DESIDERIO NAVARRO SOBRE CULTURA DIGITAL Y PENSAMIENTO CRÍTICO

Releerlo ahora que ya no está físicamente provoca en mí una absoluta sensación de desamparo, porque Desiderio Navarro ha sido uno de los poquísimos intelectuales cubanos que quiso reflexionar críticamente sobre las humanidades digitales.

Como advierte en su mensaje, no se trata solo de adquirir tecnologías, sino de implementar Políticas Públicas que fomenten el uso creativo, y construir un cuerpo de ideas que acompañe ese conjunto de nuevas prácticas. Si algo agradecemos en el Proyecto “El Callejón de los Milagros” (tal inspirado en muchas de las acciones que él popularizó) es ese desvelo por sembrar en la comunidad miradas críticas. Al menos en ese sentido, su legado intelectual está a salvo.

JAGB

DE DESIDERIO NAVARRO A JUAN ANTONIO GARCÍA BORRERO

Querido Juany, estimados amigos y colegas:

Lamento mucho que problemas de salud me hayan impedido estar con ustedes hoy y perderme las intervenciones y debates de ese Primer Encuentro sobre Cultura Audiovisual y Tecnologías Digitales que Juan Antonio ha organizado con tanta pasión como conocimiento de la compleja problemática enfocada.

No puedo ocultar que, además de las razones estrictamente intelectuales de mi voluntad de apoyo a un evento así, me mueve también mi identificación con esfuerzos que me recuerdan los que yo hacía hace cincuenta años por desarrollar en Camagüey una cultura crítica sobre todo en la esfera del cine, que era el gran tema de la cultura audiovisual de la época. Es también por ello que haría todo lo posible por contribuir a que sus esfuerzos de hoy no se vieran frustrados como los míos de entonces por la ignorancia, el conservadurismo, el miedo a lo nuevo y otro, el aislacionismo provincial y nacional, etc.

Más que de Criterios y su experiencia localmente pionera en la divulgación digital del pensamiento teórico, hubiera querido hablarles de problemáticas que van mucho más allá de Criterios y que he venido planteando en otros contextos: por una parte, las consecuencias negativas que puede traer a nuestra cultura y sociedad la demora en el desarrollo y actualización de la cultura digital, y, por otra, los problemas socioculturales que pudiéramos evitar poniendo fin a la demora o la omisión en el estudio y aprovechamiento crítico de las reflexiones y contribuciones prácticas internacionales sobre los problemas ligados a ese desarrollo ya avanzado en otros países.

Y eso concierne a cuestiones tan heterogéneas que van desde el aumento del fraude escolar y académico mediante Internet hasta la futura sobrecarga informacional.

U otro ejemplo, sin ir más lejos: todos los problemas que están detrás de un proyecto como Los Mil y Un Textos en Una Noche en Cuba y, en general, de la información científica internacional en Cuba: la situación de las bibliotecas, las editoriales y las importaciones, de las traducciones en la esfera del pensamiento, del conocimiento de las grandes lenguas internacionales del mundo académico, de la adquisición de los derechos de autor; de los altos precios de artículos, revistas y libros en formato electrónico on-line, y, sobre todo, el problema de la selección y sus criterios.

Basta ver la bibliografía de numerosos artículos, ponencias, tesis y proyectos nacionales cuyos autores demuestran haber tenido acceso a Internet, para darse cuenta de que ese acceso es sólo la primera parte del problema. Lo más difícil comienza con la orientación y selección en medio de un contaminado océano informacional cuyas aguas Google y otros buscadores se encargan de revolver aún más. Estar desinformado no es un obstáculo para obtener más información, pero sí para llegar sin extravíos a la información del máximo valor. Y es por eso que se hace tan necesaria esa cultura digital crítica por la que tanto aboga Juan Antonio y a cuyo desarrollo en Camagüey seguramente contribuirán todos ustedes en este encuentro.

Espero poder acompañarlos en marzo en el “Taller de la Crítica Cinematográfica”, al que vendría con ejemplares de Denken 1, 2 y 3, y con los nuevos 1001 textos teóricos que hoy no les llegaron.

Éxitos les desea su coterráneo. Con un fuerte abrazo,

Desiderio

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