Yulieski 1, Sancti Spíritus 0

AINEra la noche mágica del Huelga. Poco importaron las tantas derrotas acumuladas por los Gallos en esta 53 SNB. La casa del Yayabo se vistió de gala para recibir a uno de sus hijos.

Sancti Spíritus llenó su estadio para ir a ver a Yulieski Gourriel, no a su equipo, y el 01 de Industriales pasó la primera prueba entre aplausos, chiflidos y gritos de: se va, se va.

Cuando se anunció la primera comparecencia del más célebre de los hermanos Gourriel, las gradas parecieron confundirse, hasta que finalmente se escucharon más palmas que gritos.

Pero entonces el veterano Noelvis Hernández le tenía preparado su propio festín de bienvenida y con un ponche que muy bien pudo haber dolido lo que un gancho directo al estómago, cambió las sensaciones de los visitantes del Huelga.

Sin embargo, la celebración terminó en ese mismo primer inning, porque los de casa lucieron más nerviosos y débiles que sus rivales, y porque hay equipos que solo saben jugar bien a la pelota, y ese es el caso de Industriales.

Lo de anoche fue una clásica lección de béisbol, con un conjunto haciéndolo todo perfecto, y el otro desmoronado en el terreno.

Industriales fue el monstruo, Sancti Spíritus el niño ingenuo y testarudo que no aprende con los años y que solo entiende de sus caprichos.

Yulieski fue el protagonista, la excusa de muchos espirituanos que acudieron al estadio con sed de venganza, y regresaron a sus hogares con la garganta seca e irritada.

El muchacho que tantas glorias le dio a su provincia saludó con respeto a los que se atrevieron a apoyarlo, e impulsó dos carreras para silenciar a aquellos que fueron a maltratarlo.

El Yuli ya ganó su primera pelea. El match continúa hoy, en el mismo lugar en el que tan solo hace unos meses se vistió de héroe en aquella remontada del segundo juego de playoff frente a Matanzas.

Quizás las gradas vuelvan a llenarse, o quizás no. Tal vez los espirituanos ya recibieron su propia clase anoche y hayan aprendido que para devolverle el “golpe” a los Gourriel hay que contar con lo que puedan hacer los Gallos en el terreno de pelota. Y por ahora, no parece mucho.

Tomado de Cubaseball Illustrated

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