En contraste con el gobierno de los Estados Unidos queen fecha reciente abandonara el Consejo de Derechos Humanos como otra manifestación de su desprecio por los organismos internacionales multilaterales, Cuba acaba de apoyar en esa instancia de Naciones Unidas la renovación por un segundo periodo de tres años del mandato del expert@ independiente en protección contra la violencia y discriminación por orientación sexual e identidad de género (EI OSIG).
La
resolución recibió 27 votos a favor, 12 en contra y 7 abstenciones,
durante el actual 41º período de sesiones del Consejo de Derechos
Humanos en Ginebra, con el respaldo casi unánime de América Latina y el
Caribe, expresado por Argentina, Bahamas, Brasil, Chile, Cuba, México,
Perú y Uruguay.
Activistas y organizaciones de la Asociación Internacional de
Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersexuales (Ilga world) y de su
representación en la región (Ilga Lac), de la cual forman parte varias
de las redes sociales comunitarias vinculadas al Centro Nacional de
Educación Sexual (Cenesex), se congratularon con este logro.
Según la información fechada en Ginebra
que publica este viernes la página oficial de Ilga world, “aunque el
proceso de renovación tuvo que superar 10 enmiendas hostiles, el núcleo
de la resolución se mantiene firme al afirmar el carácter universal del
derecho internacional de los derechos humanos”.
La resolución para crear en 2016 y ahora renovar el mandato “le
Experte Independiente” paran la protección contra la violencia y la
discriminación basadas en la orientación sexual y la identidad de género
fue presentada por un grupo de siete países latinoamericanos:
Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, México y Uruguay,
precisó la nota.
La campaña que pidió al Consejo mantener ese nombramiento contó
también con el apoyo de más de mil 300 organizaciones no gubernamentales
de 174 Estados y territorios.
El Cenesex también abogó por la renovación del experto independiente,
a través de su vínculo con la Cancillería cubana, según confirmó Manuel
Vázquez Seijido, subdirector de esa institución científica que asesora e
impulsa las políticas públicas sobre educación y salud sexual en el
país, con un reconocido liderazgo por su abogacía en favor de los
derechos de las personas LGBTI desde 2007.
“Le Experte Independiente de las Naciones Unidas sobre OSIG” tiene la
tarea de evaluar la aplicación de la legislación internacional
existente en materia de derechos humanos, mediante diálogos con los
Estados, y de trabajar en colaboración con otros mecanismos regionales y
de las Naciones Unidas para abordar la violencia y la discriminación
que sufren las personas LGBTI.
La Libertad guiando al pueblo es uno de los tantos post que sufren la desaforada voracidad medieval, propia del antiguo régimen, de parte de los editores de la red social
A inicios de 2018, Jocelyn Fiorina, un
director de teatro francés, utilizó el célebre cuadro de Eugène
Delacroix, La Libertad guiando al pueblo, como promoción de su obra
Disparos en la calle Saint-Roch. No era para nada un mensaje político
per se, mucho menos pornográfico, sin embargo, la imagen de la mujer con
el seno al aire (que representa los ideales de la Revolución Francesa),
fue censurada por la red social Facebook.
Mucho ha llovido sobre las calles de
París desde aquel 14 de julio de 1789, que tantos señalan como el inicio
de una nueva era. Tanto sucedió después, que nuestra cultura histórica a
veces no sabe reconocer sus orígenes, sobre todo a partir de la
generación de contenidos que releen aquel pasado. Sobre la Revolución
Francesa se escribieron toneladas de libros, en especial acerca de
aquella tarde en la que el gobernador Lunay, de la Bastilla, abrió las
puertas de la fortaleza y se rindió. Cuentan que el rey, enterado en
palacio, preguntó si se trataba de una revuelta. «No señor, es una
revolución», le dijo un ministro.
Hasta esa fecha, el significado de la
palabra revolución estaba unido al movimiento de los astros, ni siquiera
la conmoción vivida por Inglaterra en 1640 se consideraba como tal;
sin embargo, como anotó luego el historiador Alexis de Tocqueville, la
corriente revolucionaria era una fuerza que antecedía en siglos a la
toma de la Bastilla y que la sucedería para siempre, acompañando el
imaginario y el movimiento de la historia.
REVOLUCIÓN Y RESTAURACIÓN
Hanna Arendt en su ensayo Condiciones y significado de la revolución,
destaca que los intelectuales revolucionarios de 1789 en adelante,
incluso los estadounidenses que participaron en la de 1776 contra el
Imperio Británico, comenzarían a despegarse de la noción de «lo nuevo»
que a pesar de ellos mismos trajo la revolución. Ninguno de ellos,
obsesionados con la pureza de la Diosa Razón, quería verse involucrado
como artífice de un cambio que traía consigo además periodos de terror
social generalizados, como el descrito por Víctor Hugo en su clásico El
93.
Según aquellos intelectuales, en realidad
la revuelta quería retrotraer los tiempos a una era fundacional e
idílica, que supuestamente existió, en la que «el cordero dormía junto
al león». De hecho, para ellos la revolución no era otra cosa que una
restauración, y de esa manera se comenzaba a admirar la oreja peluda del
capital contrarrevolucionario en la visión de estos primeros
historiadores burgueses, que le temían al polvorín desatado por ellos
mismos, con ayuda del pueblo desposeído y en desesperación.
A partir de allí, el burgués comenzará a
validar al rey al que le cortó la cabeza, hablará de su hidalguía, así
como del espíritu de matrona y de madre de María Antonieta. Es una
relectura de la historia que llega hasta nuestros días, en la figura de
los políticos del sistema, que celebran el 14 de julio, pero les temen a
las manifestaciones de jóvenes que enarbolan las «tres palabras
malditas»: Igualdad, Libertad, Fraternidad.
Sucede que, rápidamente, el nuevo orden
burgués echó mano al imaginario feudal, así se comenzó a vivir un nuevo
«antiguo régimen», en las sociedades modernas. El oscurantismo burgués
santificaba, sobre todo, la propiedad privada y a partir de allí
construyó su noción de Estado, Derecho y sociedad civil y, por ende,
moralidad.
FACEBOOK Y EL ANTIGUO RÉGIMEN
Mark Zuckerberg debió ser un estudiante
muy libertino, durante su etapa como universitario brillante, que hacía
las primeras pruebas de lo que luego fue la red social más extensa (y
peligrosa) de la historia. A juzgar por la cantidad de anuncios
insustanciales que caen en la censura, bajo la etiqueta de
«pornografía», leemos cierta obsesión por los placeres de la carne,
quizá por conocerlos demasiado.
Lo cierto es que La Libertad guiando al
pueblo es uno de los tantos post que sufren la desaforada voracidad
medieval, propia del antiguo régimen, de parte de los editores de la red
social. La voluntad restauradora de Facebook se evidenció durante el
intercambio de mensajes entre los editores y el director de la obra de
teatro. «Cuando apelé esta absurda decisión, los representantes de la
red social asumieron esta censura y dijeron que, incluso en una pintura
del siglo XIX, cualquier desnudez es inadmisible…», declaró Fiorina a la
prensa. El post solo fue desbloqueado, luego de que el artista hiciera
una segunda versión a partir del uso del Photoshop, colocando un cartel
de «censurado por Facebook».
Alarma, y no es para menos, que quienes
se dedican a monitorear el uso de la plataforma más empleada alrededor
del mundo, no solo no conozcan el cuadro, sino el hecho histórico y su
significado.
REVOLUCIÓN Y EROTISMO
Las conmociones de 1789 no solo liberaron
las fuerzas productivas y trajeron un nuevo Estado de Derecho, sino que
se estableció una moral diferente, en la cual el cuerpo jugaba un papel
activo, así como la desnudez de aquellas partes que expresaban la
terrenalidad del hombre y la mujer. La mayoría de los artistas, a partir
de la Revolución Francesa, no solo pintarían escenas de la misma, sino
que mezclarán el erotismo con la libertad, casi como sinónimos.
Era el cambio histórico que necesitaba el
arte para deshacerse de la censura medieval, el artista crea a partir
de lo que siente y lo que piensa, en una dinámica revolucionaria que
tampoco fue vista con buenos ojos ni por la crítica vigente. De hecho, a
lo largo del siglo XIX se ponderaron escuelas y autores que hoy nadie
menciona, en un intento por restaurar la censura medieval, por
retrotraer esa narrativa, la de las artes, al antiguo régimen que la
burguesía evocaba para aplacar el genio convocada por ella misma.
No extraña entonces que Facebook, una
compañía privada, sostén del conservadurismo que aún aspira a la
restauración, censure a Delacroix. Tan lejos llega el afán restaurador
de la red social, que hasta se bloqueó una Venus de Willendorf, una
escultura del Paleolítico. Sin duda, Facebook y Zuckerberg hubieran
sido excelentes plataformas no ya para la restauración, sino para la
cacería medieval de brujas, el índice de la Inquisición o esa versión
moderna de la distopía totalitaria, la novela 1984. Y todavía hay quien
cataloga a la red social y sus editores de revolucionarios.
En
un nylon de soyurt Noel guarda sus pensamientos más lúcidos. Deambula por Las
Tunas con un maletín deshecho, de zipper roto y bolsillos deshilados. Hace 11
años se graduó de Derecho en la Universidad de Camagüey (UC). Es débil visual,
pero ya se está quedando ciego.
“Voy
al palacio de los matrimonios a que me vendan un maletín nuevo” —me dice al
reconocer mi voz y recordar mi nombre, porque mi rostro es apenas una mancha
borrosa.
“El
administrador es mi amigo y me dijeron que hay unos bolsos a 200 pesos para
quienes pertenecemos al Ministerio de Justicia. El mío ya hay que cambiarlo”.
Lo
miro alejarse por el parque Maceo. Me quedo con ganas de una entrevista. Mi madre me anima aunque la deje sola. Un
débil visual graduado de Derecho, 11 años después, puede ser un buen testimonio,
aunque su historia no sea una crónica de domingo de Julio Acanda. No termina
feliz.
Salgo
a buscarlo. Lo espero. Conversa con alguien en el Palacio de los Matrimonios. Parece
que con el administrador.
“Ya
no quedan maletines. Van a avisarme si vuelven a sacar”, me cuenta. Si él les
cree yo no tengo por qué dudar.
Nos
sentamos en un banco. A mis sentidos Noel sigue siendo el muchacho que conocí
en la universidad, el que caminaba con su bastón y máquina braille hacia
cualquier lugar. Lo invito a un café.
***
Enciendo
la grabadora. 100 nombres por minuto. Noel es una máquina de decir cosas. Algunas
tienen sentido, otras no. Comienza a divagar, a imaginar, a recordar. Pregunta
por Diana, una amiga que lo entrevistó en sus últimos días de estudiante. “Está
en España”, le respondo.
“Aún
conservo la entrevista que me hizo”, me cuenta. “Ese trabajo está en mi casa. La
compañera Rosa Elena me lo escribió en 2 hojas porque la empresa de Máquinas
Braille de Massachusetts estuvo inconforme con que se publicara una foto de su
máquina patentada en la portada de un periódico”.
El
diálogo sobre el derecho de autor no me parece descabellado pero, ¿cuándo un
boletín universitario ha tenido esos cuidados de propiedad intelectual? He ahí
la primera señal de sus delirios.
“Esa
máquina era mía, porque la patente era de Islas Vírgenes y comprada por el
Estado cubano que en ese momento le hizo un favor a mi mamá de graduarnos aquí
como profesionales ya que la misión que se cumplía era espiritual y cristiana y
tiene un carácter diplomático”, explica Noel sin respirar. “Mi mamá se dedica a
preparar dulce, yo estoy viviendo en el mismo lugar donde se destinó la misión
que es un lugar llamado Rinconcito en el municipio de Jobabo”.
No
tengo dudas. La vista y la mente de Noel están casi nubladas. Pero él quiere
seguir conversando. Aún no termina el café.
—
¿Y cómo llegaste a la UC?
—
“Estudié en La Habana en la escuela especial Abel Santamaría. Luego entré a la
UC en 2002. Discutí la estatal el 30 de junio de 2007, fue un examen de derecho
económico. Hice vida interna allí. El combustible nos lo facilitaba nuestro
gran amigo Rafael Ramírez, Ministro. La secretaria de él se llama Yalina. Le
decíamos cariñosamente “meneo” por su manera de bailar.
—
¿Fuiste el primer débil visual graduado de Derecho en la UC?
—
No.
—
Yo juraría que sí. Al menos eres el único que conozco. Nunca vi a nadie más. No
en mis años de estudio.
—Llegué
a la UC porque en La Habana habían muchas personas que querían la carrera y
había que hacer prueba de ingreso. Hice examen de premio y gracias a un amigo
mío, presidente en Colombia, Juan Manuel Santos, quien tiene una residencia en
Camagüey, en la zona de La Mosca, me gestionó y me financió la carrera.
Quizás
es lástima, compasión, dolor o esperanza, que sigo preguntándole cosas a Noel. Está
loco, pero no quiero pensar en esa palabra. Es demasiado triste para vincularla
con Noel, y él siempre fue muy alegre, aún lo es.
“Cuando
me gradué presté servicios en la consultoría agropecuaria por 10 años. Cuando la
tienda El Fénix se accidentó (nunca se supieron las causas del incendio) caí en
un hospital militar que era una especie de siquiátrico y me trataron como si
fuera un animal. Me llevaron luego, amarrado en una ambulancia, hasta la casa.
“Me
jubilaron cuando murió el Comandante Fidel el 25 de noviembre de 2016. El 25 de
diciembre llegó mi jubilación, fue por peritaje médico. Hubo un error de
competencia legal y las personas se confundieron, porque el nombre legal de mi
papá es Alfredo Arbella Pavón, pero el nombre como Ministro de Trabajo y
Seguridad Social era Alfredo Morales Cartaya. Me dijo: “no te sigas fajando con
esa gente compadre, yo te voy a resolver ese asunto ministerialmente” y me
dejaron la misma chequera del Comandante que era de tres mil 400 pesos a cobrar.
Yo cobro el 10 por ciento, o sea 340 pesos”.
Bebe
el último sorbo de café. Caminamos por la calle. No para de hablar, apenas para
coger aire. Imagino que sea un efecto de la soledad: se habla mucho cuando por
fin alguien escucha.
“Yo
trabajaba en la consultoría agropecuaria, pero ayudaba a mi papá en las cosas
del MTSS directamente. Recuerdo que tu mamá (la confunde con mi hermana Kenia,
quien fuera profesora de la Escuela Provincial del Partido en Las Tunas), nos
dio una clase sobre los seudónimos que existen, que cada agente de la seguridad
tiene uno, y eso se inscribe nada más en el Partido”.
Hay
verdades a medias en las palabras de Noel. Pero mi hermana Kenia no está viva
para confirmar o no esa afirmación, aunque sí, es cierto, muchos andan por la
vida con seudónimos.
—
¿Y ahora qué haces?
— Cortar madera con una motosierra.
—Y ¿cómo puedes? ¿Acaso no es eso peligroso para
alguien que casi no ve?
—
Para eso no hace falta la visión. Elder Verdecia, que nosotros le decimos “la
vieja pelúa”, la desrramaja y nos ayuda a acomodar los hornos, trabajamos por
la madrugada y no me ha impedido nada de prestar el servicio a la gente de la
agricultura.
Dice que unos portugueses y alemanes les compran el
carbón para hacer papel de empapelar carros. Números, resoluciones, cuentas: la
mente de Noel no parece de un abogado, sino más bien de un contador.
Le
tomo de un brazo para indicarle algún escalón o cruzar la calle y me siento
inútil. Noel no me necesita. Se vale por sí solo. Podría incluso correr, si
quisiera. Pero anda lento por la vida, con calma. Los locos, apurados y ciegos
ante muchas cosas, somos nosotros.
“De
mi año casi todo el mundo se fue para el extranjero. Recuerdo a Yudenia, que me
ayudaba a escribir los papeles, Pedro, Danae, Yeinier, Yudixán y Robiel que
sigue en el bufete de Guáimaro, me cuenta en el camino”.
Yo
apenas reconozco a algunos nombres, pero no dudo que la mayoría haya dejado el
país. Recuerdo a pocas personas de esa graduación, pero sí a Noel. A él todo el
mundo lo conocía en la universidad, no por sus diferencias, sino más bien por
sus capacidades.
***
La
gente nos mira. A todas luces yo puedo estar loca de remate por andar
conversando con un loco. Me siento culpable por sentir lástima. Noel no ve
nada, pero tal vez sienta el peso de la vista en la gente que nos juzga.
“Veo
sombras y distingo objetos. Tengo catarata congénita. Me operaron cuando era
chiquito en la Embajada de España. El gallego Ventura y el viejo Arbella, el
padre mío, estaban allí. Esto es hereditario, lo tenía mi mamá”.
Cuando
estoy por despedirme Noel me pide escuchar la grabación. Se espanta. Dice que
no es suya la voz que escucha, sino la de Yosvani, un agente del MININT que
vive por su casa.
En
vano le explico de las modulaciones del timbre vocal, las ondas sonoras, el
efecto del ruido y el aire… cualquier invención que pueda justificarle que esa
no sea su voz. Después de unos minutos, por fin los convenzo.
Quiere
mi número de contacto y no se lo niego. Del bolso negro, viejo y descolorido,
saca un nylon de soyurt lleno de papeles. “Aquí tengo mi agenda de abogado
—dice—, de las que no se enmarañan”.
Es
una improvisada libreta de hojas blancas dobladas y presilladas en el centro.
Está escrita totalmente. Pocos espacios quedan en limpio, pero ni una palabra
encima de otra, ni un solo detalle que denote la pertenencia a un casi ciego.
Para
anotar mi información acerca la libreta al rostro. No ve la escritura, sino que
la huele. Olfatea los trazos y desiste. Me pide que los escriba yo. La guarda
nuevamente y se aleja muy lento, como rastreando el camino de regreso.
Noel
Alfredo Arbella Espinosa siempre fue de los estudiantes más humildes en la
universidad. No sé dónde vive ahora ni quien lo cuida. Solo me han dicho que lo
ven a menudo, deambulando la ciudad.
Esta
debía ser una entrevista, pero él no está lúcido como para eso. La gente que lo
reconoce se pasa a la otra acera, evita cualquier contacto. No entienden que
Noel no los reconoce, porque ya casi no los ve.
La
gente suele cambiar la vista, virarle el rostro a la locura… como si ignorarla
la hiciera desaparecer.
María Elena hojea orgullosa un pequeño álbum de fotos
que mandó a buscar de su buró. Enfermeros, laboratoristas, peluqueros, obreros,
técnicos emergen de las instantáneas. Sus rostros aniñados y la frescura de la
impresión nos confirman que el tiempo no ha pasado. Una mirada a las mesas no
da cabida a las dudas, los mismos niños permanecen sentados allí.
Ellos son estudiantes de octavo grado, pero un tanto
peculiares. Han tenido la suerte de formar parte de un experimento, no uno
cualquiera, sino el que definirá la escuela del futuro. Desde el curso escolar
2017-2018, los adolescentes que iniciaron el séptimo grado en la Escuela
Secundaria Básica Urbana Cándido González, de la Playa, se insertaron en el Perfeccionamiento del Sistema Nacional de Educación, que
responde a la idea de lograr un proceso de enseñanza aprendizaje contextualizado y más
participativo.
ACERCÁNDOSE
A LA PERFECCIÓN
Según explica Aurora Veiga González, jefa de octavo
grado, “comprende cambios que se introducen en los programas de estudio para
mejorar la formación general integral del estudiante, pues combina la docencia
con actividades en la comunidad que les ayuda a prepararse”.
Por ello, se reestructuran los programas para
introducir novedades. “Todos los meses hacemos análisis de los programas, de
los libros de texto, y los profesores dan indicaciones de lo que se debe mejorar
o incorporar. Hoy se aprecia que la calidad de las notas es superior en las
asignaturas evaluadas, pues tienen más tiempo para hacer actividades
complementarias, y el trabajo con los alumnos es más individualizado”.
Otra de las buenas nuevas son los proyectos de grupo y
proyectos institucionales, a través de los primeros cada destacamento se
vincula con empresas, la familia y la comunidad. “Con la ayuda de los padres
hemos logrado un buen trabajo, nos trasladamos hacia distintas empresas. Allí
los niños constatan en la práctica como se desarrollan las profesiones, aunque
necesitamos más apoyo de las instituciones”, argumenta.
Confirma María Elena Ramos Oviedo, guía de grupo y profesora de Español-
Literatura de octavo grado, que otras alternativas que también ayudan a la
formación vocacional son los videos educativos que desarrollan los padres en
sus centros laborales para, en caso de no poder asistir, mostrarle a los niños
lo que hacen en su labor diaria.
Por su parte, María Eugenia Moreno Álvarez, máster
en Ciencias de la Educación y profesora de Educación Laboral, añade que “se reorganizaron las
unidades: las clases de Dibujo Técnico estaban dispersas en el curso, ahora
pueden hacer una carta tecnológica más específica. En el segundo semestre una
vez captado los conocimientos se trabaja con el programa Librecac aprendido muy
bien por los estudiantes porque desarrolla habilidades relacionadas con el
dibujo.
“Esto los motiva por carreras técnicas y afines a esa
especialidad. El niño se desarrolla laboralmente y hace trabajos en madera y
metal, habilidades que los ayudan en su vida diaria. También adquiere nociones
laborales, trabaja en brigadas, aprende a organizar las herramientas y las
normas de higiene y protección del trabajo”, concluye la profesora de Educación
Laboral.
“Así el nuevo programa nos permite hacer colectivos
pedagógicos de grupo, dirigido por el profesor guía e integrado por todos los
maestros, en el cual cada docente puede plantear los problemas existentes. Ahora
el delegado del aula es quien desarrolla la reunión de padres, con apoyo de la
profesora guía. Nos reunimos y le decimos que temas tratar en la educación
familiar, entre ellos el hábito de fumar y cómo hablar con el hijo adolescente;
los alumnos tienen la posibilidad de evaluarse en asambleas de destacamento
trimestrales que les permite solucionar sus señalamientos en un periodo mayor”,
señala Veiga González.
MÁS QUE
IDEAS..
El perfeccionamiento brinda nuevas oportunidades y
desafíos tanto para maestros, como para los alumnos. El álbum de María Elena, deja
evidencia de ello.
Las expresiones de sus discípulos apoyan el
resultado gráfico. Amanda Laura Barrios es una de las más dispuestas: “Este
curso no recibimos la asignatura de Ciencias Naturales, sino Biología y
Geografía, lo que posibilita una mayor profundidad en el estudio de las
ciencias.
“También hemos tenido la posibilidad de visitar
centros laborales como el Hospital Materno y el Pediátrico, y conocer desde
allí las distintas profesiones, por lo que el aprendizaje resulta más divertido
y dinámico”, agrega.
“Durante la visita a la Bellotex, además de aprender
los procesos que se realizan allí, nos explicaron las opciones de estudio para
cuando termináramos el noveno grado, afines a esa profesión, entre ellas
Gestión de Capital Humano y Confecciones Textiles”, añade Brenda Lázara
González Díaz.
Mientras que Kevin Mena Navia prefiere hablar
sobre los proyectos de grupo. “Mediante Construyendo el futuro nos orientan
sobre la vida, hablan de las consecuencias del aborto en la adolescencia, las
enfermedades de transmisión sexual, la protección y cómo ser mejores padres”.
Además, desarrollan proyectos institucionales en
los que incorporan a toda la escuela, ejemplo de ellos son las actividades
institucionales realizadas en fechas que recuerdan a Fidel, la mujer dentro de
la revolución y el Día Mundial del Medio Ambiente.
Todos coinciden en que la nueva forma de enseñanza
les brinda las herramientas para una formación general integral más amplia y de
manera más dinámica.
María Elena resume las ventajas del nuevo programa: “Un
aspecto positivo es la actualización de los textos que se emplean para trabajar
la formación de valores y otros temas que se forzaban debido a la
desactualización de estos materiales. Hay mucho tiempo dedicado a la lectura, a
la comprensión. Han ganado en la comprensión oral, porque existen clases en las
que tienen que recitar y dramatizar.
“Han ganado en independencia y responsabilidad. Mi
grupo ha ganado en cohesión”, concluye.
Está tan solo en proyecto la escuela del futuro. Los
primeros pasos se perfeccionan en la Esbu Cándido González, donde 113 niños
revolucionan la enseñanza.
Por Sergio I. Rivero Carrasco
Ha llegado el gran día, y lo celebramos con
el orgullo de pertenecer al equipo de los vencedores, de los que desafían los
obstáculos por ganar el amor de los retoños como el tesoro más preciado.
Pululan
por doquier llevadas y traídas definiciones acerca de ¿Qué es un papá?: Unas
muy
satíricas, otras desafiantes, y algunas muy serias. Sin embargo un papá es muchas cosas y puede asumir papeles y definiciones tan diferentes como padres existan. Hay quienes sostienen que en cada madre el papá significará unos sentimientos diferentes y tendrá su propia apreciación de qué es, qué le gustaría que fuera o qué debería ser un papá.
Incluso, en cada etapa de la vida, un padre variará en su esencia y en su consideración por parte del resto y de sí mismo. Intentemos con los conceptos de muchos, describir lo que es un papá, porque hablan de juegos, de razón, de emoción, de valentía… Y sobre todo quienes aseguran que “Un papá tiene mucho de mamá”, precisamente por su entrega y sacrificio no en la ayuda, sino compartiendo los deberes. Hace algunos años encontré en una publicación una interesante y muy justa definición de ¿qué es un papá?. Hoy, en ocasión de celebrarse el Día de los padres, la voy a compartir con ustedes: “Un papá, lo que se llama papá, es un superhombre, porque puede responder con prontitud una pregunta sobre Biología, seguida de una de Matemáticas. Es un súper héroe que se desvela esperando que sus hijos regresen de la fiesta. “Un papá es una combinación extraña de razón y sentimientos, es el que sabe decir no cuándo es lo justo y sí cuándo es lo conveniente. Un papá zapatea duro cuando cumple con su deber y anda de puntillas en la noche cobijando cuerpecitos fríos. Es el único de la casa que persigue un ratón o una rana hasta atraparlos, aunque se muera de miedo por dentro.
“Un papá es como un mamey colorado, que parece duro por fuera y es puro dulce en su interior, es un director de orquesta, es el constructor de un nido, es el maestro de la escuela de la vida”.
“La mayoría de los papás tienen la billetera llena de fotos, de papelitos, y otras cosas, menos de dinero. Un papá también tiene mucho de mamá aunque tenga cuerpo de hombre. Si hay que cambiar pañales, los cambia, cuando el nene llora, él también es el refugio, cuando el hijo ríe, él lleno de gozo es la compañía.
Los convido a compartir la esencia del ego que anima nuestra existencia, porque ser papá es sencillamente, como jugar en la vida el papel de rey, no de un reino; sino del amor, la comprensión y la razón. Ese es el gran orgullo.