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Aprendamos a convivir con “los otros”

tomado del blog: Nuestra Media Luna

Por: Michel Álvarez Morales

Vivir en el mundo de hoy es un privilegio para muchos, no sucede de esta manera con una parte de los habitantes del globo terráqueo, las civilizaciones poseen sus costumbres, tradiciones, cultura, creencias religiosas y leyes, elementos claves que determinan el marco contextual donde actúa y se desarrolla cada individuo.

La adopción de diferentes formas culturales que se consiguen con el transcurso de la vida, vienen a convertirse en paradigmas para los nuevos individuos que aprenden de la realidad en que se desarrollan, el resultado de este aprendizaje -en muchos casos, con necesidades de renovar-, trae consigo la aparición de nuevas representaciones culturales en las sociedades.

En algún momento nos hemos preguntado, cómo funciona esta herencia cultural en nuestros hijos, cómo nos vemos reflejados en su formación y educación, qué ejemplo de conducta representamos para ellos. Estas y otras interrogantes se enfocan alrededor del tema que me urge compartir con ustedes.

En la sociedad que me ha tocado vivir como individuo activo, se visualizan algunas irregularidades que necesariamente apremian resolverse, por ejemplo, el maltrato animal; hoy constituye una manera de diversión en algunos niños, jóvenes y adultos, como señal de reaparición de ciertas actuaciones ya controladas hace algunos años.

El vecino que va en su coche de pasaje o carga y su caballo no quiere caminar, arremete con furia y rabia contra el equino utilizando un látigo de elaboración casera, para el propietario, mientras más le duela al pobre animal, mejor, situación que observamos día a día en nuestra sociedad medialunera; he visto expresiones de alegría en niños, jóvenes e incluso adultos, ver al animal sufrir por este abuso, sucede a los ojos de todos, pero nadie regula, ni controla la realidad.

Otra manifestación de maltrato animal a gran escala, la padecen los caninos, conozco una persona que tiene dos hijos varones y una niña recién nacida, a petición de los varones, buscó dos perros, no es el mero hecho de tener los perros que quiera, sino, cómo él los cría y les enseña a sus hijos el método de crianza que ha creado; falta de atención en la alimentación y un brutal maltrato a los caninos, son las enseñanzas que hoy reciben los niños, quienes han imitado las acciones de su papá contra los inocentes animales.

Entonces, podrá predicar esta familia desamorada aquella frase que desde pequeños nos enseñaron en la escuela “el perro es el mejor amigo del hombre”, no creo que los caninos deseen tener una amistad con este tipo de personas.

Hace unos días observaba un hombre enseñando nuevos modales a un perro, golpeaba descontroladamente su cabeza con una piedra, sufrí mucho en ver como el animalito lloraba y aquel hombre no tenía piedad de él, caramba, de qué material está elaborado el corazón de estas personas.

Considero que el estado y las instituciones responsabilizadas para estos fines, deben prestar inmediata atención a los comportamientos que muchos grupos de la sociedad van generando y trasmitiendo de generación a generación, los que, en un futuro no muy lejano, pudieran atentar contra la sociedad culta que queremos formar, sino somos capaces de amar a nuestros animales, cómo podemos aspirar a ser un pueblo culto.

Podemos lograr una sociedad que vea a sus animales como parte de su propia familia, ellos necesitan del amor, sienten y sufren. Los invito a defender el cuidado de esta otra familia que por razones de la vida Dios los creo para que convivieran junto a nosotros, denunciemos los maltratos que hoy se cometen contra ellos.

Cine Teatro Luisa, más de un siglo de cultura en Cienfuegos

tomado del blog: Cienfuegos Patrimonio
Cine Teatro Luisa, más de un siglo de cultura en Cienfuegos
Cine Teatro Luisa, más de un siglo de cultura en Cienfuegos

El Cine Luisa es una de esas instituciones culturales más visitadas por los cienfuegueros hace unos años. En parte por su privilegiada ubicación en medio del Prado, y en parte por su programación cinematográfica, aunque en los últimos años su principal objetivo: la proyección de películas, se ha visto limitada casi a cero por reparaciones.

El Cine Teatro Luisa Martínez Casadoes uno de las más importantes construcciones de su tipo en nuestra ciudad. Es la de mayor trayectoria y resultados en la promoción cultural de todos los cines de la localidad y territorios cienfuegueros.

Fundación e Historia

Ubicado en el contenedor declarado Patrimonio Cultural dela Humanidad, es uno de los inmuebles que contribuyó a tan alta valoración y distinción por los niveles de antigüedad y representatividad de este tipo de edificación y dentro de los inmuebles que posee nuestra ciudad.

Esta institución, con más un siglo de fundado, cuenta con una rica historia desde el año1911 hasta la actualidad. La celebración en sus salas y espacios de hechos y acontecimientos que constituyen hitos históricos, no solo de Cienfuegos sino de la nación cubana, donde han participado prestigiosas personalidades de las artes, intelectuales, científicas y políticas y la cultura de Cuba y el mundo que la han llenado de orgullo con su presencia.

Cuando se celebró en Cienfuegos en 1911 un plebiscito para saber el nombre que debía ponerse al teatro construido, triunfó el nombre de “Luisa Martínez Casado”, la cual gozó de una alta estimación y de un aprecio sincero en el pueblo de Cienfuegos, que vio siempre en ella a la artista notable que supo obtener muchos triunfos para su ciudad natal.

El 1 de septiembre de 1911 bajola Direcciónde Cesar Puga quedó inaugurado el Teatro Luisa Martínez Casado situado en el Paseo del Prado (Calle 37) y Santa Clara (Avenida 50).

Aunque se consideró que la obra debía construirse en 6 meses exactos, en realidad tomó 7 meses y 17 días. La demora fue en parte porque las compañías eléctricas en la ciudad no podían brindarle servicios a la instalación, por lo que tuvo el Cine que producir su propia corriente adquiriendo su propio equipamiento y generando la electricidad desde su planta.

Diseñado en sus inicios con un estilo ecléctico y un diseño interior a la italiana como el Teatro Terry, el inmueble contaba con 600 lunetas, 4 grilles y 18 palcos. Además de resaltar entre sus elementos decorativos la gran figura en forma de estrella que adornaba el centro del techo de la sala principal.

Cuenta con una altura de 13 metrosy con una segunda planta y  un entrepiso de hormigón armado, además  con una estructura de cubierta de acero y zinc, y estructura metálica y cristal en su fachada exterior. Sus constructores fueron el ingeniero Juan Pablo Ross y el maestro de obra Miguel A Calzadilla.

Aunque ha cambiado mucho sus características constructivas toda se ven sus líneas originales en la actual fachada.

Actuaciones

En la noche de estreno, la figura a quien se rinde honor con su nombre, nuestra Luisa Martínez Casado prestigió la inauguración con la declamación del poema “A Cienfuegos”, actuó además la compañía de Esperanza Iris, conocida como la Emperatriz de la Opereta, con la ópera Vienesa “La Viuda Alegre”. Fue entonado el Himno Nacional a cargo de la prestigiosa Banda Municipal bajo la dirección de Agustín Sánchez.

El Cine Luisa ha sido escenario de las más prestigiosas compañías y artistas que visitaron la ciudad como por ejemplo: Graciela Apretó, que debutó con la compañía cómica dramática que dirige el primer actor Alejandro Garrido con el estreno de “El Ama de Casa” y el “Nido” el 18 de septiembre de 1911,”Sonámbula” el 28 de enero de 1912; el tenor Florentino Constantino con la ópera “Bohemia” el 10 de Abril siguiente; las compañías de los eminentes actores Ernesto Vilelus y Eugenia Zuffoli; el autor teatral y gran actor cómico cienfueguero Arquímedes Pous, la eminente bailarina rusa Ana Pavlova, Titta Rufo, Gabriela Mistral (Premio Nobel de Literatura en 1948), entre otros.

A pesar de que se construyó solo para obras de teatro, fueron muchas las películas que se mostraron allí en los primeros años.Se puede conocer por el periódico “La Correspondencia” que en 1911, Chas A. Prada, primer empresario que trajo una película a Cienfuegos mostrabaallí por las noches películas entre las que podemos mencionar “El Botero dela Rivera”, “El Lazo Verde”, “Celos”, “La Florete”, ‘La Mujerdel Médico”, consideraba esta unas de las mejores cintas estrenadas en la provincia; “El verano del Señor Dupont”, “La Hijadela Cartomántica”, ‘Rottles”; el estreno de la famosa película “Amor mal empleado”, dividida en cuatro partes.

Reparaciones

El teatro Luisa fue remozado y reabierto el 18 de Noviembre de 1931 con un moderno equipo de cine Western Union y 1500 asientos que después aumentaron a 1700. Esta reapertura se hace con el estreno de la película “Luces de Buenos Aires” de Carlos Gardel y el estreno además en la provincia de Cienfuegos, pues aun no había sido vista en La Habana ya que desde finales de la época se estrenaba en nuestra provincia algunas películas antes que en la capital, otras veces al mismo tiempo y solo excepcionalmente una semana después. Esto ocurrió gracias a las gestiones de los empresarios García y Domingo Martínez.

En Noviembre de 1945 se volvió a remodelar y modernizar el interior y fachada y se reabrió al público con la película “Escuelas de Sirenas”.

A partir de ese momento aunque la actividad principal fue la exhibición cinematográfica se continuaron presentando espectáculos teatrales al mantenerse su estructura para ello con escenarios, camerinos etc., fueron muy populares las presentaciones en esta sala en horarios nocturnos preferentemente después de la función de cine de los vodeviles montados por Mario Martínez Casado, así como las habituales temporadas de la compañía de Enrique Arredondo, con el gallego Castany, la de Carlos Pons, la de Bolito Landas y otras.

En el Luisa también se exhibió el 4 de Julio de 1953 “El diablo Dwana”en colores una película de largometraje en 3era dimensión. Según cronistas teatrales esto constituyó el más asombroso adelanto de la cinematografía de todos los tiempos, había que verla con espejuelos o lentes polaroid.

Posteriormente al triunfo revolucionario el cine Luisa pasó a formar parte del ICAIC y hasta hace unos años mantenía su hegemonía, por su capacidad y belleza exhibiendo los estrenos del país.

El Cine Luisa también ha sido ser subsede de prestigiosos festivales que se desarrollan en el país como el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, el Festival de Cine Francés y el Festival de Cine Pobre Humberto Solás. Es la sede principal del Evento Jorge VillazónIm Memoria y de SURIMAGEN.

Durante los últimos años esta sala de cine se ha visto imposibilitada de mostrar películas como lo hacía antaño debido a reparaciones de diferentes magnitudes, y hoy no presta el servicio para el fue creado por ese mismo motivo.

Ojalá que con las actuales reparaciones se pueda ofrecer al público nuevamente un servicio de excelencia como era habitual, y que siga sirviendo de centro promotor de la cultura en la provincia.

El libro y el hábito de lectura

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¿Leemos o no?

No creo que aún alguien piense que el libro impreso sobre papel va a desaparecer, aunque puede quedar algún incrédulo ante el auge de lo digital, pero sí está claro que su presencia o participación dentro del mercado las publicaciones ha disminuido.

Simplemente ha pasado algo similar a lo ocurrido con otros medios y soportes a partir de la irrupción en masa de lo digital. Los nuevos medios y formas de consumo se apoderan de una parte importante del mercado pero no suplantan las anteriores. Así pasó con la radio cuando llegó la televisión. Así ha pasado con la proyección de cine en salas, primero con la TV y la aparición del VHS/DVD, y posteriormente con el “streamming” o visualización en línea. Así pasó también con el CD de música, los formatos digitales (MP3, WMV, AIFF) y su escucha en línea.

Lo nuevo aborda el mercado, impone nuevos patrones y hábitos de consumo y automáticamente el mercado reajusta sus cuotas de participación según los consumidores.

De aquí entonces que lo más importante para hacer prevalecer el hábito de lectura no es exactamente lograr una mayor presencia del libro impreso en papel, como tradicionalmente sucedía, sino lograr que las personas sigan necesitando de la lectura para encontrar la información que buscan, instruirse o entretenerse.

Hemos escuchado muchas veces decir que hoy se lee mucho menos, sobre la base de la disminución de la cantidad de materiales impresos (periódicos, revistas, libros). ¿Pero acaso no ha aumentado proporcionalmente mucho más el acceso a sitios de corte enciclopédico como WIKIPEDIA, a los periódicos y revistas en línea o a los espacios en la Web de corte científico o universitario (tipo docente)? ¿O es que en esos lugares no hay también textos que leer?

Es verdad que estamos en un mundo marcado por la influencia de lo audiovisual y lo digital, pero aún la forma más común de comunicación a través de medios sigue siendo la palabra, el texto.

Partiendo entonces de la premisa que “aún se sigue leyendo…..y más que antes” analicemos el tema del libro y sus proyecciones.

El Libro y sus funciones   
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Con la aparición de la imprenta moderna en 1450 y el desarrollo alcanzado en la producción de papel, el libro acelera su proceso de penetración en la sociedad, dejando de ser un producto exclusivo de las cultas minorías de la época.

Pero su rápido ascenso dentro de las clases bajas se produce a mediados del siglo XVIII cuando se superan las dificultades tecnológicas que le impedían convertirse en mercancía, pero sobre todo con la innovación comercial de las librearías ambulantes donde el librero cobraba una cantidad mensual por prestar libros que al ser devueltos le permitía al lector recibir otro a cambio. O sea que en parte su auge se debe a la forma en que logró su distribución en la sociedad.

El libro entonces se convierte en un avance que da distinción a los lectores como progresistas, en un siglo en que el progreso es una meta social ampliamente deseada y a la que pueden acceder por igual nobles y plebeyos.

Los libros permiten informar, educar, formar, conocer, aprender y también entretener. Permiten a quienes lo leen y utilizan ser más culto a la par que motivan y desarrollan su imaginación.

Según cada una de estas funciones aparecieron líneas completas de producción de libros orientados a propósitos específicos. Así tenemos los de carácter enciclopédico; los libros de texto y cuadernos prácticos orientados a los procesos de educación; los manuales y libros técnicos que sirven tanto para la instalación y supervisión de procesos como para la asistencia y formación de especialistas; los libros de carácter literario y de entretenimiento, entre otros.

Esta segmentación se agudizó en la época digital ya que las tecnologías de la información aportaron nuevas forma de hacer y acceder según el propósito del libro. De ahí que prácticamente desaparecieran las grandes enciclopedias por tomos en papel, convertidas en CD, DVD o accesibles a través del ciberespacio. Sin embargo sitios en la Web de carácter enciclopédico como Wikipedia son hoy consultados cientos de miles de veces más que sus equivalentes anteriores en papel, con lo cual se consiguió mayor nivel de lectura de estos textos y mayor acceso al conocimiento, al facilitar estas tecnologías, y con ello democratizar, el acceso a esta tipo de información. Eso sin contar el valor añadido de haber sido creado sus contenidos con el aporte del conocimiento colectivo y estar en permanente actualización y revisión.

Algo similar está ocurriendo con los libros dedicados a la enseñanza y la formación aunque no en la misma proporción. Este fenómeno depende de otros factores sociales y de desarrollo. Sin embargo en este caso y también como parte de democratización del acceso a la información y el conocimiento, conviven en perfecta armonía las tecnologías de la información, la información en formato digital, los materiales audiovisuales didácticos y los tradicionales libros impresos.

La necesidad de información

Libro digital 1No por casualidad se ha denominado a esta época la “Era de la Información” y la Sociedad ha tomado los calificativos de Sociedad de la Información y el Conocimiento.

La dependencia que existe entre cualquier proceso y el nivel de información y conocimiento sobre este, sus partes integrantes, el ambiente en que se desarrolla y el destino o finalidad del mismo es tan alta que ha pasado a ocupar un lugar entre las primeras prioridades.

Por tanto el acceso oportuno a la información se ha convertido también en una prioridad.

La forma más común de almacenar hoy la información sigue siendo mediante la palabra escrita que en estos momentos se guarda o en formato digital o impresa sobre papel. Como el papel ha demostrado ya su durabilidad en el tiempo y las formas de almacenamiento digital aún están por demostrarlo (además de su tendencia a cambiar soporte y formato en períodos relativamente cortos ante el desarrollo de las tecnologías), muchas de estas informaciones están hoy en soporte papel. Y no son textos muertos, por lo general son materiales que se consultan y leen frecuentemente.

¿Será entonces correcta la apreciación de que leemos menos cuando el nivel de acceso a la información se ha multiplicado y los volúmenes de información almacenados han crecido considerablemente año por año?

La Literatura como manifestación cultural y entretenimiento

Sin dudas dentro de este ámbito del libro es donde más se ha sentido la influencia de lo digital y los cambios en los hábitos de lectura.

Es difícil pensar que la mayoría de los jóvenes de hoy van a sentir la misma pasión que sintió la juventud de finales del siglo XIX y principios del XX por las grandes obras impresas al estilo de “La Guerra y la Paz” o “Los Miserables”.

Posiblemente valoren o se interesen más por una superproducción cinematográfica de las mismas. Pero eso no quiere decir que al menos una parte de ellos no llegue a leerlas en letra impresa. El problema es cómo lograrlo revirtiendo la tendencia actual hacia otro tipo de textos, más cortos y menos descriptivos.

Pienso que el punto de partida entonces debe ser otro: Lograr mantener el hábito e interés por la lectura de textos literarios.

No puede existir una sola estrategia para ello pero podemos dar una lista de ejemplos de acciones que sin dudas deben lograr generar y mantener el interés y provocar la lectura. Por ejemplo:

  • A partir de una buena selección de poesía, sacar al mercado a la par del libro, archivos de audio y video con la lectura de la misma, o incluso con análisis, comentarios y explicaciones sobre las mismas, su autor y la época. Es muy importante la selección acorde al público al que se dirige, pues lo demás también tiene que responder a los códigos estéticos y de comunicación de este público objetivo.
  • Junto con el libro en papel, sale la versión digital del mismo. Comprar la versión digital da facilidades para adquirir la versión en papel. Además se publican en Internet materiales audiovisuales con la promoción del libro, comentarios sobre este, lectura de momentos atractivos y hasta representación dramática de estos momentos a modo de clip.
  • Algunos textos literarios son afines a la creación de juegos (más o menos didácticos), desde trivias con combinaciones de preguntas y respuestas, hasta la utilización de modelos de juego existentes para aplicarlos al tema en cuestión (encontrar algo, enfrentamientos o luchas según algún pasaje de la obra, competencia entre dos bandos o equipos, etc.). La imaginación y creatividad en este sentido de quienes conciban estas ideas será la clave del éxito.
  • Trabajar el desarrollo de versiones de grandes obras (típicamente utilizado con el género de aventuras) dirigidas al público joven. Esto puede incluir la realización de versiones en formato de “comics” pensando en los más pequeños.
  • Revertir la actual tendencia de imprimir libros sin ilustraciones y siempre que se pueda incorporarlas. Las versiones digitales del libro pueden incluir ilustraciones animadas o incluso interactivas.
  • Convertir en “héroes” o “símbolos” a los protagonistas de obras literarias seleccionadas, tal y como hoy se hace con el cine o el video juego y a partir de ello, generar toda una serie de artículos complementarios. Para ello es importante haber creado primero un referente visual de la obra o los personajes.

Acciones como estas van encaminadas a incentivar el acercamiento a la lectura del público infantil o joven, bombardeados desde edades tempranas por la fuerza y pregnancia del audiovisual, lo inmersivo de los video juegos y el sensacionalismo de lo electrónico.

Aunque esto es una tarea fundamentalmente de aquellas personas, instituciones y entidades cuyo trabajo se focaliza en la promoción de la lectura, si a la misma no se suman editores, impresores, vendedores y en general toda la industria del libro, en asociación con el mundo de la música, el video, la multimedia, el software y la electrónica, será muy difícil lograr resultados palpables a mediano plazo. Obviamente lo comercial tendrá un peso fuerte en garantizar estas alianzas por lo que también debe pensarse en ello a la hora de generar el proyecto.

Nada de lo antes mencionado es nuevo. Casi todo ha sido utilizado y probado ya, pero desafortunadamente muchas veces se hace con obras de poco o menor valor literario. Pero el mecanismo funciona. ¿Por qué entonces no aplicarlo a aquello que nos enriquecerá culturalmente?

Todo esto implica un poco romper con tradiciones, formatos y maneras de hacer, pero hay que atemperarse a los modos de hacer en la actualidad si queremos defender los valores que realmente nos aportan en lo cultural, lo educativo y lo informacional para un mayor enriquecimiento espiritual evitando la actual tendencia de que lo digital, lo electrónico y moderno se asocie a lo banal, superficial y embrutecedor.

A modo de conclusión

Libro digital 3Pudiéramos seguir abordando temas y poniendo ejemplos pero no es el objetivo de este trabajo.

Su propósito es motivar a quienes lo lean a reflexionar sobre el tema del libro y la lectura. Si generó criterios a favor o en contra no es lo más importante. Como asevera el viejo refrán : “….lo que importa es que hablen”.

Y eso es realmente lo importante. Que entre todos pensemos la mejor manera de hacer prevalecer lo que la era del libro impreso nos permitió a todos para crecer, aumentar nuestro nivel cultural y llevar nuestros niveles de imaginación y creatividad a su máxima expresión.

Esta es una tarea sobre todos de las instituciones que tienen en su objeto social velar y potenciar por la lectura, pero tembién de la industria editorial, los escritores, poetas, guionistas y creadores en general. Tenemos que abrir nuestras mentes al mundo de hoy con una proyección hacia su futuro si de verdad queremos sacar provecho de toda la teconología que nos rodea y de la que viene en camino.

Credo

A todos mis hermanos fomentenses
Por: Ángel Martínez Niubó
fomento-cubaCreo en Dios, creador del Husillo y Piedra Gorda, del río Agabama y de todos sus afluentes.

Creo en Lázaro, a quien la guerra crucificó y convirtió en el loco más célebre del pueblo. Creo en Ramona Tirabufo, porque supo que todas las riquezas cabían en una jaba, y con ella iba y venía por el pueblo. Creo en la belleza porque es efímera, y en mis amigos, porque saben que la felicidad no está en La Habana, ni en Miami, ni en Madrid, sino dentro de ellos mismos. Creo en mi padre, por enseñarme que los locos del pueblo no eran los que muchos creían, sino aquellos a quienes la ambición cegó lo suficiente como para no ver que todo tiene un fin. Creo en Sabroseao, que hizo de la alegría una bandera y la sacaba cada mañana en una bicicleta prodigiosa. Creo en Miguel Montesino porque supo que la política era una conversación con los humildes, y paseó por los parques y las plazas, y las palomas se rendían ante él. Creo en el pito distante del central, en las doce campanadas de la iglesia, y en el Criollo, que para mí –junto al “le ciel de Paris”- sigue siendo el mejor restaurante del mundo. Creo en Celia Cruz y en Silvio Rodríguez, porque un mismo río cruza por sus orillas melodiosas. Creo en mis hijas, en donde Dios hizo el único resumen de todo cuanto amo y me ofreció el pan de las misas del domingo. Creo en Gabriel, que vive en Cuba, y en Manuel, a quien la distancia no le borró la imagen de un cañaveral resplandeciente. Creo en la loma del burro, por donde cada mañana sale el sol de mi pueblo, y se empina un papalote diferente. Creo en Pedro de Jesús, a quien Dios regaló todos sus verbos y él los convirtió en mirlos y palomas. Creo en la novia que se tatuó uno de mis versos en su seno izquierdo y en aquellas, en cuya eternidad todavía hago silencio. Creo en la Ceiba de mi parque como la gran consentida de los árboles del pueblo. Creo en mi madre, que se hizo maestra porque fue otro modo de imitar a Jesús. Creo en el río de los mudos, en el arroyo del palomar, y en las pelotas que caen sobre el techo de mi niñez. Creo en Francisca, en cuya delgadez Dios hace ahora las sedas y los bálsamos. Creo en la Bota de Oro, en el lago del Cabaret, y en el cementerio, porque allí están enterrados los muertos que amo para siempre. Creo en Siboney, porque en cada mañana tenía un saludo diferente y en Ñego, porque junto a él descubrimos el cine. Creo en María, que me enseñó el camino más corto para llegar al cielo, y en Inés, porque vi como flotaba aquella noche en que faltó la luz.
En fin, creo en la esperanza, sin cuyo efecto no podría sentarme bajo la luminosa oscuridad del parque, y creo en la poesía, porque sabe que después de cada menguante, la luna vuelve a ser nueva.

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Un desafío ante la guerra cultural: educar al pueblo en una cultura audiovisual.

Por: Yusuam Palacios Ortega

Es muy raro ver a un adolescente o joven en la realidad que vivimos leer un libro impreso (e incluso digital) por el simple deseo de hacerlo, recrearse, aprender; y más difícil aún, que tenga lo que se llama hábito de lectura; y no es que no existan lectores jóvenes o que se haya olvidado la lectura; simplemente esta no es preeminente en el mundo actual, pese a ingentes esfuerzos por promoverla con iniciativas muy válidas de instituciones y promotores culturales a lo largo y ancho del país. La lectura no está en la preferencia de los jóvenes (al menos en buena parte de ellos); y esto se debe, en importante medida, a la gobernanza audiovisual que hoy existe.

No es secreto ni se ha de cubrir con un velo que el consumo audiovisual de propuestas televisivas, cinematográficas u otras de similar rango; prevalece en el gusto y preferencia de los jóvenes (y no sólo de ellos); que se ha generado una incultura audiovisual propia de la crisis humanística, de valores, ideales; que afecta al mundo y sucumbe en el empobrecimiento espiritual a millones de personas que viven bajo los efectos nocivos de la industria del entretenimiento, la cultura chatarra, la enajenación y desideologización que representa el capitalismo.

No se puede negar lo que es un hecho a la luz del siglo XXI, más que libros hay videos, más que el disfrute de excelentes aventuras y novelas (clásicos de la literatura) o la poesía liberadora de las almas, aparecen espectáculos macabros y movidos por la más burda de las farsas. La condición humana se pierde cuando poco a poco se destruye el tejido espiritual que significa la resistencia a la cultura de la banalidad audiovisual que embrutece y enclaustra el pensamiento. Dejamos de observar con ojo crítico lo que ciertamente es hegemónico hoy: la llamada industria del entretenimiento que gusta, pero esclaviza.

Y es un declarado engaño lo que allí se propone; es necesario para continuar sosteniendo un modelo cultural agresivo, dañino, criminal, desprovisto del más mínimo vestigio de dignidad (la del arte y la cultura); que la imposición de la cultura capitalista vaya de la mano de la mediocridad y el antagonismo. La mediocridad del contenido, el vacío de lo culto en sus honduras; lo antagónico responde sencillamente a la incompatibilidad (en ese modelo que destruye) de lo que causa goce, placer y gusto con lo que libera, emancipa y eleva en una propuesta audiovisual de las descritas.

Ese es el propósito del orden cultural impuesto al mundo; penetrar en los pueblos, sobre todo, en aquellos con fuerte tradición e identidad; es el mecanismo ideal para destruir la Revolución cubana, ¿cómo?, devastando nuestra cultura con cañones audiovisuales, desde el ciberespacio, con realitys show, series, novelas, películas; toda una muestra de productos colonizadores que sólo hacen posible que los valores del capitalismo se reproduzcan. ¿Y entonces cómo enfrentar semejante guerra?; donde más que confrontación de pensamiento nos enfrentamos a un enemigo que no quiere que pensemos, que su propuesta es inocular el veneno de la incultura. Quiere entretener y no educar, quiere someter con fútiles armas: las melladas del capitalismo.

Es imprescindible educar al pueblo en una cultura audiovisual; nos quieren dominar y el antídoto es la cultura. No en balde decía Martí que ser culto es el único modo de ser libre; he ahí la cultura como única posibilidad de garantía de la libertad. Hay que promover en las comunidades estudiantiles, laborales y residenciales lo autóctono, lo nuestro; llevar la cultura cubana sin olvidar la universal (lo mejor de ella): “injértese en nuestras repúblicas el mundo, pero el tronco ha de ser el nuestras repúblicas”, a cada joven, niño o adolescente; para que conozcan los valores culturales, identitarios, históricos que tenemos.

Un sujeto crítico resulta medular en tiempos donde la crítica parece enemiga cuando en realidad es una de nuestras mejores aliadas para la formación estética y ética de los individuos. La crítica no es hablar mal de alguien, es colocar a tiempo las dos pesas de la balanza cultural, social, política, económica. Es mostrar, con altura ética y cultural, los valores de las obras, sus antivalores también; es la sinergia entre el látigo y el cascabel para educar, transformar, crear una conciencia crítica en el ciudadano que le permita discernir, porque tiene las condiciones para ello, entre lo que resulta positivo o negativo de lo que se está propagando en materia cultural, de lo que con dolor muchas veces se brinda, de la basura artística o podredumbre intelectual de los nuevos colonizadores.

Hay que insistir más en la enseñanza electiva de la cultura audiovisual de nuestro pueblo, sobre todo en las escuelas. Tenemos una tradición en la Escuela Cubana de Pensamiento que no se puede perder: elegir para integrar como método desde el padre Varela, José de la Luz, el propio Martí. Los métodos de enseñanza tienen que continuar adecuándose al momento presente; el audiovisual se impone y hay que tomarlo para sí como herramienta de formación cultural, política e ideológica en niños, adolescentes y jóvenes.

La batalla cultural ha de distinguirse por la unidad e integración de las instituciones que promueven la cultura, de los organismos cuya misión no es otra que formar y educar en valores, de los intelectuales que tienen ante sí el reto cultural más grande: salvar junto a todo el pueblo, con su orientación clara y revolucionaria, la madre del decoro y la savia de la libertad. Esa propagación de la cultura no se nos puede quedar en intentos aislados y muchas veces sin la debida coherencia por falta de previsión y articulación de cada una de las fuerzas culturales que existen en Cuba.

El prestigioso intelectual cubano y uno de nuestros líderes históricos Armando Hart Dávalos, ha hecho un llamado a trabajar con el pensamiento, a volver a la tradición filosófica, ética y jurídica cubana para la salvaguarda de la Revolución. Ha sido muy claro con la idea de que donde no está la cultura está el camino a la barbarie. Sus reflexiones constituyen un arsenal ideológico para enfrentar la guerra cultural desatada desde hace mucho tiempo, pero que en la actualidad cobra un alcance mayor; donde símbolos de la cultura capitalista, colonizadores, de los valores de esa cultura del tener que promueve el egoísmo y la exaltación por lo material; se reproducen constantemente y es medular denunciarlos desde posiciones revolucionarias; claro está promoviendo con más inteligencia y creatividad los símbolos nuestros, los de la cultura cubana, los del Socialismo; salvando nuestra historia, yendo a ella con el atractivo de los códigos actuales sin renunciar a esencias y principios.