El delantero argentino, muy enojado tras recibir la segunda roja de su carrera, vuelve a apuntar contra la Conmebol: “Quizá esto fue mandado, está todo armado para Brasil”

tomado del blog NotiDeportes

Roja para Messi, adiós al disputado duelo por el tercer puesto entre Argentina y Chile. El partido, que había comenzado interesante, atractivo por la reciente rivalidad entre la Roja y la Albiceleste, se desfiguró en el minuto 37 cuando el árbitro expulsó a Messi y a Medel por lo que interpretó como una pelea entre los dos capitanes. Pésima noticia para el 10 (se perderá el primer partido de la próxima Copa América en Argentina), también para su selección, que dominaba con autoridad a Chile, de la mano del rosarino, pero también de Dybala y Lo Celso, dos jugadores con más futuro que presente en la Albiceleste. La medalla de bronce, finalmente, se la colgó Argentina (2-1), que se aprovechó de la ventaja que había conseguido con el delantero del Barça en el campo, sin consecuencias en la zaga cuando Arturo Vidal descontó de penalti. Pero Messi no quiso saber nada con subirse al podio. “No fui (a la entrega de medallas) por un poco de todo”, explicó el rosarino; “no quería ser parte de esta corrupción, fue una falta de respeto. No hay dudas, está armado para Brasil”. E insistió: “Sentí que nos habían robado, teníamos que estar en la final. No tenemos que ser parte de la corrupción”

Poco importa, en general, el duelo por el tercer puesto. A Argentina y a Chile, en cambio, sí les interesaba. Había cuentas pendientes entre la Roja y la Albiceleste. Después de disputar las últimas dos finales de la Copa América, en las que en ambas se impuso Chile en la tanda de penaltis, había ganas de jarana en el Arena Corinthians. Pero, sobre todo, había ganas de revancha. Para Argentina, claro. Sin embargo, esta generación chilena se mueve a gusto en la trifulca. Como Arturo Vidal que se salvó de la roja tras pegarle una bofetada provocadora a Dybala o como Medel, que encaró a Messi con vehemencia después de una jugada en la que el chileno protegía un balón que se perdió por la línea de fondo. El problema para Messi fue que se plantó. Roja para los dos capitanes, dos tipos de sobra experimentados para dejarse llevar por las emociones: Medel, 126 duelos internacionales; y Messi, 136.

CHILE APOYA A MESSI

Messi no estaba molesto con Medel tras el incidente que tuvo con el chileno en el partido. “Creo que no era expulsión. Son cosas que pasan en los partidos. Con una amarilla bastaba”, dijo el 10. Palabras a las que se adhirieron desde el grupo de Chile. “Estoy de acuerdo con Leo. Con una amarilla para cada uno alcanzaba. El árbitro es muy malo. Perjudicó todo lo lindo que puede ser un Argentina-Chile y perjudicó a Argentina contra Brasil. A nosotros, ante Colombia, nos mandaron a un hotel que estaba muy lejos del estadio”, dijo Medel. Y Arturo Vidal recordó el duelo de la Albiceleste ante la Canarinha: “Todo el mundo vio los dos penaltis que no le cobraron a Argentina contra Brasil. Fue claramente perjudicada. El VAR se maneja de otra manera en Europa. En Sudamérica tienen que aprender”

Sorprendió que Messi cayera en la trampa de Medel. No acostumbra el 10 a involucrarse en peleas. De hecho, jamás vio la roja con el Barcelona en los 687 duelos en los que ha participado. Con Argentina, sí. Fue en 2005, el día de su estreno con la Albiceleste ante Hungría. Un joven Messi, de 18 años, acaba de saltar al campo (llevaba 40 segundos), cuando lo expulsaron porque el árbitro interpretó un codazo del rosarino al intentarse librar del agarrón de un rival. “Messi, Messi, Messi”, cantó el Arena Corinthians. Un grito de aliento. Un grito que parecía pedir la intervención del VAR para que el 10 pudiera zafarse de la roja, cuando Argentina mandaba con autoridad en el marcador y en el juego (2-0). Pero el vídeoarbitraje, que podía, no quiso intervenir. No terminó nada contento el rosarino, que ya se había quejado de la sala de vídeos tras la derrota ante Brasil. “Se cansaron de cobrar bolucedes toda la copa y hoy no fueron al VAR”, había dicho el capitán, en alusión a dos penaltis que reclamó Argentina ante la Canarinha. Messi recordó el partido ante Brasil, después de su expulsión frente a Chile: “Repito lo de la corrupción, no se permite que la gente disfrute del fútbol. Quizá esto fue mandado, me pasaron una factura”.

El VAR sí intervino para advertirle al árbitro un posible penalti de Lo Celso sobre Aranguiz. El colegiado señaló pena máxima y Arturo Vidal puso el 2-1. Pero el partido ya hacía rato se había desvirtuado, un duelo amargo, que había comenzado dulce para Argentina. Scaloni plantó la Albiceleste del futuro o, al menos, con los nombres propios que ilusionan a la hinchada. Lo Celso volvía a la posición de interior, mientras que Dybala, al fin, se ganaba un lugar en el once. Y fue con un bonito pase del jugador del Betis para una mejor definición del delantero de la Juve: 2-0. Antes, Messi había tirado de pillería para sacar rápido una falta en la medular, mientras los jugadores de Chile le protestaban al árbitro. El 10 encontró a Agüero, que dejó en el camino a Arias y marcó su segundo gol en Brasil, su número 41 con la camiseta argentina. Dominaba la Albiceleste en el campo, pero la buena noticia para Scaloni era todavía mayor: Messi se encontraba con Dybala. Entonces, el 10 vio la roja. No se olvidó, sin embargo, de la final. “Ojalá que ni el VAR ni los árbitros influyan y Perú pueda hacer un buen partido. La Copa está armada para Brasil”, concluyó el 10. Se acabó la Copa para el rosarino y el Argentina-Chile, atractivo por el pasado, descafeinado por el presente, se deshilachó en São Paulo.

Tomado de: Elpais.comFacebookTwitter

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