Una imagen, ¡cuántas ofensas!

tomado del blog: Desde mi orilla

Esta es una imagen de facebook que a mí me da la idea de cómo somos los cubanos (y eso nadie no los puede quitar porque está en la sangre) ante los diferentes momentos de la vida. Cuando la miré a primera vista me ratificó esa convicción y créanme que comencé a asombrarme al leer la mayoría de los comentarios y como no me conformo con haber dado mi opinión en esa red, prefiero personificarlo en mi blog, que es mi espacio personal.

Creo que a algunos se les ha ido la mano y hasta con ofensas. Cada quien tiene el derecho de actuar de la forma que quiera en situaciones determinadas y pueden ser actitudes criticables siempre que haya una razón de peso. Pero en este caso, ¿cuál es el delito? Es una actitud, quizás diferente pero una actitud.

El fotorreportero tilda la situación de «increíble», otra no escribe porque se le puede ir la mano y ofender, otro los tilda de estúpidos, otro que hay que meterlos presos; otro «descaraditis exhibicionista» y hasta una acusación por dinero mal habido; «pérdidas de valores, decadencia, indignación». ¿Será posible?

Solo Ernesto Agustín Vera González es atinado en su opinión porque en verdad así somos los cubanos y todos no podemos actuar mecánicamente, como si fuésemos robot, que por cierto mucho daño le ha hecho a nuestro país.

¿No decía el ilustre Benito Juárez que el respeto al derecho ajeno es la paz? Yo solo me guío por la foto y a mí lo que me parece es gracioso, y si se reflexiona ¿alguien sabe lo que les ha pasado a esos que juegan dominó? A lo mejor tienen más problemas en sus casas por «Irma» que todos los criticones juntos, y han buscado esa vía de escape para aliviar tensiones.

En fin, creo que ofender por ofender sí es una actitud incompatible con las normas de conducta y decencia. Si quieren jugar dominó debajo del aguacero, pues que jueguen, eso a la verdad, a nadie le importa. Y no digo más, para que me critiquen también.

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