Míster, las ganas no se pueden bloquear

 

Tanto hemos hablado del bloqueo que ya nos parece muela, y en eso los medios de comunicación tenemos una responsabilidad, nos acordamos de que existe solo cuando se acercan las votaciones en la Asamblea General de la ONU o cuando se multa a algún banco por hacer transacciones con Cuba. Otros solo hablan de lo que se ha dado a llamar “bloqueo interno”: esas cosas absurdas que hacemos los cubanos, los mecanismos burocráticos innecesarios, la descoordinación entre las propias entidades del Estado, son cuestiones perfectibles en las que urge trabajar. Sin embargo, el efecto del otro sobre la economía cubana es fácilmente perceptible.

Lo explicaron en Camagüey, hace unos días durante la visita gubernamental a la provincia, Alejandro Díaz, ministro de Economía, y Rodrigo Malmierca, al frente de la cartera de comercio exterior y la inversión extranjera. Malmierca calificó de incontables el número de proyectos de inversión que no han podido concretarse porque detrás del primer acercamiento vienen las presiones, y si no escarmienta, le toca a las sanciones jugar su rol. No importa de donde sea el empresario, da lo mismo de África, de Europa que de Asia o de allí mismo de los Estados Unidos. El mecanismo de la OFAC está bien engrasado y su oficina para Cuba, único país con semejante “privilegio”, no deja de velarnos un instante.

Si miramos los números fríamente, quizás nos cueste trabajo entender la magnitud de lo que es, en otras palabras, el sistema de sanciones económicas más prolongado de la historia de la humanidad aplicado contra país alguno, con más de 58 años de asedio a la economía cubana y esto que afirmo no es por muela. Los ejemplos sobran.

Cuántos de nuestros abuelos pudieran estar necesitando el Evolucumab Repatha, primer fármaco biológico utilizado, para el tratamiento del colesterol elevado, en pacientes de alto y muy alto riesgo cardiovascular. El uso de este fármaco contribuye a solucionar las enfermedades cardiovasculares, primera causa de muerte en Cuba. Sin embargo, hasta al momento no se ha recibido respuesta de la empresa que lo produce.

A lo mejor un amigo nuestro, el vecino de al lado, necesita una cirugía de alta precisión por mínimo acceso y aún no se la ha podido hacer, sepa usted en dos ocasiones se solicitado la compra del Sistema Quirúrgico Da Vinci, equipo de cirugía robótica desarrollado por la empresa estadounidense Intuitive Surgical. La adquisición del robot Da Vinci facilita la cirugía compleja al optimizar el rango de acción de la mano humano, mediante la reducción del posible temblor y el perfeccionamiento de todos los movimientos del cirujano. Hasta el momento, tampoco se ha recibido respuesta de esta compañía.

Conozco dos personas que le han atrasado la cirugía cardiovascular que necesitan para poder sobrevivir, uno de esos motivos se debe a que la compañía Cook Medical, en un correo electrónico del 9 de abril de 2018 dijo que sus productos no están disponibles para su venta o distribución en el mercado cubano, productos que son vitales como las válvulas cardiacas de diferentes tipos, prótesis vascular, dispositivos de extracción de electrodos, entre otros productos destinados a mejorar el diagnóstico y tratamiento de pacientes que precisan de los servicios de cardiología intervencionista, electrofisiología clínica y marcapasos.

Y por si fuera poco Cuba se ve imposibilitada de adquirir en el mercado estadounidense el Óxido Nítrico, utilizado para la prevención o el tratamiento eficaz de las crisis de hipertensión pulmonar aguda, las cuales pueden ser graves e incluso mortales. Entre el 8 y el 10 por ciento de las operaciones anuales del Cardiocentro Pediátrico William Soler, son realizadas a niños que padecen esta enfermedad. El Óxido Nítrico, debido a su contenido potencialmente explosivo, solamente puede ser transportado en barco y por tiempos cortos, lo que impide su traslado desde mercados lejanos.

Según el informe que se presentará a la Asamblea General de la ONU, las afectaciones que registraron los sectores de la Industria Alimentaria y de la Agricultura durante el período que analiza este informe ascienden a 413 millones 793 mil 100 dólares, lo cual significó un aumento de 66 millones 195 mil 100 dólares con respecto al período anterior.

En el caso de la lecho en polvo entera, por ejemplo, que su precio en el mercado mundial es 2.768 por tonelada, a Cuba le cuesta importar la misma cantidad 3. 184 dólares. Los precios mundiales de la harina de trigo se sitúan en un promedio de 300 USD la tonelada, para Cuba el precio se triplica y se coloca en los 900 dólares aproximadamente.

El deporte no escapa de las afectaciones, la utilización de la línea de crédito Nexy, otorgada al Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER) para la adquisición de artículos deportivos en compañías japonesas, se ha visto notablemente limitada, ya que estas empresas tienen su distribuidor comercial para nuestra área geográfica en los Estados Unidos.

El tratamiento a los niños con necesidades especiales es una prioridad para el gobierno cubano. Sin embargo, hay que hacer magia pues las máquinas mecánicas de escritura en Braille PERKINS, no pueden ser adquiridas por Cuba, en tanto son fabricadas y comercializadas en los Estados Unidos.

No hay que ir muy lejos para sentir en carne propia los efectos del bloqueo, aquí mismo en Nuevitas, la Fabrica de Fertilizantes necesita un para producir un volumen de amoniaco que hoy no puede importarse porque las pocas navieras especializadas en su transporte no se arriesgan a hacer convenios con Cuba, cuando aparece alguna los precios son muy elevados y esto encarece el producto final.

Cabe recordar que la Ley para la Democracia Cubana o Ley Torricelli (1992) prohibió a las subsidiarias de compañías estadounidenses en terceros países, comerciar bienes con Cuba o nacionales cubanos. Prohibió además a los barcos de terceros países que toquen puerto cubano, entrar a territorio estadounidense en un plazo de 180 días, excepto aquellos que tengan licencia del Secretario del Tesoro.

El impacto extraterritorial es considerable, según el proyecto de Resolución que Cuba presentará en la ONU, numerosas empresas de terceros países que son tradicionales exportadores de productos y materiales esenciales para la economía cubana, están rehusando a actuar como proveedores o están encontrando dificultades adicionales para asegurar el financiamiento que respalde las exportaciones a Cuba. El costo de este efecto extraterritorial es de decenas de millones de dólares y se traduce en atrasos de suministros, carencia de materias primas y severos daños a la producción fabril del país.

Durante este año el Departamento de Estado emitió una “Lista Restringida de Entidades y Dependencias cubanas”, en la que fueron incluidas 179 empresas. Su objetivo es entorpecer las relaciones económicas y comerciales de las empresas cubanas con potenciales socios estadounidenses y de terceros países. Sus fines también se dirigen a limitar las oportunidades del sistema empresarial cubano con el resto del mundo, ya que muchas contrapartes extranjeras han interpretado que no pueden concretar negocios o seguir operando con las empresas incluidas en el listado unilateral.

Son demasiados ejemplos que demuestran que el bloqueo no es muela y como dijera el Presidente Cubano en el Segmento de Alto Nivel de la Asamblea General de la ONU, es el principal obstáculo para el desarrollo de este pueblo. Por eso, a pesar, de las presiones del gobierno de Trump para evitar el respaldo mundial al Proyecto de Resolución cubano, a pesar de los circos que se han montado en los últimos días, que confirman el regreso a la confrontación, no dudo que la Isla reciba el apoyo de la inmensa mayoría de los Estados miembros. Por su parte Cuba continuará adelante, sobreponiéndose a las sanciones, innovando, buscando soluciones, porque el talento y las ganas de echar “pa`lante” de quienes vivimos en esta tierra jamas los podrán bloquear.

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