¿Existirá una tercera vía para Cuba?

Publicado por jorgitoxcuba
Un grupo de jóvenes conversaba sobre el futuro de Cuba en el céntrico Parque Agramonte, al margen de la wifi especulaban como sería el país 15 o 20 años más tarde. Solo que en cada grupo hay alguien con comportamiento oveja negra, y en este caso no hubo excepción, uno opinó solo cuando la discusión se puso caliente. Apenas cinco palabras: “por eso yo soy apolítico”, y continuó diciendo “yo no opino, prefiero mantenerme en el centro, ni para un lado, ni para el otro”.

Parece que ser centrista o apolítico se vende hoy como una variante, pero cabría preguntarse qué hay detrás de esta opción. ¿Podrán los jóvenes cubanos mantenerse aislados de la política del país, sobre todo si en Cuba se habla de esos temas lo mismo en la cola de la bodega que en la guagua?

Esta corriente no es nueva y a lo largo de la historia se ha manifestado en diferentes dimensiones, siempre como una tercera opción a posiciones diametralmente opuestas, entre los independentistas y los anexionistas surgió el autonomismo, al cual el propio Martí enfrentó cuando preparaba la Guerra Necesaria. Así mismo cuando ya la república neocolonial no tenía más opciones dentro de Cuba hubo quienes pretendieron impedir el triunfo revolucionario desde posiciones también centristas.

Suponiendo que hasta ese momento esas ideas habían sido espontáneas, el centrismo que hoy se nos presenta va más allá de espontaneidad. Se trata del sustento de la llamada Tercera Vía de la que habló el ex-primer ministro británico Tony Blair y de los cinco puntos propuestos por Anthony Giddens, principal teórico de esta tendencia: dominio e implicaciones de la globalización, banalización del significado de la izquierda y la derecha como posiciones políticas, individualismo como marco de los objetivos ciudadanos, descrédito de todas las mediaciones políticas, y para darle una pinta de buena opción, la integración de los problemas ecológicos a la política social.

Como dato curioso expongo que entre los principales defensores de la Tercera Vía en la actualidad están Bill Clinton, expresidente de Estados Unidos, Felipe González, expresidente de España y Juan Manuel Santos, el actual presidente de Colombia y estratégico Premio Nobel de la Paz.

La tercera vía intenta, sobre todas las cosas, desacreditar la posibilidad del cambio del orden de dominación política global sustentado en la reproducción del capital, el estado burgués en estrecha vinculación y la dependencia con ese capital, la diferencia de clases es inevitable y la sociedad beneficia a los más aptos para vencer. De esta manera se elimina toda posibilidad de contradicción y por tanto de revoluciones.

En el contexto cubano, el centrismo prevé reconciliar lo irreconciliable, apuestan a que la mejor solución para Cuba es tomar lo mejor de dos sistemas antagónicos, pretenden construir en la Isla un sistema capitalista con las conquistas del socialismo, algo que es prácticamente imposible, pues la esencia del más viejo es producir riquezas para unos pocos a costa de la pobreza de unos cuantos, más que contradictorio con la esencia de un sistema que da prioridad al ser humano por encima del capital.

Lo cierto es que esas posiciones aparentemente centristas y no confrontacionales giran el algún momento a la derecha, así lo demuestra la historia y el presente, si volvemos a la historia del parque cuando le pregunté por qué era apolítico, el joven me dio un seudoargumento: “el unipartidismo en Cuba”, sin darse cuenta cayó en su trampa, al pretender otra formación política abandonó su “apolitiicismo”. Algo muy difícil sustentar porque como concepto no existe.

El centrismo hoy en Cuba es una manera de evadir compromisos, responsabilidades y sobre todo no es una postura revolucionaria. Desde niño siempre me advirtieron que no se puede estar en la cerca, y hoy en la sociedad cubana actual es muy peligroso estar al centro, pues inevitablemente giras y ese giro es generalmente a la derecha. A Cuba no le queda otro camino que continuar la vía que eligió en 1959 y construir una sociedad alternativa, por cubanas y cubanos, desde adentro, imperfecta pero perfectible.

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