Por: alejo3399
Llegado el momento en que usted decida dejar de ser un común y simple don nadie, o al menos dejar de mostrarse como tal, siga las siguientes instrucciones.
Ante todo debe ser el mejor de todos, el más inteligente, o sea creérselo: si no ¿cómo pretender que otros le crean? Después debe aparentar que no le importa lo que los demás piensan de usted. Con eso habrá vencido la mitad de la pelea.
Será hora entonces de pasar al objeto, o sea, usted como cosa material. Recuerde que usted es un fenómeno muy original, por lo que deberá copiar exactamente la originalidad de los otros “culturosos” originales que hay. Meta en su garaje –o clóset en su defecto– todo tipo de tareco raro que le caiga en mano. Siempre es bueno precaver, por si se pone de moda un raíl de línea en el cuello o una lata de pintura en la cabeza.
Una premisa importante: no se bañe nunca. Desde el momento en que comience a andar con otros “culturosos” se le pegará una bacteria que resulta mortal si reacciona con agua. Además, como usted es superior, siempre olerá a talento y genialidad.
Use chancletas todo el tiempo y, si la economía aprieta- cosa que suele suceder-, use las de setenta centavos CUC: el vulgo, ramplón, vulgar e iletrado, estará tan ocupado en admirar su diletancia que no notará que usted es simplemente un miserable desposeído, un pobre pobre.