EN EL DÉCIMO AÑO DEL BLOG CARACOL DE AGUA (Manifiesto a los nuevos tiempos)

El blog Caracol de agua entra en una nueva etapa. En lo adelante, no publicará más crónica social, ni costumbrista. Por cuestiones vitales privilegiará a partir de hoy, textos narrativos de largo aliento, mejor elaborados; con la finalidad de hacer más universal su alcance.
A los que siguieron sus publicaciones durante nueve años de forma incondicional, Caracol los invita a montarse en esta nueva arca de Noé, que seguirá siendo la casa de todos los que apuestan al alcance de la palabra, las buenas historias y el pensamiento compartido en forma amena y sencilla.
En Facebook cambia la forma de hacer civismo que lo identificó. Ahora tendrán más fuerza los enlaces directos al blog, obviaremos las clásicas mayúsculas y las entradas o cierres más controversiales de lo publicado, que se hacía siempre con el propósito de generar comunidades on line y pulsar desde ellas, opiniones locales-globales sobre temas determinados.   
Twitter es una red habitada por nuestras publicaciones; así que los esperamos en @polemistaenred y el numeral #Caracoldeagua.
Los tiempos obligan a la inteligencia, a formas de activismo que no pongan en peligro lo que con tanta dedicación hicimos casi una década. El 25 de agosto de 2019 cumplimos diez años;  será un momento ideal para celebrar por todo lo alto. Desde hoy, aceptamos sugerencias, observaciones, recomendaciones, para hacer de esa fecha algo inolvidable en la blogosfera cubana.
Gracias a Dios, lo realizado en Caracol en nueve años queda en dos libros en formato de papel, que salvan la memoria de un tiempo hermoso, donde creímos ingenuamente que era posible un diálogo horizontal, por encima de esas jerarquías que  empobrecen el libre ejercicio del pensamiento crítico desde posiciones revolucionarias de avanzada.
A todos los que aman el costumbrismo y lo social, espero no defraudarlos al disparar la nueva flecha, camino a esas eras imaginarias ya visitadas en otros tiempos, por los Origenistas cubanos, los surrealistas europeos y por el panóptico de Foucault.
Abrazo a todos en Martí, tal y como lo escribió el más universal de los cubanos en aquel memorable texto titulado, “A la raíz”: “Los pueblos, como los hombres, no se curan del mal que les roe el hueso con menjurjes de última hora, ni con parches que le muden el color de la piel. A la sangre hay que ir, para que se cure la llaga (…) O se mete la mano en lo verdadero, y se le quema al hueso el mal, o es la cura impotente, que apenas remienda el dolor de un día, y luego deja suelta la desesperación”. (José Martí: A la raíz, tomo 2, Obras completas, p. 377) Publicado por ARNOLDO FERNANDEZ VERDECIA en 11:12

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