UNA CARTA DE AKIRA KUROSAWA A INGMAR BERGMAN

tomado del blog: El Ciervo Herido

Estimado Sr. Bergman:Por favor, permítame felicitarlo en su septuagésimo cumpleaños.Su trabajo toca mi corazón profundamente cada vez que lo veo y he aprendido mucho de sus obras y han sido alentadoras. Le deseo que permanezca en buen estado de salud para que pueda crear más películas maravillosas para nosotros. En Japón, había un gran artista llamado Tessai Tomioka que vivió en la era Meiji (finales del siglo XIX). Este artista pintó varios cuadros excelentes mientras todavía era joven, y cuando llegó a la edad de 80 años, de repente comenzó a pintar cuadros que eran muy superiores a los anteriores, como si estuviera en su gran etapa de florecimiento. Cada vez que veo sus pinturas, me doy cuenta perfectamente que un ser humano no es capaz de crear obras extraordinarias hasta que llega a los 80.Un ser humano nace como bebé, se convierte en un niño, pasa por la juventud, la flor de la vida y, finalmente, vuelve a ser un bebé antes que termine su vida. Esta es, en mi opinión, la forma ideal de la vida. Yo creo que estaría de acuerdo en que un ser humano llega a ser capaz de producir obras puras, sin restricción alguna, en los días de su segunda infancia. Ahora tengo setenta y siete (77) años de edad y estoy convencido que mi verdadero trabajo apenas comienza.Mantengámonos juntos por el bien de las películas.Con los más cordiales saludos,Akira Kurosawa.  Esta carta fue la reacción de Kurosawa cuando leyó en La linterna mágica, unas memorias de Ingmar Bergman publicadas en 1987, poco antes de cumplir los 70 años, en las que el director sueco aseguraba que “probablemente lamentaría el hecho de no hacer más películas”. Todavía estarían por llegar obras tan formidables para ambos como Saraband y Los sueños de Akira Kurosawa.Imágenes: Akira Kurosawa durante el rodaje de “Los siete samurais” e Ingmar Bergman a la edad de 44 años. Fuente: Blog ANÉCDOTAS DE CINE, MÚSICA Y ARTE 

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