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Diputado ratifica respaldo de la juventud a proceso social cubano

Tomado del blog El joven Cubano

La Habana, – El diputado y presidente de la Federación Estudiantil Universitaria, Raúl Alejandro Palmero, reafirmó hoy el respaldo de la juventud cubana al proceso social iniciado aquí por la Revolución de 1959.

Garantizar la continuidad de una Revolución que está próxima a cumplir sus 60 años es una de las prioridades de la recién constituida IX Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento), dijo Palmero a Prensa Latina.

De acuerdo con el joven legislador, el protagonismo de las nuevas generaciones ha sido esencial desde las etapas de nominación en reuniones vecinales de barrio realizadas con vistas a la conformación de las asambleas municipales y provinciales, y la posterior instalación del Parlamento.

También recordó que miles de estudiantes universitarios trabajaron como colaboradores en las mesas electorales a propósito de los sufragios del pasado 11 de marzo cuando fueron electos los 605 diputados a la Asamblea Nacional.

Al decir del parlamentario, el rol desempeñado por los jóvenes en cada etapa del proceso electoral cubano constituye una muestra de respaldo de las nuevas generaciones a los ideales del líder histórico de la Revolución, Fidel Castro.

La participación de la juventud es creciente y visible respecto a otras legislaturas. Hoy contamos con ocho dirigentes estudiantiles en el Parlamento, comentó Palmero.

Según datos ofrecidos por la Comisión Electoral Nacional, los menores de 35 años representan el 13,22 por ciento de los diputados.

Instalada la víspera en el Palacio de Convenciones de La Habana, la IX Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular ratificó como su presidente al diputado Esteban Lazo, y a Ana María Mari Machado y Miriam Brito en el cargo de vicepresidenta y secretaria, respectivamente.

La Comisión de Candidatura Nacional propuso a Miguel Díaz-Canel como presidente del Consejo de Estado y a los restantes 30 miembros de ese órgano, que incluye un primer vicepresidente, cinco vicepresidentes y un secretario.

YO TENÍA UNA BICICLETA

tomado del blog La Bicicleta

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Comencé a trabajar en la Unión de Jóvenes Comunistas en el año 1991 y cómo decía buen cubano de mi tierra, ese fue el año en que se cagó el Buey; se desmerengó el campo socialista; se fastidió la economía; se jodieron los Carnavales del municipio – y creo que de toda Cuba – y a mi abuela se le murió la puerca.
Me enfrenté al trabajo en un territorio amplio, sembrado de barrios dispersos, lleno de niños alegres y personas de cubanísimo arraigo; pero todos jodidamente lejos unos de otros y de mí pequeña oficina. Como eso de que “Si Maoma no va…” , etc,etc,etc, es cosa de refranes y no de trabajo político, pues ni yo era Maoma, ni las montañas de allá caminan un centímetro; así que al Nene (que no me conocen por allí y hasta por aquí, sin ese alias) tuvo que dar más pedales que Pipián Martínez, aquella figura legendaria del ciclismo cubano.
Así fue que tuve mi primera bicicleta y eso que de niño soñaba con una, pero mi barrio era rural, mi tienda pequeña y para lo ocasión en que venían los juguetes (daban tres por niño una vez al año y por la libreta) a veces solo venía un “ciclo” de aquellos pequeños, justo lo necesario para mi edad, pero por lógica se lo llevaba el primero en la cola, que eso de los números para comprar los juguetes será tema para otra historia.
Pero regresemos al asunto pedalístico de los años 90. Me asignaron una Bicicleta Forever de fabricación China, azul, cómoda y ligera. Pero la susodicha no se movía sola, su energía tenía que ponérsela yo, y yo entonces, no tenía mucha energía, porque la alimentación se puso de croqueta para abajo un buen trecho.
Así entonces emprendí mi bregar por las carreteras-terraplenes – trillos y matojos de cuanto barrio tenía una escuelita, pues yo era nada menos que el Presidente Municipal de los Pioneros y todos sabemos que en Cuba se podrán acabar hasta las croquetas, pero nunca se van a acabar los pioneros, ni sus guías entusiastas, de esos que te veían llegar sudando a chorros detrás del manubrio y te decían con sana alegría: Venga Presidente, venga de nuevo mañana que la carreta con los niños para la acampada, ¡se ponchó! como si los 16 KM que yo había pedaleado no fueran nada.
Yo tenía mis normas de consumo, eso que ahora es tan común para controlar el gasto de los combustibles, pues a mí ya me eran familiares esos datos; así por ejemplo, la Forever hacía 8 KM por guarapo, unos 10 KM por batido de fruta bomba o mango e incluso una vez llegó a promediar hasta 16 KM después de una milagrosa jarra de jugo de naranjas con ¡Leche Condensada!
Nada, que por estar de pequeño maldiciendo al dios de las bicicletas por dejarme fuera del reparto, pues el personaje debe haberse enfadado tanto que me mandó bicicletas hasta en los sueños desde 1991 hasta casi llegado el año 2000. Ahora a cada rato le caigo a maldiciones al dios de los AUDIS, ojalá el tipo sea igual de HP.

NN-9953

 

Pasadas las cinco de la tarde, el piloto del vuelo NN 9953, en Ruso, pronosticó un viaje tranquilo de 12 horas y media, lo que no sabía la tripulación era que el Boeing 777-300 que cubría la ruta Habana-Sochi llevaba demasiada energía interna como para ser normal, cuando ya pasó el miedo de los primerizos y el respeto al despegue de los más experimentados, aquel avión devino en discoteca, en sala para el debate, en el mejor rincón de amor y en un espacio para confraternizar con los 100 jóvenes latinoamericanos que acompañaron a los 250 cubanos que removerían el balneario del Mar Negro.

Sochi es una ciudad que parece estar concebida para grandes acontecimientos, los Juegos Olímpicos de Invierno del 2014 y el ya próximo Mundial de Fútbol en el 2018, y que a ese mismo nivel hayan ubicado el XIX Festival de la Juventud y los Estudiantes dice mucho de la prioridad que le dio el gobierno ruso a la cita de las juventudes progresistas del mundo. Sin dejar de señalar que el evento estuvo pensado más para el esparcimiento que para preocuparnos en cómo resolver los problemas del mundo actual.

Sin embargo el hecho de convocar a Rusia a más de 20 000 jóvenes de 150 países, en el año que el mundo conmemora el centenario de la Primera Revolución Socialista, con un Festival dedicado a Mohamed Abdelazzi, líder del pueblo saharahui, al Guerrillero Heroico Ernesto Che Guevara, y al más grande de los cubanos del siglo XX y parte del XXI, Fidel Castro, entraña un simbolismo para nada despreciable, máxime si esa misma juventud se debate hoy entre las esencias y el consumo, entre su supervivencia y una guerra cultural y simbólica que se ha lanzado a escala planetaria para apagar el fuego de las utopías redentoras surgidas con el inicio de siglo, luego de que algunos se lanzaran a presagiar el Fin de la Historia.

De allí que entre los temas que movieron la agenda en Sochi estuvieron las luchas de los movimientos estudiantiles por sus reivindicaciones, la preocupación por el avance de la ultraderecha con el apoyo del capitalismo y la necesidad de no olvidar el pasado para construir un mundo mejor.

Una vez más esta pequeña isla del Caribe se hizo sentir, desde la misma ceremonia inaugural en la que cuando menos lo imaginamos el grito ensordecedor de 20000 jóvenes comenzó a corear Cuba, Cuba, Cuba…., hasta en los finales de cada jornada cuando un número considerable de participantes de todo el mundo bailaban hasta el amanecer con la buena música cubana frente al edificio que aguardaba la delegación de la Mayor de las Antillas.

Más allá de eso, hay algo importante: estas citas nos sirven a los jóvenes cubanos para mirarnos en el espejo. Para poder comparar y a simple vista obtener un resultado abrumador: los problemas del estudiantado y de la juventud del mundo, sus luchas y exigencias, constituyen batallas ganadas hace tanto, que hasta creemos que nos “tocan por la libreta”.

Derechos humanos elementales como una educación y una salud de calidad, seguridad social y seguridad en las calles, alimentación, son algunas de las preocupaciones de los asistentes a estos foros, por eso hay quien le preguntó a los delegados cubanos: qué sienten al estar varias horas en un hospital sin ser atendido, o si conocíamos en Cuba algún movimiento que luche por una educación de calidad. Desgraciadamente para ellos y afortunados nosotros de que esa no sea nuestra realidad.

A Sochi llevamos una vez más la verdad de Cuba, sus logros, sus aciertos, y por qué no, también sus desaciertos, en la aspiración de construir una sociedad diferente, alternativa al capital y al imperio, que tenga en el centro al hombre nuevo, ese que ejemplificaron Fidel y el Che.

Aunque la lucha no será fácil y tardará años, este XIX Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes demostró que tenemos suficientes reservas acumuladas para proseguir el camino hacia un mundo mejor, donde no existan imperios, transnacionales ni explotación del hombre por el hombre, y así poder construir, sobre las ruinas de estos males, la paz, el respeto entre iguales, el amor entre los seres humanos, en otras palabras, honrar el pasado y construir el futuro.

Ya de regreso a Cuba, las turbulencias del Boeing 777-300 eran mayores, las energías se habían multiplicado y los deseos de regresar y contar lo vivido durante ocho días no cabían en la nave aérea, así mismo la convicción de 250 cubanos sobre la necesidad de preservar un sistema como el cubano, imperfecto pero perfectible, justo y humano.

¿Cómo nació “la margarita” que representa los festivales?

Publicado en el blog Cuba X dentro

Por Luis Enriquez Benet

La edición número 19 del Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes comenzará este sábado 14 de octubre en la ciudad de Sochi, Rusia. La cita, convocada por la Federación Mundial de la Juventud Democrática y organizaciones estudiantiles internacionales, reunirá a unos 20 mil jóvenes de 150 países del mundo.

Se trata de una plataforma devenida espacio de comunicación caracterizado por el intercambio libre, donde a través del diálogo, debates, actividades culturales y competencias deportivas,  se intercambian criterios que permiten a la joven generación enfrentar los desafíos actuales.

Al igual que en las ediciones anteriores, el logo del festival es la margarita multicolor que simboliza la continuidad de las tradiciones, la conexión de las generaciones, paz y unidad mundial.

Esta vez caracterizan en el emblema los píxeles de colores, en alusión al progreso tecnológico así como la convivencia en una era marcada por el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones.

La margarita como distintivo gráfico en la historia de los festivales mundiales, fue creada en la antigua Unión Soviética por el pintor moscovita Konstantín Kuzguinov, con motivo de la sexta edición del certamen en el año 1957.

En esa fecha se realizó un Concurso Nacional donde se presentaron unas 300 creaciones, entre las cuales destacó por su originalidad y sencillez la propuesta de la flor.

Por su aceptación entre los participantes, en 1958 el Congreso de la Federación Mundial de la Juventud Democrática anunció que la margarita de Konstantín Kuzguinov quedaba aprobaba como base permanente para todos los foros posteriores.

De acuerdo con Liubov Borísova, hija del pintor, su padre hablaba de cómo fue el proceso de creación de lo que hoy conocemos como un símbolo mundial:

Me pregunté, ¿qué es el festival? Y respondí así: juventud, amistad, paz y vida. ¿Qué puede simbolizarlo de la manera más exacta? Estaba trabajando en el boceto en mi casa de campo, rodeado de flores. La asociación nació pronto y con una facilidad sorprendente. Una flor. El corazón – el globo terráqueo, y 5 pétalos-continentes a su alrededor. Los pétalos enmarcan el globo azul de la Tierra con el lema del festival: ¡Por la paz y la amistad!

Así mismo asegura que recuerda a su padre decir que, como deportista, se había inspirado en los aros olímpicos, el símbolo de unidad de los atletas del mundo.

Lo cierto es que la margarita ha quedado en la memoria de varias generaciones hasta llegar a convertirse en expresión de la cultura del festival, portando en sí misma los valores e ideales de paz, unión y libertad que este defiende.