#Cuba Los daños del burocratismo y la mala gestión

burocrataPor: Rolando López del Amo

Me contaba Samuel Feijoo que en una ocasión, conversando con el Ché, este le dijo: “Samuel, cuidado con los curas rojos”. Era la advertencia del legendario comandante guerrillero y constructor de la nueva sociedad necesitada por nuestro pueblo contra los dogmáticos y los extremistas. El Ché conocía lo que había dicho Lenin acerca de que si se raspaba la piel de un extremista se encontraría debajo a un oportunista.

Si se le pregunta a un ciudadano de la calle cuál es la prioridad en materia de problemas a resolver en la Cuba de hoy se puede asegurar que responderá que son los problemas económicos. No por gusto el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba concentró sus discusiones en la aprobación de los lineamientos para la actividad económica. Sin embargo, la puesta en práctica de lo acordado entonces, tras previa discusión masiva a nivel popular, pasa por una complicada red burocrática que la desfigura y entorpece.

Mientras tanto, el tiempo corre y las soluciones se enredan.

 

Basta dar un vistazo a algunas noticias y vivir algunas realidades cotidianas para desalentar o indignar al ciudadano común. Lo peor es que son diversas las esferas de trabajo en que ocurren estas cosas.

La producción agropecuaria es emblemática en cuanto a incumplimientos de planes esenciales. Todos conocimos la información dada por el propio ministro del ramo que en 2013 se incumplió la producción en diez renglones principales que incluían el arroz, los frijoles, la leche de vaca, el café, entre otros, y que se habían perdido 185,000 cabezas de ganado por inanición y enfermedades y ya en enero de 2014 se habían perdido otras 7,000. Después vino la información del retraso del pago de veinte millones de pesos a unos campesinos de un pueblo cercano a la capital por varios meses. Más adelante, en carta de los lectores, el diario Granma publicó la información del adeudo de dos meses de pago a unos pescadores de la Isla de la Juventud. En los exámenes de ingreso a la Universidad, por segundo año consecutivo, se produjo el robo de los exámenes de matemáticas para negociarlos con padres y alumnos inescrupulosos. El diario Juventud Rebelde informaba de la compra disparatada e inútil del equipamiento para echar andar nuevamente el aire acondicionado central del hospital insignia “Hermanos Ameijeiras”;

 

Otras quejas tienen que ver con las demoras de los paquetes postales. Tanto los que se encían de una parte del país a otra, como las que vienen del extranjero de las que hay denuncias de casos en que se han abierto los bultos. Es todo un rosario de quejas diversas.

Una noticia más reciente es la de la zafra azucarera. Según información oficial de la empresa Azcuba, la zafra de 2014 solamente crecerá un 3% en comparación con la de 2013 en lugar del 18% programado. De nuevo escuchamos que las condiciones climáticas son las responsables del incumplimiento. Sin embargo, una información de una provincia incumplidora, de lo que habla es de la mala calidad de las reparaciones, de la poca preparación del personal joven, de la falta de sentido de pertenencia, de las malas condiciones de los bateyes. Esta zafra comenzó en Noviembre de 2013 y continúa, en dos provincias, en Junio de 2014, o sea, ocho meses de zafra para producir poco más de un millón de toneladas de azúcar. ¡Qué pena! Mi suegro, que fue cincuentenario de la industria azucarera y era perito químico de un central en el norte de la provincia de Las Villas, me explicaba que la zafra debía comenzar en Enero y terminar el 30 de Abril, antes de las lluvias de mayo, porque entonces bajaba mucho el rendimiento. Y el participó en zafras de no menos de 5 millones de toneladas antes del triunfo de la revolución y de 8 millones después del triunfo de esta.

Pasando de lo macro a lo micro. En la última rendición de cuentas de nuestra Delegada al Poder Popular conocimos que los funcionarios más diversos del gobierno municipal no atienden a sus reclamos, no asisten a las reuniones de trabajo y se le hace muy difícil la tarea que sus electores le encomendaron. De otra parte, ciertos inspectores de organismos, confunden sus tareas o están absurdamente orientados. En nuestro barrio hay un antiguo supermercado cuyo edificio está en muy malas condiciones desde hace años. Finalmente, en el 2013 se tomó la decisión de repararlo. Pero, ¡oh! desdicha, la Delegada nos informa que el responsable de incluir la reparación en el presupuesto del año, simplemente se olvidó de hacerlo. Otra cosa, muy sensible para una población local con una cuarta parte de adultos mayores, fue la intención de cerrar el mercado agropecuario del barrio debido a que no podía tener sus tarimas en los portales de la edificación porque obstruía el paso de las aceras. Este argumento era falso porque el acceso a los productos no se hacía desde la acera, sino dentro del amplio portal mismo que se utiliza desde hace años, cuando el antiguo portal en que estaba el agro, que era el del supermercado, y en el que comprábamos desde hace 35 años, se quedó sin techo y se trasladó al espacio actual.

De otra parte, los que hemos tenido la posibilidad de vivir, por razones de trabajo, en otras ciudades del mundo, somos testigos de que en barrios refinados de Paris, como el número 7, cerca del Campo de Marte y la Torre Eiffel, los establecimientos que venden vegetales y frutas, exponen sus tarimas junto a las aceras y los cafés extienden sus mesas y sillas hasta el borde de las aceras. En New York, justo a un costado de la Misión Permanente de Cuba ante las Naciones Unidas, había un puesto de frutas de un emigrante coreano que llegaba hasta la acera. No creo que mi querida Habana, que no cambio por ninguna otra sin ser un aldeano vanidoso, sea más ciudad que París o New York.

Lo que ocurre con muchos burócratas es que pierden el contacto con el pueblo y su realidad y quieren conformar el mundo a imagen y semejanza de sus enajenaciones oficinescas. Otros, prefieren vivir del cuento. Ambos olvidan lo que advirtió José Martí acerca de que “el pueblo, la masa adolorida, es el verdadero jefe de las revoluciones” (4-193) y que “las instituciones políticas…no andan seguras sino cuando se cimentan sólidamente en el bienestar público”. (14-37)

Se olvidan de lo que Fidel anunció tempranamente y Raúl no se cansa de reiterar acerca de que esta es la revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes, la revolución del pueblo cubano y que los que desempeñan funciones públicas solamente tienen el encargo de servir al pueblo. Y hacerlo bien y a su satisfacción.

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