Selfie

Texto y foto: Adriel Bosch Cascaret
Otro recuerdo de Facebook me devolvió en presente un selfie de hace un año, tomado en La Mula de Sabana, en Maisí, casi llegando al viaducto de La Boruga, durante un recorrido recogiendo historias por zonas afectadas por el huracán Matthew.

Esa fue una tremenda experiencia profesional. Entre tanto desastre vi gente llorar ante las interrogantes, ponerse triste al tentar al recuerdo cercano y el presente de sacrificios, pero también las vi sonreír cuando te hablaban de lo ya recuperado y en medio de tanto desastre no dudaban en brindarte un trago de café, un vaso de batido de melón -lo único que ya se daba en Punta de Maisí era el melón- o un plato de malanga hervida -cultivo que aumentó su presencia por su ciclo corto y la etapa del año, ideal para su fomento en esas tierras subidas de rojo, en sustitución de las tantas plantaciones de café y árboles de sombra que sucumbieron ante los vientos huracanados.

Meses después pude volver por los mismos lugares, por las mismas casas, y el panorama ya iba cambiando para mejor, la ayuda siguió creciendo y con eso la recuperación, la naturaleza nuevamente abrigó su intenso verde habitual en esas lomas tan lluviosas, y la gente ya iba saliendo del letargo que causa un dolor gigante.

Lo mejor, es que descubrí que podía considerar como amigos a todos los que me abrieron sus historias, y no me imagino hoy llegando a La Mula de Sabana, Joa, Van Van, Boca de Jauco, Punta de Maisí, Cajobabo, Jesús Lores, sin pasar a saludar a Alexei, Alfredo, Selso, Vilma, Eudys, Yuri, Santa, Yonni y al viejo Antonio, que con sus 83 años me concedió una entrevista a las 3 de la madrugada en un periplo periodístico por Imías, Baracoa y Maisí de 24 horas seguidas. A ellos y sus familiares van dirigidas estas palabras.
Gracias a Edel Rivero Bolaños y el CIC por la posibilidad.

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