambiar la historia a su favor, para que las nuevas generaciones interioricen lo que los ideólogos estadounidenses desean.

Basado en esos principios políticos, ahora anuncian que en el 2021 Hollywood pretende filmar la historia de William Alexander Morgan Ruderth, quien en 1957 cumpliendo instrucciones de la CIA, se infiltró en las fuerzas rebeldes cubanas que luchaban contra el dictador Fulgencio Batista, en el denominado II Frente Nacional del Escambray, ubicado en la zona montañosa del centro de la Isla.

Las historias de la CIA en la Isla son conocidas y se incrementaron en 1953 después del asalto al cuartel Mocada.

Ante la fuerza que ganaba el movimiento revolucionario dirigido por Fidel Castro, la CIA reforzó su labor de reclutamiento en el país y envió agentes con fachada no oficial (NOC), para obtener informaciones del apoyo popular, caracterizar a sus principales líderes y tratar de obtener posiciones dentro de estos.

La visita a La Habana en 1954 de Allen Dulles, director de la CIA, estuvo motivada entre otras cuestiones, a la creación del Buró de Represiones de Actividades Comunistas, BRAC, organización asesorada directamente por los yanquis.

En esa época, Francisco Muñoz Olivé, fungía como contacto entre los órganos represivos con la Estación Local de la CIA en la Isla, y después del triunfo del 1ro de enero de 1959, pasó a dirigir una red de espionaje al servicio de Estados Unidos.

En junio de 1956 Lyman Kirikpatrick, Inspector General de la CIA, viajó a Cuba para comprobar la verdadera evolución de la situación política, perfilar el trabajo en apoyo a los órganos represivos de la dictadura y el tratamiento informativo, según escribió en sus memorias.

En abril de 1957 regresó, preocupado por el auge del Movimiento 26 de julio y el interés de la CIA por consolidar la recopilación de información.

Ante la involución de la situación del dictador Batista, a mediados de 1958 Kirikpatrick realizó un tercer viaje, lo que confirma el interés de la Agencia por la situación de Cuba.

Consecuentes con sus propósitos, deciden infiltrar a Morgan en el ejército rebelde, pero no en la Sierra Maestra controlada por el Movimiento 26 de julio, sino donde el Movimiento 13 de marzo abría un nuevo frente, con la participación de Eloy Gutiérrez Menoyo, a quien se ocupó de reclutar con la intención de impedir la unidad entre los grupos revolucionarios, cumpliendo instrucciones de la CIA de conformar una tercera fuerza e impedir la victoria de Castro.

En 1955 la CIA ya había introducido en Cuba al oficial David Atlee Phillips, bajo fachada de propietario de una oficina de relaciones públicas y amplia experiencia en el golpe militar que dirigieron contra el presidente de Guatemala, Jacobo Arbenz.

En sus memorias, Phillips detalla parte de su labor para adentrarse en la sociedad cubana hasta finales de 1958, sin levantar sospechas de su relación con la CIA. Durante su estancia, reclutó a varios colaboradores, entre ellos a Antonio Veciana Blanch, quien más tarde conspiró contra la Revolución y preparó el plan de asesinato a Fidel Castro, en el balcón norte del Palacio Presidencial.

En 1960, de regreso a su país, Phillips forma parte de la rama WH-4 de la CIA, encargada de la propaganda contra la Revolución.

En 1958 la CIA sembró en Cuba a otro de sus agentes experimentados, el estadounidense Frank Sturgis, conocido como Frank Fiorini, personaje vinculado posteriormente al asesinato del presidente J.F. Kennedy y al escándalo del Watergate.

Ese agente relató múltiples informaciones durante la entrevista que le hiciera en 1977, Ron Rosenbaum, periodista de la revista High Times.

En ese escenario es que William Morgan cumple su misión secreta de evitar la victoria de Castro y al no poder evitar el triunfo, le encomiendan organizar una contrarrevolución interna.

Su tarea había sido reforzada en 1957, con el envío a la Isla del experimentado agente CIA, John Meckless Espiritto, participante también en el golpe contra Arbenz en Guatemala, y en misiones de vigilancia sobre Fidel Castro en 1956, durante su estancia en México, cuando preparaba la salida hacia Cuba en el yate Granma.

El 8 de junio 1958, Espiritto logra incorporase a II Frente Nacional del Escambray, para reforzar las tareas encomendadas a William Morgan, de “entorpecer la unidad revolucionaria y estructurar la ambicionada tercera fuerza que pudiera gobernar en Cuba”, como expresó el presidente Eisenhower, en la reunión del Consejo de Seguridad, en diciembre de 1958.

Espiritto fue detenido en 1962, cuando ya estaba licenciado del ejército rebelde, donde alcanzó los grados de Capitán en el II Frente Nacional y relató en detalles las misiones que ambos desarrollaron.

En 1967 el norteamericano Robert Emmet Johnson, analista de inteligencia de los Servicios Especiales de República Dominicana, declaró a la prensa, que Morgan llegó a la Florida en 1959, donde aseguró contar con el apoyo de varios emigrados cubanos para derrocar a Fidel Castro, a pesar de ostentar los grados de Comandante del ejército revolucionario.

Por eso fue designado como jefe de la contrarrevolución en Cuba, bajo el seudónimo de Henry y participa en la conocida “Conspiración Trujillista”, derrocada el 13 de agosto de 1959.

El trabajo de Morgan era ejecutar un levantamiento con parte de los soldados que pelearon en el II Frente Nacional del Escambray, entre ellos el Comandante Eloy Gutiérrez Menoyo, todo bajo el consentimiento de la CIA, pues esa Agencia había enviado a uno de sus oficiales para reunirse con Trujillo y perfilar los detalles de la fracasada invasión por la ciudad de Trinidad, “Conspiración Trujillista”.

Morgan es detenido en octubre de 1960, juzgado y sancionado a pena de muerte por alta traición, al ser un alto oficial en activo.

Después de medio siglo pretenden vender una historia falsa y encartonada al mejor estilo de los filmes yanquis, en su afán por empañar la imagen de la Revolución.

Por qué no se atreven a filmar los cientos de actos terroristas ejecutados por la CIA en Cuba, entre ellos la voladura del buque francés La Coubre, donde murieron más de 100 personas y 200 heridos; la explosión del avión civil perpetrada por agentes de la CIA en 1976, donde perecieron sus 73 pasajeros; o el incendio provocado en una guardería infantil con 500 niños, donde no hubo que lamentar vidas humanas gracias al apoyo de las autoridades y del pueblo.

La historia de la CIA contra Cuba es amplia y tenebrosa, y nadie dude que Morgan es parte de ella.

José Martí expresó:

“La historia no es cera que se amolda a manos caprichosas”

Tomado de El Heraldo Cubano.

Roque Dalton: la inexplicable muerte de un poeta

Tomado del blog: Cuba La Isla Infinita

Quizás por la intensa agenda que tenía mientras cubría como corresponsal en las elecciones presidenciales en El Salvador, en 2013, no reparé demasiado en un detalle que ahora martilla mis recuerdos.
En más de una oportunidad coincidí en algún lugar con los presuntos asesinos del bardo y revolucionario salvadoreño Roque Dalton, que este 10 de mayo cumple 45 años de ser asesinado por sus propios compañeros de guerrilla.
Es inexplicable la muerte de un poeta, y mucho más cuando el bardo asesinado tenía la talla humana de Roque Dalton. Mientras, sus verdugos siguen campantes, deambulando las calles de San Salvador o de Londres, con la conciencia manchada por uno de los más execrables crímenes cometidos en la era moderna.
Quedan demasiadas incógnitas por despejar alrededor de la muerte del autor de El turno del ofendido (1962), Taberna y otros lugares (1969) y Las historias prohibidas del pulgarcito (1974), entre una larga lista de títulos que hoy iluminan la literatura salvadoreña y latinoamericana.
Sus hipotéticas discrepancias ideológicas con la comandancia del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) nunca fueron buenas razones para arrancarle la vida, sin siquiera dejar rastro de sus huesos, y por eso se inventaron razones para justificar el crimen.

Acusar a Dalton de ser agente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) tenía tanto de risible, como de abominable. El poeta-guerrillero tenía bien definido su compromiso con las causas más justas de Latinoamérica, había conocido y amado la Revolución cubana, y había forjado su conciencia política en el epicentro revolucionario de los sueños de una nueva sociedad más justa y equitativa.

Juan José y Jorge, los hijos del poeta, no han cejado en el empeño de buscar justicia y limpiar la memoria de su padre. Ellos apuntan con su dedo índice, resueltamente, contra los excomandantes guerrilleros del ERP Jorge Meléndez y Joaquín Villalobos, a pesar de los incomprensibles esfuerzos del poder judicial salvadoreño por sobreseer la causa “por considerar que el crimen había prescrito según las leyes locales”.
Apenas faltaban cuatro días para que el autor de “Pobrecito poeta que era yo…”, cumpliera 40 años, cuando sus compañeros de guerrilla le arrancaron la vida impunemente, sin recordar, como decía un poeta cubano que conoció a Roque, que «es bellísima la muerte de un poeta/ porque la muerte es una celada del amor terrestre».

ALTA HORA DE LA NOCHE    Cuando sepas que he muerto no pronuncies mi nombre porque se detendrá la muerte y el reposo.
Tu voz, que es la campana de los cinco sentidos, sería el tenue faro buscado por mi niebla.
Cuando sepas que he muerto di sílabas extrañas. Pronuncia flor, abeja, lágrima, pan, tormenta.
No dejes que tus labios hallen mis once letras. Tengo sueño, he amado, he ganado el silencio.
No pronuncies mi nombre cuando sepas que he muerto desde la oscura tierra vendría por tu voz.
No pronuncies mi nombre, no pronuncies mi nombre, cuando sepas que he muerto no pronuncies mi nombre.
Roque Dalton (1935-1975)