Author: Johnny Frank

La economía no cree en fanfarria

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La prensa cubana trae este jueves un titular que me ha dejado atónita. Un diario ha despertado a los cubanos asegurándole que la “Economía cubana comienza a apretar el acelerador”.

Ayer, el General Presidente dijo en su discurso en la Asamblea Nacional: “Ciertamente ha podido revertirse la tendencia a la desaceleración del crecimiento del Producto Interno Bruto —conocido por las siglas PIB— que se manifestó en años recientes.  Hasta el 30 de junio el PIB creció un 4,7% y estimamos que al concluir el año quedará en el entorno del 4%.  Y esto es muy bueno, teniendo en cuenta que en el pasado año solo crecimos un 1%; no obstante, para lograr este 4% esperado, hay que trabajar duro y con mucha disciplina, sobre todo en el orden económico como señalaba el ministro de Economía, Marino Murillo”.

Las líneas resaltadas en negrita son más que claras, así como el discurso completo. Hablando en buen cubano: el conductor tiene el combustible justo para llegar a la meta, no quiere especular ni crear falsas expectativas, le ha dicho a los pasajeros que solo si se ajustan al recorrido podrán cumplir con el programa diseñado para el día.

A los cubanos nos gusta especular, pero con el plato de comida nuestro de cada día NO, y eso es la economía para los lectores dentro de la Isla, siempre antecedido por un sinnúmero de cuentas diarias donde la lista debe dar con el billete.

Despertar el interés del lector por la noticia no nos pude llevar a crear, porque ingenioso sí es, un titular triunfalista. Que se haya revertido la tendencia a la desaceleración del crecimiento de la economía cubana no quiere decir que hayamos comenzado a apretar el acelerador, una cosa no lleva a la otra.

La ciencia “que estudia los recursos, la creación de riqueza y la producción, distribución y consumo de bienes y servicios, para satisfacer las necesidades humanas” no cree en el impresionismo. En fin, que la noticia es buena pero, ¡cuidadooooo!, hay que ser cautelosos y continuar “a nuestro ritmo”. La economía no cree en fanfarria y la prensa… tampoco debería.

Yoey, Dianet y un pino – Rodo, Karen y el Turquino

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Por: Camilo Santiesteban Torres

Fuente: Letrajoven.wordpress.com

Hace casi tres años, Rodo y yo viajamos tres cuartos de isla para ser testigos de una unión maravillosa. Resulta que los afanes de una linda holguinera por los pinos cerca del mar –y por Yoey, quien sería su esposo– materializaron la idea de una boda interprovincial –que a alguno le iba a tocar–. Él, habanero; ella, holguinera. Él, enamorado, y ella enamorada de él y de las bodas tipo Corazón Valiente.

Aquella tarde–noche todo fue hermoso –hasta Yoey–. La pasamos tan bien y la idea fue tan genial que, decidimos, ya de regreso, jamás contarle de esta experiencia a ninguna novia nuestra con amplias posibilidades de envolvernos y pasar a un plano superior. Qué les digo, pasó algo de tiempo y todo fue campana. Sólo hablábamos de los detalles de la juerga, nada del romance gibareño, ni del mar y mucho menos del pino. Entonces apareció Karen, que rápidamente escaló sentimentalmente al Rodo y allá fue él a soltar la lenguaza.

Podrían preguntarme: ¿Y a ti qué? Ah! Si supieran que cada vez que al Rodo se le ocurre algo yo pongo rodilla en tierra, me entenderían un poquito.

Nada, que llegando de Baracoa, camino a casa en un P–16, todo iba sin lío y de pronto llego a mi hogar horas después y me meriendo el notición de que los nenes se iban a casar y para colmo en el Pico Turquino. Lo del Turquino no me parecía locura, lo de la boda sí. Más tarde que temprano el clima y el fango, invertirían esto último.

Por suerte ya teníamos al notario: José Francisco Reyes Moreno, alias el Tato.

La idea era loca pero atractiva. Algo excéntrica, pero romántica, quizás hasta muy nacionalista. No importaba sin alguien juzgaba o no.

Poco a poco la cosa dejó de ser de dos, para ser algo de dos docenas, o más. De alguna forma el Rodo implicaba y también resolvía. Nuestro móvil: el amor (su amor); nuestro vehículo, los blogueros, la guerrilla, nuestros amigos.

Agencias de viajes, costureras, Adela, el ticket fantasma, un nombre árabe extraño que parecía de hombre, ausencias, reintegros y un Antonov 158 que parecía un P–15. Todo eso pasó antes de vernos subidos en un camión rumbo a Santo Domingo.

A eso de las cuatro y pico de la mañana un guía optimista nos dijo, más bien advirtió ciertas cosillas, tales como: chubasquillos, algo de fango en el camino, tormentillas eléctricas y algún que otro rayito. Fuera de eso todo estaba bien.

Señores, esta vez no había ninguna dama necesitada, ningún inválido(a), o algún flojo de pata. Iría por primera vez a mi paso. Entonces los lamentos hipoglicémicos de mi querido amigo Tato me aguaron mi anhelo. A él su corpulencia no le ayudó en nada. Catorce kilómetros después de comenzada la marcha, Tato delegó en mi su responsabilidad y regresó. Al rato me reía, porque me pasé 20 minutos persuadiéndolo y terminé diciéndole: Mira que eres pendejo.

Llegamos a la cima y los novios se vistieron, el resto seguimos mugrientos. Yasel ofició la boda, apareció una nueva testigo, porque la chica árabe… nada de nada. Fue un momento inolvidable con un director loco y fotos originales y trilladas. Las nubes dijeron –su tiempo acabó– y a llover se ha dicho. Rey y Claudio llegaron con la lluvia, sabíamos que lo harían. Bridamos con Ron Caribe Refino, como los hombres- hombres y mujeres- mujeres que suben el Turquino. La bajada fue un show de fango y malas palabras.

A los novios les regalé un soporte para su locura, un estuche para que no se erosionara y una vela para que recuerden siempre, en los momentos oscuros –que habrá– la luz la tienen justo con ellos. Ahora voy a ser machista: el Rodo tiene el fósforo y Karen la caja pa´ rayarlo, jajaja.

Les deseo felicidad. El amor no está sobrevalorado.

Nota: el pino de Dianet era una casuarina, según Itzván.

Hasta pronto blogueros.

Baby Lores no es un imbécil

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Por: István Ojeda Bello

Fuente: Cubaizquierda.blogspot.com

Podremos decirle cualquier cosa a Baby Lores menos imbécil, si lo fuera todo sería más sencillo.

En una entrevista a OnCuba acaba de equipararse a Nicolás Guillén. “Él declamaba, y eso le llegaba a la gente. Es lo mismo que nosotros hacemos. ¿Cómo? Ya no tan poéticamente. Pero expresamos las cosas que nos pasan en la calle, lo que vivimos en la discoteca, los sueños que buscamos. Decimos lo que piensa un pueblo. Porque nosotros no estamos inventando historias. Estamos contando historias”, dijo.

Sobrevino el escándalo porque la obra del Poeta Nacional de Cuba se ubica entre lo cuasi intocable de lo definido como la genuina cultura cubana.

 

En la contemporaneidad vemos a manifestaciones artísticas como la poesía de Guillén, la música de Benny Moré o la trova tradicional, dentro del templo sagrado de la cubanía, olvidando que en la época de su surgimiento los analistas más puristas las consideraban proporcionalmente tan marginales como lo sería hoy el reguetón cubano, si es que este existe.

Con suerte, el reguetón no llegará a tanto, pero expresa a esas culturas diferentes que conviven en el país, a esas maneras de decir, de comportarse o de pensar consideradas marginales que, quiéranlo algunos o no, existen. Lo habremos olvidado, pero ahora se ataca al reguetón en los mismos términos con los cuales se defenestraba a la “timba” o “salsa” en los años 90, la misma que pide ayuda frente al aluvión de tanto dem bow.

Discusiones musicológicas aparte, Baby Lores es un tipo que creer saber lo que quiere y eso es lo más escalofriante. Él quiere una Cuba donde prime el tener sobre el ser. Él se “rebela”, exhibiendo su riqueza y poderío monetario. “El poder salir de la pobreza con nuestro reguetón, –dice- y darle a la gente la esperanza de que nosotros, a base de talento, pudimos hacerlo, demuestra que sí se puede. Esa es una manera de protestar. Nosotros (los reguetoneros) no estamos vendiendo droga. Ni haciendo contrarrevolución. Ni traficando personas. Estamos haciendo arte, a nuestra forma”.

Mi profesor de filosofía me lo explicaba de una manera muy sencilla: el capitalismo no tiene éxito volviendo ricas a las mayorías sino haciéndoles creer que podrán vivir como los millonarios, que tendrán una limosina o una cadena de 15 mil dólares si “aprovechan” las oportunidades, cuando la acumulación de unos pocos solo es posible sobre la exclusión de miles y hasta millones.

“La vida de todos los hombres -dijo una vez Ernst Bloch- se halla cruzada por sueños soñados despierto; una parte de ellos es simplemente una fuga banal, también enervante, también presa para impostores, pero otra parte incita, no permite conformarse con lo malo existente, es decir, no permite la renuncia. Esta otra parte tiene en su núcleo la esperanza y es trasmisible. Puede ser extraída del desvaído soñar despierto y de su taimado abuso, es activable sin vislumbres engañosos. No hay hombre que viva sin soñar despierto; de lo que se trata es conocer cada vez más estos sueños, a fin de mantenerlos así dirigidos a su diana eficazmente, certeramente”. El joven reguetonero ha hecho pública su personalísima noción del éxito, del emprendimiento… de una esperanza perversa y excluyente por antonomasia. No se trata entonces de matarle los sueños a la gente o negarle el derecho a tener esperanzas, sino que Baby Lores es la superficie de algo muy más pernicioso.

Es, diría Bloch, el pretender dejarle a miles de personas el consuelo de amontonar las escorias humanas y materiales, pasadas o presentes, para trepar sobre ellas, aplastarlas y alcanzar lo que pende más allá, aunque objetivamente nunca todos podrán.

¿Envidia? Tampoco. Su manera de asumir el éxito personal exhorta a sus semejantes a soportar más o menos iluminadamente su actual desahucio, real o ficticio. “Confortados por la contemplación del plano de la parcelita y el chalet que tienen en la urbanización por venir”, según palabras del filósofo alemán.

La voz de Lores no parece ser aislada. Es la más estridente de un grupo mayor o menor dentro de la sociedad cubana actual, obviamente mucho más allá de sus colegas, que alardea bendecido por alguna prensa. Ellos sueñan ¡y están obrando! su propio proyecto de país desde una idea torcida de la prosperidad sustentada en el apetito inmoderado por el poder y el culto al triunfo a costa de la bondad y la justicia.

Lo más sensato sería preguntarse cuántos más lo acompañan en esos pensamientos. Sin hacer cacerías de brujas sino para comprender las condiciones objetivas que dan legitimidad a sus palabras.

#Premier12: Cuba hace lo que puede, pero soñemos con más

Premier-12

Por: Luis Ernesto Ruiz Martínez.

Fuente: Visiondesdecuba.com

No sé a ustedes, pero me gustó la Mesa Redonda dedicada a evaluar los resultados de Cuba en las 3 primeras jornadas del Premier 12. No estamos en tiempos de complacencia, ni podemos esperar más de lo que el equipo que nos representa en el torneo puede conquistar con sus limitadas potencialidades. Coincido con los panelistas: tenemos allá el mejor “team” que podemos armar en este momento, pero está muy lejos de los que llevamos a eventos anteriores.

Confieso que muchas veces ni veo este tipo de espacios, sobre todo cuando de antemano sé que veremos a algunos comentaristas hablar más basados en deseos, que en la dura realidad que no coloca a Cuba entre las naciones con mejor béisbol en estos momentos. La verdad sea dicha, no somos ni la sombra de lo que ayer, por mucho que nos duela aceptarlo.

Aplaudo los acertados criterios de Michel Contreras, Daily Sánchez y Yoel García y hasta las optimistas deseos de Rey Vicente Anglada, pero tengo los pies puestos sobre la tierra. Este torneo, que tampoco tiene un techo demasiado elevado, representa otra dura prueba para la pelota cubana. Cuba tiene opciones reales de pasar a la segunda ronda, pero avanzar más, aunque no imposible, es tarea para grandes.

Los horarios de transmisión están, como ocurre cuando los juegos suceden en el otro extremo del planeta, poniendo a trasnochar a millones de cubanos. No he sido uno de ellos, lo confieso, he preferido esperar a conocer el resultado en la mañana. Prometo que, si avanzamos y nuestro equipo juega de madrugada, seré uno más de los que deje de dormir para acompañar a los peloteros cubanos, “en las verdes o las maduras”.

Aceptemos que no tenemos buen picheo, ni los atletas que están insertados en otras ligas acaban de aportar lo que de ellos se espera. Todo eso es lamentablemente cierto, pero, ese es el equipo que tenemos. Es con ese, y no con otro, con el que llegarán las alegrías o los lamentos. No tiremos la toalla antes de tiempo, a pesar de las agónicas victorias. Es verdad que el Cuba hace lo que puede, pero soñemos con más.

Premios MLB: Kendrys Morales brilla y se lleva Bate de Plata

Kendrys Morales ñade un Bate de Plata a su anillo de Serie Mundial. (Foto: Getti Images, via Sporting News)

Kendrys Morales ñade un Bate de Plata a su anillo de Serie Mundial. (Foto: Getti Images, via Sporting News)

Aún algunos no habían terminado de contentarse (o enterarse) del Guante de Oro de Yoenis Céspedes, cuando llegó la noticia de que otro cubano, en este caso el designado de los Kansas City Royals y campeón de la Serie Mundial, Kendrys Morales, había sido galardonado como el más ofensivo de los bateadores designados de la Liga Americana, superando a ultra-conocidos como David “Big Papi” Ortiz y Alex Rodríguez, y siendo además el único de los actuales monarcas en recibir el premio Pate de Plata (Silver Slugger), otorgado por Louisville Slugger.

No obstante, Kendrys no fue el único pelotero cubano en ser premiado, pues tanto el jardinero de los Detroit Tigers Julio Daniel “J.D.” Martínez como el brillante defensor de la tercera base de los Coorado Rockies Nolan Arenado tienen ascendencia cubana.

Otros extranjeros en ser premiados fueron los venezolanos Miguel Cabrera (1B, Detroit Tigers), José Altuve (2B, Houston Astros) y Carlos González (RF, Colorado Rockies), además del arubeño Xander Bogaerst (SS, Boston Red Sox) también se llevaron el Silver Slugger.

Para Cabrera, sin dudas el mejor bateador de la MLB en este momento, este fue su sexto bate plateado, y habría sido un escándalo si no lo hubiese ganado, como mismo le habría sucedido tal vez a Mike Trout (su cuarto), Josh Donaldson (su primero), Nelson Cruz (primero), Bryce Harper (primero) y Paul Goldshmidt (segundo). Dee Gordon, otro de los que habría sido robado si no le daban el galardón, completó una excelente campaña al unir su premio Lousville al Guante de Oro de Rawlings.

En el caso particular de Kendrys, es también un fuerte candidato al Regreso del Año (Comeback Player of the Year), premio que se disputará sin dudas también con A-Rod. El jovencito Arenado, por su parte, tuvo un repunte ofensivo en esta temporada, algo que ha unido para complementar su sofocante defensa (ostenta ya un Guante de Oro en cada una de sus tres temporadas, incluyendo esta 2015) del tercer cojín.

Por equipos, los más premiados fueron los Giants, con tres (Brandon Crawford SS, Buster Posey C, y Madison Bumgarner P), en tanto los Rockies (Arenado 3B, CarGo OF) y los Tigers (Migguy 1B y El Flaco OF) se llevaron par de cetros cada uno.

LIGA AMERICANA

LIGA NACIONAL

  • Catcher: Buster Posey, Giants (tercero)
  • 1a base: Paul Goldschmidt, D-backs (segundo)
  • 2da base: Dee Gordon, Marlins (primero)
  • 3ra base: Nolan Arenado, Rockies (primero)
  • Torpedero: Brandon Crawford, Giants (primero)
  • Jardinero: Bryce Harper, Nationals (primero)
  • Jardinero: Andrew McCutchen, Pirates (cuarto)
  • Jardinero: Carlos Gonzalez, Rockies (segundo)
  • Pitcher: Madison Bumgarner, Giants (segundo)